Malos olores, contaminación de aguas, salinidad del suelo, problemáticas en la producción agrícola y ganadera, entre otros, podrían revertirse utilizando soluciones orgánicas basadas en microorganismos benéficos que ayudan a regenerar...
Malos olores, contaminación de aguas, salinidad del suelo, problemáticas en la producción agrícola y ganadera, entre otros, podrían revertirse utilizando soluciones orgánicas basadas en microorganismos benéficos que ayudan a regenerar ambientes biológicos.
Parece ciencia ficción, pero es una realidad. El equilibrio y balance de distintos ecosistemas depende de unos seres prácticamente invisibles. Un exceso o una ausencia de ellos, puede ser dramático para un ecosistema en particular. Se trata de los microorganismos, unos seres de tamaño microscópico que tienen la misión vital de mantener el funcionamiento óptimo de un hábitat. “Están presentes en todo lo que nos rodea, en el suelo, las plantas, los alimentos, el agua, los seres vivos, en fin, en todo”, comenta Ana Patricia Luengas, gerente general de BioPunto, compañía representante de la empresa Japonesa EMRO, que desarrollo la Tecnología EM™, que ofrece soluciones biológicas basadas en microorganismos “eficaces” que se pueden conocer en www.biopunto.cl, los cuales son utilizados en agricultura, ganadería, en el sector acuícola, medioambiental e incluso, en usos más domésticos como huertos urbanos y compostaje casero. “Nuestros clientes están en distintos sectores, porque los microorganismos pueden ser utilizados en todos aquellos lugares que necesiten balance de ecosistema”, comenta Luengas.
En términos prácticos, el uso de microorganismos eficaces, a través de una solución biológica puede, por ejemplo, recuperar y activar suelos para aumentar disponibilidad de nutrientes, reducir salinidad, hacer control biológico de patógenos, y mejorar estructura, optimizando así las prácticas agrícolas. Además, ayudan a mitigar los estragos ocasionados por la megasequía que azota a esta región en la última década y uso excesivo de agroquímicos, lo que podría ser fundamental para agricultores. Por otro lado, la utilidad de estos seres microscópicos podría ayudar a la descontaminación de aguas como las que se generan en la producción agropecuaria y domiciliaria, también manejo de tranques y lagunas. “Los microorganismos una vez que se activan y en las dosis adecuadas, pueden regenerar un ecosistema dañado y revitalizar la vida de ese lugar”, afirma Ana Patricia Luengas. Pero el uso de estas soluciones no termina ahí. Estos probióticos aplicados en ganadería, mejoran la asimilación de la alimentación de los animales, lo que es un beneficio para su crecimiento y estado de salud, disminuyendo el uso de antibióticos, incluso para disminuir los malos olores que generalmente se perciben en campos de crianza, “sus desechos se tratan con microorganismos benéficos no solo para disminuir los malos ‘olores’, sino también para ser utilizados de forma segura como abono en las plantaciones”, asegura la ejecutiva de BioPunto.
Las soluciones que implementa la compañía son totalmente naturales y disminuyen considerablemente el uso de productos químicos como fungicidas y pesticidas en un sector el agrícola y antibióticos en el sector de producción animal, que constantemente utilizan para las distintas etapas de los procesos productivos. Más aún, según Luengas, el uso de microorganismos eficaces es más barato, puesto que se trata de proporcionar una solución a los problemas de forma permanente y no paliativa, que a la larga es un ahorro en tiempo, mano de obra e insumos. “Esto es ahorro en costos de producción, pero también hay una mejora en cantidad y calidad de la producción y por tanto, mejores precios de venta (sea frutas, verduras, carnes, huevos e incluso flores y otros), lo que finalmente se traduce en mayor rentabilidad. No hay que dejar de lado que es una solución que lejos de contaminar está contribuyendo con el cuidado del medio ambiente”, afirma.
Distintos plazos y visión de futuro
Los resultados que se obtienen utilizando microorganismos eficaces como los que entrega BioPunto son variables en cuanto a los plazos. En Agricultura hay a corto, mediano y largo plazo de acuerdo al tipo y estado del cultivo. Por ejemplo, en horticultura y tomates, los resultados pueden estar en la primera temporada, mientras que en viñas, nogales, cítricos, entre una o dos temporadas. Pero también depende del objetivo para el que se aplique. Un problema muy recurrente es el tratamiento de salinidad de los suelos (desde el centro al norte del país) y para esto, la recuperación de suelos se aprecia en la primera temporada y en adelante, independientemente del cultivo. “Lo mismo para el control de nemátodos, problema que se encuentra en todo Chile, el beneficio se ve en 1 año en adelante. En producción animal, para el tratamiento de olores es muy rápido. En una semana ya se evidencia”, asegura Luengas.
La ejecutiva señala que el uso de este tipo de soluciones, no solo apunta a situaciones particulares, porque los beneficios van más allá de una buena temporada agrícola o recuperación de ecosistemas determinados. “Si hay algo que nos va a dejar la pandemia es consciencia y conexión con los procesos mas limpios y sustentables. Esta tecnología apunta a ser el pilar de la sustentabilidad de cualquier producción agrícola y animal, que es justamente la relación directa en temas económico, social y medioambiental. Ya no podemos seguir produciendo de la forma en que estamos acostumbrados”, asevera.
El uso y aplicación de estos microorganismos eficientes no requiere conocimientos específicos. “Cualquier persona puede utilizar la tecnología e independiente de ello, nuestro equipo se encarga de asesorar a nuestros clientes constantemente en la forma de aplicarla”, comenta Ana Patricia Luengas.
A nivel global La Tecnología EM™ está presente en 140 países, en todos los continentes. Algunos ejemplos importantes son: más de 900.000 hectáreas de cereales en Brasil, en Tailandia producción de camarones sin antibióticos y reciclando aguas de la misma producción, en Colombia se implementó un programa gubernamental utilizando microorganismos eficientes, llamado “Colombia Sin Basuras”, que funciona en varias municipalidades del país. En Chile trabajan con productores orgánicos que producen para exportación, productores ecológicos y también de producción convencional, entre otros.