El trabajo en conjunto funciona de buena forma”, así relata orgulloso el agricultor los inicios de su emprendimiento que permitió pagar la universidad de sus hijos y apostar por la...
El trabajo en conjunto funciona de buena forma”, así relata orgulloso el agricultor los inicios de su emprendimiento que permitió pagar la universidad de sus hijos y apostar por la diversificación en frutales.
Cuando Omar Mardones, pequeño agricultor del sector Surco y Semilla en Collipulli, se encontró con la terrible realidad que sus ingresos obtenidos de los cultivos de trigo, avena y raps no le alcanzaban para costear la educación de sus hijos, tomó la drástica decisión de dar un giro en su producción, y apostar por la diversificación en frutales.
“De la necesidad, así nació la idea de apostar por otros cultivos más intensivos y más rentables. También, de aprovechar de mejor forma los recursos de suelo y agua que tiene mi predio. Luego comencé a tocar las puertas del INDAP, y ellos me ayudaron al establecimiento de frutillas, cerezas y arándanos. Con INDAP siempre hemos tenido una buena relación,
Además, el emprendedor asegura que el rubro frutícola es una experiencia recomendable para los pequeños agricultores. “Antes cuando tenía los cultivos tradicionales, a la hora de cosechar y pasar máquina quedaba todo lleno de paja, en cambio con los frutales sigue verde, es un cambio importante”, aseguró.
El Rol de INDAP y el Plan Impulso
A pesar de ya haber conseguido su objetivo, vivir de la fruticultura y educar a sus hijos, el entusiasmo y dedicación de este agricultor no decae. Gracias a su perseverancia, sigue creciendo y perfeccionándose. Actualmente, a través del Plan Impulso Araucanía, ha diversificado su matriz productiva, incorporando nuevas variedades de arándanos en base a lo que demanda actualmente el mercado. Este nuevo proyecto, de más de $3 millones, lo está desarrollando a través de incentivos del Programa de Desarrollo de Inversiones (PDI) de INDAP, con crédito para mantención y un sistema de riego en sus huertos, para el establecimiento de nuevas superficies. Es así que adquirió 1.500 nuevas plantas de arándanos, provenientes de un en vivero certificado, junto a insumos necesarios para su establecimiento.
Lo que hace este agricultor, es un buen ejemplo de lo que se debe aspirar a través del Plan Impulso, así lo asegura Carlos Recondo, director nacional de INDAP. En su visita al predio, la autoridad nacional del agro sostuvo que La Araucanía tiene un potencial enorme desde el punto de vista agrícola, e incluso se ha ido ampliando a causa del cambio climático, el cual a permitido que nuevos rubros se estén incorporando a los cultivos.
“Juntos tenemos que dar los pasos para garantizar a que todos los pequeños productores, que se atrevan a diversificar, puedan tener más certeza en sus procesos de comercialización. Eso se consigue también, en la medida en que más agricultores también se vayan incorporando a estos rubros. En INDAP, junto al Plan Impulso estamos promoviendo la diversificación, y aquí en el huerto de don Omar hemos verificado que es posible que la Agricultura Familiar Campesina pueda desarrollar estos cultivos”, aseguró Recondo.
Por su parte, Carolina Meier, directora regional del servicio del agro, enfatizó que todos los pequeños agricultores de La Araucanía que se atrevan a diversificar su producción a través de huertos de frutales, las puertas de INDAP están abiertas. “Les pedimos a todos esos emprendedores rurales, acercarse o llamar a las oficinas de las agencias de área porque tenemos muchos instrumentos de fomento productivo para apoyarlos, desde créditos, riego, inversiones y asesoría técnica que es fundamental. De esta manera, nuestros agricultores pueden dar el gran salto e ingresar a la fruticultura”.