Columna de opinión, Dr. Jorge Manuel Genoud, Médico Veterinario, asesor Veterinario (equinos) de la Sociedad Rural de Argentina. Los equinos suelen padecer una enfermedad que es conocida por la mayoría...
Columna de opinión, Dr. Jorge Manuel Genoud, Médico Veterinario, asesor Veterinario (equinos) de la Sociedad Rural de Argentina.
Los equinos suelen padecer una enfermedad que es conocida por la mayoría de los dueños de caballos, como es el cólico. Es frecuente que la sufran, la ocasionan múltiples causas, sus consecuencias y pronóstico son sumamente variables, porque en algunos caballos es de incidencia leve aunque en otros casos se caracteriza por ser de extrema gravedad.
El cólico es un verdadero y reiterado problema en esta especie, a veces sucede aún tomando todas las precauciones posibles, por ese motivo es trascendental preocuparse por: su prevención y por disminuir su aparición. Por su importancia hay que individualizarlo, saber que hacer y como actuar
El cólico se distingue por la presencia de un proceso doloroso de grado variable, en algunos caso es intenso, de curso agudo localizado en el abdomen, aunque sus efectos comprometen no solo al aparato digestivo, sino también a otras parte del organismo, como el sistema cardiovascular, respiratorio, medio interno, etc.
Por sus particularidades, sintomatología y la posibilidad de acarrear secuelas, es elemental que exista un rápido reconocimiento de esta dolencia en un animal. Es beneficioso que las personas que rodean al equino (empleados, propietarios, jinetes, etc.) puedan reconocer rápidamente su existencia, porque de no existir complicaciones, existe una estrecha relación entre identificar sus síntomas e instaurar el tratamiento inmediato del enfermo, con la posibilidad de una mejor recuperación.
Causas: son múltiples, algunas de ellas son las siguientes: características anatómicas y fisiológicas del aparato gastrointestinal (masticación lenta, estómago pequeño, intestino desarrollado, imposibilidad de vomitar, etc.), alteraciones alimenticias (relacionadas con la cantidad, calidad y forma de administración), enfermedades del aparato gastrointestinal, alteraciones en el manejo, parasitosis, problemas en los dientes que dificultan la masticación, etc.
Síntomas o signos: una de las particularidades de la sintomatología está expresada en el intenso dolor que percibe el caballo y ese sufrimiento lo demuestra con varios signos, pueden mencionarse los siguientes: inquietud, van de un lado a otro, escarban o rascan el suelo, efectúan cambios frecuentes en la posición (acostarse y levantarse en reiteradas oportunidades), tienen miradas angustiosas dirigidas hacia los flancos, imagen de angustia y malestar, sudoración excesiva y esto puede llevarlo a una peligrosa deshidratación, pérdida del apetito, puede tener trastornos en la emisión de orina (orina poca cantidad o en ocasiones, no lo hace producto del intenso dolor), presencia de heridas por los constantes traumatismos como consecuencia de este padecimiento o pueden estar “hinchados” de uno o ambos lados por el exceso de gas en el intestino.
Curso del cólico: Es un mal de aparición repentina. En los cursos leves, el dolor puede ser intermitente, o sea aparece y desaparece, sobretodo en etapas tempranas de la evolución de la enfermedad, pero en cambio en aquellos sucesos más graves el dolor, sufrimiento y complicaciones suelen ser fuertes, potentes, continuos y pueden ocasionar la muerte del animal.
Qué hacer y cómo actuar: es crucial reconocer un cólico por los síntomas que manifiesta el enfermo y es conveniente estar preparados de antemano para saber: 1) que estamos ante este trastorno y 2) que tenemos que actuar aceleradamente para encontrar una respuesta.
Es primordial realizar inmediatamente la consulta profesional para que el animal sea tratado con premura. El Veterinario le realizará un examen clínico que lo orientará hacia la elección de la terapia indicada para solucionar esta afección, sea con un tratamiento médico intenso para calmar el dolor y estabilizar su cuadro interno y si el caso lo demanda es urgente la correspondiente derivación quirúrgica.
Como el cólico es un trastorno grave, reiterado e importante en los caballos, es trascendental preocuparse por: su prevención, disminuir las posibilidades de su aparición, y en el caso de que se instaure en algún animal es fundamental proceder con rapidez para calmar con prontitud su sufrimiento y poder recuperarlo sin secuelas.