Productor trabaja con su esposa y recibe el apoyo de su hijo veterinario y de su hija estudiante de ingeniería comercial, a quienes en el futuro espera entregar la responsabilidad...
Productor trabaja con su esposa y recibe el apoyo de su hijo veterinario y de su hija estudiante de ingeniería comercial, a quienes en el futuro espera entregar la responsabilidad de continuar con la empresa (Mundo Agropecuario-INDAP).
Hace poco más de un siglo, José de las Rosas Cubillos comenzó a vender la leche de sus vacas a diferentes familias de la comuna de Curicó. Más tarde, su hijo Reinaldo, en una carreta, continuó el oficio, abasteciendo diariamente a su clientela. Lamentablemente no lo pudo hacer por mucho tiempo, ya que falleció a temprana edad, y fue su heredero, también Reinaldo, de solo 17 años, el que se debió hacer cargo del negocio.
Los cambios en el consumo y la irrupción de la leche en envases de cartón, hace algunos años, obligaron a Reinaldo Cubillos a adaptarse a los tiempos y a enfocar el negocio de la lechería hacia la producción de quesos frescos. Casa Rural es el nombre de esta centenaria lechería y quesería, que se ubica en el sector Los Castaños de la localidad de Los Niches, en la Región del Maule, a solo 6 kilómetros de la Ruta 5 sur.
Con un plantel de 16 vacas que se alimentan de praderas naturales del predio y algunos desechos agrofrutícolas de la zona, esta empresa familiar produce diariamente cerca 300 unidades de queso fresco, además de provoleta, yogur y manjar, que se distribuyen entre almacenes y rotiserías. “Nuestro propósito es que los productos no se distribuyan a más de 40 kilómetros de la lechería, para mantener baja nuestra huella de carbono”, dice Reinaldo hijo, bisnieto del impulsor de este negocio y que trabaja codo a codo junto a su progenitor.
Reinaldo Cubillos padre (57) es usuario de INDAP desde hace ocho años y forma parte del programa Servicio de Asesoría Técnica (SAT). A través de la institución ha logrado asesoría técnica para su rebaño y consiguió apoyo para la construcción de un nuevo galpón y para la adquisición de equipos de pasteurización, necesarios para su negocio, además de recursos para la siembra de praderas naturales para la alimentación de su ganado.
Este productor trabaja con su esposa y recibe el apoyo de su hijo veterinario y de su hija estudiante de ingeniería comercial, a quienes en el futuro espera entregar la responsabilidad de continuar con la empresa. “Llevo toda una vida dedicado a este negocio, desde la época de mis abuelos. Para mí la lechería es todo, porque me ha dado la posibilidad de educar a mis hijos. Con mi mujer nos hemos sacado la mugre trabajando. Hoy mi hijo Reinaldo me asesora y estoy tranquilo. Pude sacar adelante el negocio, pero siempre estoy pendiente de todo. Me gusta lo que hago. Aunque es muy sacrificado, tenemos el propósito de hacerlo cada día mejor”, explica.
En su constante afán por fortalecer la empresa Casa Rural, la familia Cubillos decidió abrir su granja a los turistas, para que conozcan el trabajo de la lechería y vivan la experiencia de alimentar a los terneros y las gallinas, recoger los huevos o solo disfrutar de caminatas en el paisaje campestre, que tiene de fondo la Cordillera de los Andes.
Según cuenta Reinaldo hijo, gracias a una beca que realizó en Europa pudo conocer la realidad de las queserías familiares en algunos países desarrollados, donde las que se abren a la comunidad: “Nuestra idea es abrir nuestra quesería Casa Rural para que los consumidores conozcan de dónde viene los productos que consumen y vivan la experiencia de la granja, lo que copiamos de modelos europeos”.
Para ello, la familia dispone a partir de esta temporada de dos modernas cabañas, una de ellas cofinanciada por INDAP, tipo domo, para recibir a turistas interesados en conocer el trabajo de la lechería. Están equipadas con cómodas camas, baño, ducha, aire acondicionado y conexión a internet, y además se ofrece el servicio de alimentación.
Según Reinaldo padre, los turistas interesados van a encontrar en Casa Rural las vivencias y las experiencias típicas de una familia de campo, donde se trabaja de lunes a domingo: “Van a poder sacar leche, recolectar huevos, elaborar quesos, hacer caminatas y ciclismo, aprender sobre el consumo sano de lácteos y disfrutar de nuestra hospitalidad”.