Bajo este escenario, Jorge Escobar, gerente general de la red de carnicerías El Carnicero “maestro en carnes”, entrega diversos consejos para consumir carne con tranquilidad y no pasar malos ratos...
Bajo este escenario, Jorge Escobar, gerente general de la red de carnicerías El Carnicero “maestro en carnes”, entrega diversos consejos para consumir carne con tranquilidad y no pasar malos ratos (Mundo Agropecuario).
Estamos a pasos de que llegue el verano y muchos se animan a salir de camping, hacer paseos por el día o almuerzos al aire libre alrededor de un rico asado. Comprar carne en lugares especializados, almacenarla lo más rápido posible en un refrigerador y mantener la cadena de frío en un cooler cuando se traslade a un lugar determinado, son algunas de las acciones fundamentales a realizar para evitar ser parte del porcentaje de afectados a causa de enfermedades transmitidas por la conservación inadecuada de alimentos.
Evitar la contaminación cruzada: procurar que utensilios y superficies que tuvieron contacto con la carne cruda no sean utilizados para manipular otros tipos de alimentos, como, por ejemplo, las ensaladas. “Se recomienda manipular las ensaladas con otros utensilios y en otra superficie, caso contrario, se debe realizar una limpieza profunda con algún tipo de desinfectante. Además, es importante lavarse periódicamente las manos”, aconseja el experto de El Carnicero.
Resguardo de la cadena de frío: es importante guardar los productos en refrigeradores con temperaturas adecuadas, utilizando tapas que protejan y separadores interiores, sobre todo entre cortes de vacuno, cerdo, pollo o embutidos, para evitar la contaminación cruzada. Si va a congelar, esto debe ser lo más rápido posible. Al momento del consumo, descongelar lentamente para no alterar el sabor y textura de la carne, cambiando del congelador al refrigerador, para que sea en un proceso lento y seguro de descongelación y así evitar la descomposición. Si se descongela, no volver a congelar y consumir preferentemente durante la semana.
Mantener la carne en un ambiente frío: actualmente existen bolsas térmicas que mantienen los productos en buen estado y son fáciles de transportar. “De no ocuparlas se altera la calidad de la carne y existe un mayor riesgo de intoxicaciones, por lo que es ideal que la temperatura donde se almacena no supere los 5°C. Esto es fundamental para tener la certeza de que se ha mantenido la cadena de frío y que el alimento reúne todas las garantías de inocuidad y calidad”, señala Escobar.
La carne en el refrigerador o cooler se conserva de 1 a 2 días y fuera de este no más de 2 horas: no refrigerada se echa a perder rápidamente y es lugar de cultivo de bacterias patógenas. También es importante considerar que la carne congelada debe cocinarse dentro de las 12 horas desde su descongelamiento.