Se busca prohibir cualquier forma de sufrimiento o maltrato, así se generan cambios en una serie de actividades como la industria cosmetológica, la investigación en laboratorios, la actividad circense, el...
Se busca prohibir cualquier forma de sufrimiento o maltrato, así se generan cambios en una serie de actividades como la industria cosmetológica, la investigación en laboratorios, la actividad circense, el quehacer de los zoológicos y el faenamiento del sector agropecuario (Senado.cl).
En condiciones de ser visto por la Sala del Senado, está el proyecto en primer trámite sobre bienestar animal. Esto luego que los integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales aprobaran la idea de legislar en su última sesión.
El texto iniciado en moción de los senadores Guido Girardi, Isabel Allende, Francisco Chahuán y Alejandro Navarro, y el exlegislador Patricio Walker, fue analizado en septiembre del 2016, ocasión en que se recibieron actores vinculados al tema en audiencias.
Ahora se reactivó su tramitación recordando cuáles eran las ideas matrices. En simple, se introducen cambios en el Código Civil, la ley de Caza, la Ley que establece normas en beneficio del Circo Nacional y el Código Sanitario, todo al considerarse a los animales seres sintientes, y ya no objetos o inmuebles como hoy.
En lo concreto, la norma genera una serie de cambios en diversas actividades económicas y recreativas como es la industria cosmetológica, la investigación en laboratorios, la actividad circense, el quehacer de los zoológicos y el sector agropecuario. La idea es evitar cualquier forma de sufrimiento o maltrato hacia los animales.
Proyecto
El proyecto define a los animales como “seres vivos sintientes no humanos. En el caso de aquellos animales que conforme a la legislación admiten ser objeto de propiedad, se regirán en el ejercicio de este derecho por leyes especiales. Se reputarán muebles para el sólo efecto de celebrar actos y contratos a su respecto».
«Los criaderos, centros de reproducción, de rehabilitación y de exhibición deberán brindar a cada especie animal un hábitat acorde con sus necesidades fisiológicas, en el cual sus funciones corporales y de comportamiento no sean alteradas, ni sometidas a prueba de manera excesiva”, continúa la propuesta.
Asimismo, “se prohíbe la exhibición, mantención o utilización de animales en los espectáculos circenses; como también la importación, distribución y comercialización de productos cosméticos, y de higiene y odorización personal cuyos ingredientes, combinación de ingredientes o formulaciones finales hubieren sido probadas o experimentadas en animales».
El texto define bienestar animal como “aquel estado de salud emocional y físico del animal que le permita estar en armonía con su entorno o medio ambiente. Para ello los animales deben ser manipulados velando por preservar en la mayor medida sus funciones corporales, que su comportamiento no sean alterados, y que sus capacidades de adaptación no sean sometidas a prueba de manera excesiva, evitando el sufrimiento innecesario”.
También se deberán considerar a los zoológicos como centros de exhibición de animales con fines educacionales. Así les prohíbe “mantener a los animales vivos enjaulas o espacios confinados debiendo crear las condiciones que permitan su bienestar. Para ello deben proveer a los animales de un espacio físico que permita el desarrollo de sus necesidades biológicas propias, e incorporar de manera progresiva condiciones de mejora ecológica del cautiverio”.
Cambio de enfoque
A nivel de reflexión, la moción justifica estos cambios con el fin de “construir una relación de respeto, para con aquellas formas de vida no humana, que traspase la obsoleta discusión respecto a si ¿son o no? sujetos de derechos, hacia la responsabilidad que nos cabe a nosotros -en tanto sujetos capaces de tener de derechos y contraer obligaciones- para establecernos límites en nuestro comportamiento”.
“La regulación jurídica requiere transitar hacia una superación de la calificación jurídica que se ha atribuido históricamente a los animales, que es la de «cosa», pues ello importa regular la relación para con los animales netamente desde la noción de «propiedad», asociada a un valor económico patrimonial que permitiría su adquisición, comerciabilidad y disposición tanto jurídica como material, sometida al mero arbitrio de quien es «dueño», explica la iniciativa.