XXIV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Malezas (ALAM) se realizó en San José de Costa Rica, en conjunto con la Asociación Costarricense para el Estudio de las Malezas ACEM...
XXIV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Malezas (ALAM) se realizó en San José de Costa Rica, en conjunto con la Asociación Costarricense para el Estudio de las Malezas ACEM (Mundo Agropecuario).
El investigador en control de malezas de INIA Carillanca, Dr. Jorge Díaz Sánchez participó durante este mes del XXIV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Malezas (ALAM), realizado en San José de Costa Rica, en conjunto con la Asociación Costarricense para el Estudio de las Malezas (ACEM). En una época donde los avances ocurren de manera vertiginosa y circulan por medios muy expeditos, el congreso se transforma en una instancia que permite establecer contactos, generar discusiones de alto nivel y de colaboración entre especialistas de diversos países, que sin duda benefician a la agricultura.
El Dr. Díaz presentó dos trabajos. El primero relacionado con el Control de ballica en trigo establecido sobre diferentes niveles de rastrojo de avena, realizado en colaboración con los investigadores Lorenzo León, Marcelo Panichini y Rodrigo Quintana, de INIA Quilamapu. “Este trabajo tuvo como objetivo presentar los resultados de una primera temporada para evaluar la efectividad de herbicidas en el control de ballica bajo distintas cargas iniciales de rastrojo de avena en una siembra de trigo invernal. El estudio se realiza en el contexto de una probable prohibición de quema de los rastrojos, dado que es una práctica ambientalmente cuestionada – por la emisión de gases efecto invernadero y de alto riesgo (incendio y erosión) -, y por tanto, la presencia de los rastrojos y su incorporación al suelo puede influir en la población y composición de las malezas, alterando la eficacia de control de los herbicidas”, comentó el experto de INIA.
El segundo trabajo estuvo referido a una estrategia de control de malezas en el cultivo de la quínoa, que permitió exponer resultados de tres temporadas en la búsqueda de tratamientos herbicidas selectivos para el cultivo (como una herramienta más para enfrentar el problema de las malezas) y también definir una estrategia eficaz en el control de malezas integrando la distancia entre hileras, herbicidas selectivos y control mecánico (pasada de implemento entre las hileras). “Los ensayos de campo se realizaron en Carillanca y Tranapuente, cuyos resultados dan cuenta que es posible emplear una estrategia basada en establecer el cultivo a 40 cm entre las hileras, seguido de la aplicación de un herbicida de premergencia (metamitrón), y una vez que el producto empiece a perder efectividad debido a una nueva emergencia de las malezas (entre 30 a 40 días aproximadamente), luego realizar la pasada de un implemento que desarraigue las plántulas de las malezas (1 a 2 veces). La otra opción es realizar una segunda aplicación de metamitrón entre las hileras, pero sin que el producto entre en contacto con el cultivo, ya que puede ser fitotóxico. Adicionalmente, también se puede utilizar los herbicidas triflusulfurón o propizamida en post emergencia, como un complemento a las prácticas mencionadas”, dijo finalmente Díaz.