Si bien la pandemia por el Covid-19 capta interés mundial por su impacto en la salud, las bacterias con gran resistencia a los antibióticos podrían ocasionar una nueva crisis sanitaria....
Si bien la pandemia por el Covid-19 capta interés mundial por su impacto en la salud, las bacterias con gran resistencia a los antibióticos podrían ocasionar una nueva crisis sanitaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha referido al peligro que representan las bacterias altamente resistentes a productos químicos, estimando que causan la muerte de más de 700 mil personas cada año. Estos patógenos producen enfermedades que se propagan lentamente y que podrían convertirse en un problema sanitario con características de pandemia.
El organismo ha citado informes sobre el impacto de este tema, destacando que la cifra anual de decesos podría alcanzar a 10 millones hacia el año 2050, de no aplicarse soluciones efectivas. Esta resistencia antimicrobiana daña también una producción sostenible de los alimentos al dificultar el control de las enfermedades en animales y, por consiguiente, en las personas.
En este contexto, los bacteriófagos son agentes de control bacteriano muy relevantes para el ecosistema y en la actualidad se ha potenciado la discusión sobre la importancia de fomentar su uso, pues existe la tecnología capaz de crear nuevas terapias alternativas y naturales de contención de enfermedades en humanos y animales producidas por la multirresistencia de algunas bacterias.
Hans Pieringer, fundador y gerente general del laboratorio científico chileno Phage Lab, se
ñala que “el uso de bacteriófagos podría ser la solución a este problema, ya que se trata de pequeñas partículas virales que infectan bacterias patógenas provocando su eliminación natural y que en el caso de la industria alimentaria tiene un gran potencial, ya que los fagos no crean problemas de toxicidad sobre los animales y no alteran las propiedades organolépticas de los alimentos”.
Aliados efectivos
Con más de 10 años de experiencia investigando, Phage Lab es pionero en desarrollar tratamientos para detectar de manera selectiva las bacterias que entorpecen la producción cárnica en la industria. Uno de sus productos es Fagolac, el primer controlador de bacterias para terneros basado en bacteriófagos, el que “ha sido usado en más de 75 mil animales en Chile y previene diarreas infecciosas provocadas por Coli y Salmonella, siendo distribuido en el territorio nacional como el único producto masivo en nuestro país y Latinoamérica para la eliminación de bacterias patógenas en base a bacteriófagos”, afirma Pieringer.
Adicionalmente, su área de diagnóstico cuenta con científicos que detectan y estudian microbiológicamente problemas en animales, proceso en el que aíslan la bacteria dañina de interés e investigan y caracterizan los fagos contra ellas, para luego producir y fabricar la solución destinada a eliminar este patógeno.
Cabe mencionar que hoy varias voces a nivel mundial destacan la importancia de masificar a nivel industrial el uso de bacteriófagos como complemento a las estrategias de control de microorganismos indeseados en los alimentos.