Cumplir con las exigencias sanitarias de traslado del país importador y con la normativa nacional de bienestar animal, son los últimos desafíos del proceso de exportación (Mundo Agropecuario). Cuatro días...
Cumplir con las exigencias sanitarias de traslado del país importador y con la normativa nacional de bienestar animal, son los últimos desafíos del proceso de exportación (Mundo Agropecuario).
Cuatro días y tres noches de navegación a través de los canales patagónicos, y un recorrido de más de tres mil kilómetros a lo largo de esta larga y angosta faja de tierra conocida como Chile, sin duda suena tentador para cualquier viajero del mundo. Pero cuando este desplazamiento involucra el traslado de 73 ovinos que deben permanecer en un estricto estado de cuarentena mientras recorren este variopinto paisaje, el atractivo viaje se convierte en todo un desafío.
Y es que a poco de la primera exportación de lanares tras la reapertura del mercado peruano para animales en pie, el medio de transporte, los lugares de detención y descanso, el clima, la alimentación y abrevaje de los animales, la iluminación y ventilación, y las condiciones higiénicas, entre otras, son detalles que no pueden ser dejados al azar.
En este sentido, el director regional de SAG Magallanes, Gerardo Otzen, señaló que “adicional a dar estricto cumplimiento a los requisitos sanitarios que demanda Perú, hemos puesto especial énfasis en cumplir con el decreto 30 que regula el bienestar animal durante el transporte de ganado, por tanto nuestros funcionarios han supervisado la adaptación de los camiones que harán el traslado de los lanares, los que contarán con bretes especialmente diseñados para que el encargado de ganado ingrese e inspeccione a los lanares durante todo el trayecto, así como también, la alimentación y abastecimiento de agua según lo contemplado en el plan de contingencia que rige el traslado”.
“La exportación contempla el envío de ovejas, borregas y borregos, y carneros, animales cuyo peso varía entre los 40 y los 160 kls. aprox., por tanto y en consideración a la cantidad de agua y alimento de consumo diario para cada animal, se ha calculado que cada transporte deberá llevar un recipiente con 1000 lts. de agua, y un fardo de 400 kilos de alfalfa, además de alimento en pellets para borregos y carneros, lo cual cubriría las necesidades básicas de los lanares hasta su arribo a la ciudad de Arica”, puntualizó el director.
Por su parte, el secretario regional de la cartera de agricultura, Alfonso Roux, valoró la presencia del importador peruano Rodrigo Zegarra, quién desde hace algunos días se encuentra trabajando junto a los productores locales para ultimar los detalles del traslado. En este sentido, señaló “sin duda el trabajo de años realizado por públicos y privados tanto a nivel local como de las naciones interesadas en la genética regional, finalmente está entregando sus primeros frutos, y el esfuerzo que han hecho los productores que hacen esta exportación, abre una puerta muy grande para futuros negocios con todo Latinoamérica”.
Se espera que los animales arriben a la ciudad de Arica tras 8 días de su partida, localidad en donde descasarán mientras se realizan los trámites sanitarios para su internación al vecino país.