Pese a la alta tasa de desocupación que exhibe la Región de Ñuble (9,8% en el trimestre mayo-julio), también se observan graves brechas de capital humano que se traducen en...
Pese a la alta tasa de desocupación que exhibe la Región de Ñuble (9,8% en el trimestre mayo-julio), también se observan graves brechas de capital humano que se traducen en la escasez de mano de obra calificada en algunos sectores (La discusión.cl).
En ese contexto, el Obse-vatorio Laboral Ñuble, del Sence-UBB, logró identificar las ocupaciones con mayores brechas en la región, lo que en el caso de la agricultura cobra especial relevancia, dado que la escasez de personal calificado constituye uno de los obstáculos para el desarrollo de la agroindustria, uno de los objetivos estratégicos definidos en la región.
Bernardo Vásquez, director del Obser vatorio Laboral Ñuble, afirmó que el sector agrícola es el más importante de la región y eso se ve reflejado en el mercado laboral, pues concentra más del 20% del empleo.“Es un sector bastante com-plejo, que absorbe muchos riesgos, depende de otras variables -climáticas, económicas y sociales-, muy sensible a los vaivenes de la economía, por lo tanto, el desempleo está muy relacionado con lo que sucede en este sector”, comentó el profesional.
Vásquez hizo hincapié en que “en el sector agrícola encon-tramos un nivel educacional más bajo entre los trabajadores (8,8 años de escolaridad pro-medio), donde hay gente de mayor edad, los jóvenes no se quedan en el campo a trabajar”, en alusión a los procesos migratorios campo-ciudad, pero también a la importante fuga de capital humano que se observa en Ñuble, pues un importante número de jóvenes con estudios técnicos y superiores termina emigrando de la región en busca de mejores oportunidades laborales, dato que aún no ha sido cuantificado por el OLÑ.
En materia de escolaridad, el sector agrícola se ubica en la última posición, con 8,8 años promedio y una edad promedio de 47 años, mientras que el promedio regional es de 11,1 años de escolaridad y 44,3 años de edad.
De acuerdo al Reporte Sil-voagropecuario del OLÑ, “se puede observar el surgimiento de una agricultura más intensiva, tecnologizada e innovadora, vinculada a la agroindustria a través de la producción hortícola y frutícola. Además del uso intensivo de mano de obra, los cultivos no tradicionales generan una mayor demanda de servicios relacionados con la asesoría técnica en producción, comer-cialización y transporte. De tal forma, se está transformando la estructura productiva de Ñuble respondiendo tanto a la demanda interna como al creciente dinamismo del mercado internacional”.
Respecto a las características ocupacionales del sector, el reporte indica que “en general, se observa que los trabajadores agropecuarios presentan bajos niveles educacionales en com-paración con otros sectores productivos de la región. La mayoría de los trabajadores cuenta con enseñanza básica completa o incompleta y en sus trayectorias labores destaca su temprana incorporación al mercado laboral. Alrededor de los 14 años comienzan a participar activamente en labores agrícolas, por lo que, junto con una limitada oferta educativa de hace tres décadas, los impulsa a abandonar los estudios y optar por apoyar económicamente a sus familias”.
Según el OLÑ, la escasez de mano de obra en los periodos de cosecha ha generado una oportunidad de empleo para los inmigrantes. En Ñuble, la experiencia con haitianos ha sido diversa, los empleadores plantean que la barrera idio-mática es un problema, pero que puede ser superada si hay compromiso y responsabilidad por parte de los trabajadores. “Existe una alta rotación de trabajadores haitianos como también se ha optado por familias de esta nacionalidad para que residan en algunos predios realizando labores de cuidado y mantención de las viviendas”, se indica.
Demanda por trabajadores calificados
A partir de lo anterior, el director del OLÑ planteó que “el desafío que se nos viene como región es preocuparnos del sector manufacturero, y asociado fundamentalmente al sector frutícola, es decir, hay que ir incorporando mayor valor agregado, porque eso nos ayuda a mitigar la estaciona-lidad del desempleo”.En cuanto a las brechas de capital humano, Vásquez afirmó que en el agro, así como en otros sectores, una demanda transversal es la de operadores de maquinaria.
En el sector frutícola se demandan empleados de servicio de apoyo a la producción, así como también, trabajadores calificados de cultivos mixtos, mozos de labranza y peones agropecuarios.La seremi del Trabajo, Yeniffer Ferrada, manifestó el inte-rés del Gobierno por impulsar la inversión en la agregación de valor de los productos agropecuarios, como una forma de contribuir a reducir el desempleo regional.
“Hemos estado trabajando, sosteniendo reuniones con actores de todos los rubros, para ver cómo somos capaces de producir no solo materias primas, generando dinamis-mo en el agro durante los 12 meses del año, con particular foco en la agroindustria, lo que permitiría reducir las fluctuaciones del desempleo en el agro”, añadió Ferrada.
La autoridad destacó el trabajo del Gobierno Regional en materia de atracción de inversiones, así como las inversiones públicas que apuntan a mejorar la competitividad, como por ejempo, en infraestructura vial.
Capacitaciones
El director regional del Sence, Rodolfo Zaror, expuso que “estamos desarrollan-do distintas herramientas para apoyar y dinamizar el mercado laboral”, y subrayó los esfuerzos en materia de capacitación pertinente, política que se va construyendo gracias a la información que está aportando el Observatorio Laboral así como otros instrumentos, entre los cuales destacó la encuesta nacional de demanda laboral que se está aplicando este año por primera vez en el país.
Zaror sostuvo que se están dictando cursos en distintos sectores y adelantó que en la medida que se vaya sumando más y mejor información, los cursos van a tener mayor pertinencia y cercanía con lo que el mercado está requiriendo”.
Por otra parte, la incorpo-ración de la automatización y mecanización, que están reemplazando mano de obra en labores agrícolas, tam-bién representa un desafío importante en materia de capacitación.
Ferrada afirmó que “la modernización de las capacitaciones del Sence se hizo para cambiar la malla curricular, pensando en las nuevas tecnologías que se están aplicando. En el sector agrícola, propusimos un curso de drones para el próximo año, porque está cambiando la forma de monitoreo de los cultivos. Hay mucha robótica y mayor tecnificación en el agro, por lo que hemos estado cambiando muchas capacitaciones”.