Entre los impactos negativos del cambio climático, el número uno para nuestro país es “la restricción de agua que puede producir una menor pluviometría” (Mundo Agropecuario-INDAP). Proliferación de plagas y...
Entre los impactos negativos del cambio climático, el número uno para nuestro país es “la restricción de agua que puede producir una menor pluviometría” (Mundo Agropecuario-INDAP).
Proliferación de plagas y enfermedades, migración de cultivos, disminución de las precipitaciones y avance del desierto son algunos de los efectos e impactos del cambio climático que ya se están observando en el país. Así lo señaló el profesor y doctor en Bioclimatología Fernando Santibáñez al intervenir en un curso dirigido a profesionales que buscan obtener su certificación como operadores SIRSD-S (Programa Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios) y que se realizó en dependencias de INIA Rayentué, en Rosario.
El experto subrayó que no se puede negar el cambio climático, ya que existe evidencia científica. Por ejemplo, el calentamiento global se manifiesta por un aumento de la temperatura y también existe evidencia sobre la reducción de las precipitaciones. A pesar de los impactos negativos, indicó que el cambio climático puede constituir una oportunidad para Chile, pero que se deben iniciar hoy las acciones para mitigar los efectos negativos y adaptarse. También relevó la importancia del suelo en cuanto a su capacidad de almacenamiento de agua y su rol como capturador de CO2.
Santibáñez resaltó que, entre los impactos negativos del cambio climático, el número 1 para nuestro país es “la restricción de agua que puede producir una menor pluviometría”. Sin embargo, recordó que “Chile ocupa aproximadamente 5.500 millones de metros cúbicos de agua en cada temporada de riego y la cantidad que se pierde en el mar, entre Rapel y Biobío, es del orden de 11 mil millones de metros cúbicos”. Enfatizó que es necesario aprovechar esas aguas.
Agregó que a su juicio “un segundo problema, en términos de magnitud, va a ser biológico, es decir, el aumento de la población de insectos y plagas, el aumento de la agresividad. También, el aumento de la sensibilidad de las plantas, ya que al estar estresadas van a ser más sensibles a los ataques. Un tercer problema serán las menores tasas de crecimiento, puesto que el estrés térmico tendría un impacto en la calidad y cantidad. Muchos frutales con varios golpes de calor en la temporada van a producir menos fruta y de menor calidad”.
El académico expresó que ante este panorama es necesario tomar medidas desde ya, por ejemplo, realizando los esfuerzos que se requieren en materia de gestión hídrica.
Curso para operadores SIRSD-S
El operador SIRSD-S es aquel profesional que entrega planes prediales que permitan realizar acciones sobre los terrenos. Como primer curso impartido este año en la región, Conaf, a través de su programa de Manejo Sustentable de la Tierra (MST), en conjunto con el proyecto Aumento de Resiliencia al Cambio Climático de la Pequeña Agricultura del Secano Costero de la Región de O’Higgins, que ejecuta la Seremi de Agricultura, quiso hacerse cargo de esta versión, potenciando la coordinación de ambas iniciativas. Esto, porque gracias al trabajo que realiza el proyecto de Cambio Climático es que los pequeños y medianos propietarios del secano costero, la zona más perjudicada de la región producto del clima, hoy trabajan por construir un futuro más estable y productivo, contribuyendo a la disminución de degradación de los suelos.
“En el marco de las acciones a desarrollar como proyecto de cambio climático, esta semana se dio inicio a la capacitación de operadores SIRSD-S 2019, con la asistencia de 76 participantes en INIA Rayentué. La idea es capacitarlos y también vincularlos en las acciones que debemos desarrollar en el futuro en el territorio del secano costero”, comentó Nicolás Larenas, coordinador regional del proyecto de Cambio Climático del Ministerio de Agricultura.
El seremi de Agricultura, Joaquín Arriagada, señaló que “no es fácil asumir que debemos trabajar en un cambio cultural, en una forma no solo de trabajar, sino de ver el mundo respecto a cómo estamos produciendo, qué estamos produciendo y qué nos permitirá hacer la naturaleza ante estos cambios que son a nivel planetario, porque esto toca directamente y primero a quiénes trabajan la tierra, y en un sector ya golpeado climatológicamente como el secano costero”.
En tanto, el director de INDAP O’Higgins, Juan Carol García, indicó que es importante tener un mayor número de operadores SIRSD-S y que se pueda invertir de la mejor forma posible los recursos que el gobierno del Presidente Piñera ha destinado para la recuperación de suelos degradados en la región.
Marcelo Cerda, director regional de Conaf, expresó que esa corporación, “a través del proyecto de Manejo Sustentable de la Tierra, está participando junto a la seremía con su programa de Cambio Climático en las capacitaciones de operadores del sistema SIRSD-S, para el mejoramiento y recuperación de suelos”.