Iniciativa reconoce el trabajo de quienes llevan el conocimiento hacia la sociedad y al sector productivo, labor que la ha posicionado como la segunda institución con más solicitudes de patente...
Iniciativa reconoce el trabajo de quienes llevan el conocimiento hacia la sociedad y al sector productivo, labor que la ha posicionado como la segunda institución con más solicitudes de patente en Chile ante el Instituto Nacional de Protección Intelectual Inapi (Mundo Agropecuario).
Dos equipos de investigadores de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIA UdeC) fueron distinguidos el jueves 6 de junio en la tercera versión de los Premios Ciencia con Impacto, en que la casa de estudios superiores reconoce el trabajo de quienes llevan el conocimiento hacia la sociedad y al sector productivo, labor que la ha posicionado como la segunda institución con más solicitudes de patente en Chile ante el Instituto Nacional de Protección Intelectual (Inapi).
La ceremonia, realizada en Concepción, fue encabezada por el rector Carlos Saavedra, y en ella se galardonó a 75 científicos en cinco categorías.
Uno de los equipos, integrado por los inventores Rudi Radrigán Ewoldt, director del Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial (CDTA) y Sixto Rojas Cabalín, del Laboratorio de Electrónica, solicitó dos patentes durante 2018: «Sistema de nebulización en línea por ultrasonido, útil en la disposición de agentes agroquímicos para la fruta de postcosecha» y «Sistema de detección por ultrasonido en línea de la calidad de la fruta».
En tanto, el equipo liderado por el director del Laboratorio de Robótica para la Agricultura, Christian Correa Farías, que también integran los alumnos de doctorado Pablo Velázquez Cisterna y Fernando Bolaño Pacheco, y el estudiante de magíster Alan Vera Muñoz, fue premiado por la patente de «Un sistema de alerta individualizado, útil para ser implementado en faenas forestales, en particular para faenas de extracción de troncos en terrenos con pendientes pronunciadas».
Ultrasonido en la agroindustria
El doctor Radrigán comentó que tanto él como Rojas recibieron por segundo año consecutivo el premio, y ambos coincidieron en que tanto este reconocimiento como las respectivas patentes representan la coronación de un trabajo de diez años en la aplicación del ultrasonido en los procesos agroindustriales.
Rojas comentó que «yo no era muy adepto a patentar, uno se dedica a trabajar, pero de repente surgió este incentivo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL UdeC), de colaborar en el proceso de patentamiento, lo que nos ha facilitado mucho la tramitación de las patentes».
En el caso del nebulizador por ultrasonido, el ingeniero civil electrónico explicó que este sistema permite aplicar agroquímicos en la fruta cosechada sin los efectos negativos que generan los nebulizadores usados actualmente, como el exceso de humedad que expone a la fruta a ser atacada por microorganismos. «En cambio, con este nebulizador se logra incorporar el agroquímico en la piel de la fruta, pero dejándola lo más seca posible, y eso tiene la ventaja de que no la moja y se disminuye la dosis del agroquímico, logrando un ahorro en los procesos y en los insumos», detalló el laboratorista.
Al respecto, Radrigán precisó que estas dos patentes ya fueron probadas en la industria y adelantó que una vez que concluya el proceso de patentamiento, se espera poder transferirlas al sector productivo.
En el caso del sistema de detección de calidad de la fruta, el investigador explicó que hay ciertos parámetros que son evaluados de manera destructiva, es decir, se requiere romper el fruto, lo que significa asumir una pérdida importante si se desea tener una muestra representativa. Por ejemplo, por cada tonelada de cerezas se pierden cerca de 30 kilos. «En cambio, con este sistema podemos medir los grados Brix, calibre, brillo, pigmentación, terneza, firmeza, densidad y composición interna, como la cantidad de agua o la presencia de magulladuras sin dañarla, lo que permite además seleccionarla y categorizarla. Hacemos una especie de radiografía fruta por fruta, a alta velocidad», destacó Radrigán, quien destacó que no existe en el mercado un sistema similar.
Alerta de accidentes forestales
El doctor Correa, quien recibió por tercera vez el premio, valoró la instancia como «un tremendo evento para todos los científicos de la Universidad, porque es el momento en que se reconoce ese trabajo que desarrollamos de manera silenciosa».
El académico del Departamento de Mecanización y Energía describió que el proyecto que desarrolló con su equipo está pensado específicamente en faenas forestales desarrolladas en pendientes fuertes, «donde la única forma de extraer los troncos es amarrándolos con una piola y remolcándolos cerro arriba con una grúa (torre de madereo). Entonces, si los encargados de enganchar estos troncos (estroberos) permanecen en las inmediaciones, cuando comienzan el arrastre, quedan expuestos a un grave peligro, ya que si se corta esa piola de acero, pueden recibir un golpe mortal de 45 toneladas. Además, suele suceder que los troncos se enganchan y tienden a levantarse y a abanicar, y con ese movimiento, golpean todo lo que hay a su paso, en un radio de 20 a 25 metros, produciendo accidentes fatales».
El sistema de alerta creado en el Laboratorio de Robótica, según explicó el Dr. Correa, es un sistema de localización que detecta la posición del trabajador y la del carro de arrastre. «El carro tiene incorporados detectores de movimiento y de tracción, así que cuando comienza a hacer la tracción, le envía una alerta vibratoria, a través de un dispositivo ubicado en el cuello, a cada uno de los operarios que está en la zona de riesgo y no deja de vibrar hasta que salen de ella», detalló el investigador, quien añadió que por otro lado, «hay un sistema de alerta en la torre de madereo, que es esta grúa que remolca los troncos, donde hay una pantalla que le avisa al operador de la grúa que tiene que detenerse si hay un estrobero en la zona de riego». Además, permite monitorear la distancia de seguridad entre las distintas máquinas que participan en la faena, lo que en definitiva contribuye a salvar vidas.
El doctor en Robótica recordó que este proyecto surgió a partir de la solicitud de la empresa TecAgro, «que detectó que en la región se habían registrado algunos accidentes fatales en estas faenas y necesitaba un socio tecnológico que pudiera hacer este desarrollo, que permitirá abordar un problema que afecta a toda la industria forestal, tanto en Chile como en el extranjero». Dicha firma es la que tiene los derechos de explotación comercial del invento y según manifestó el académico, «ha hecho una apuesta decidida en cuanto a realizar desarrollos tecnológicos de punta empleando las elevadas capacidades humanas disponibles en Ñuble».