Luego de una seguidilla de temporadas desfavorables en materia de incendios forestales, durante 2020-2021 las hectáreas afectadas a nivel nacional han disminuido más de un 60% con relación al año pasado y más de un 75% con respecto a los últimos cinco años.
Columna: José Ignacio Pinochet Olave
Subsecretario de Agricultura
Luego de una seguidilla de temporadas desfavorables en materia de incendios forestales, durante 2020-2021 las hectáreas afectadas a nivel nacional han disminuido más de un 60% con relación al año pasado y más de un 75% con respecto a los últimos cinco años. Estas cifras alentadoras no son producto del azar, sino que responden a una estudiada e innovadora estrategia de prevención y combate ejecutada por CONAF y a una eficiente coordinación con otros actores, como ONEMI, Bomberos, Corma, FFAA, Carabineros y la PDI.
A fines de 2020, se pronosticaba un verano muy duro en materia de incendios forestales, quizás el peor desde que se registran estos eventos. Para enfrentar ese pronóstico, el Presidente Sebastián Piñera destinó una inversión de 72 mil millones de pesos, lo que le permitió a CONAF disponer de más de tres mil brigadistas distribuidos entre las regiones de Atacama y Magallanes y 61 aeronaves, además de fortalecer la tecnología y los sistemas de prevención y combate del fuego.
A esto se suma el financiamiento por parte de los gobiernos regionales a diversos proyectos de CONAF. Gracias a estos aportes, esta corporación dependiente del Ministerio de Agricultura, hoy cuenta con nuevos centros operativos, bases de brigadas, puestos de comando móvil, vehículos todo terreno y cámaras de detección remota, en cuatro regiones del país: Valparaíso, O´Higgins, Aysén y Magallanes.
Pero todos estos recursos no habrían sido suficientes si no hubiese existido una adecuada estrategia de prevención y combate de los incendios forestales. Dicha estrategia durante la temporada 2020-2021 tuvo como elemento central la táctica del “golpe único” o “one strike”, que consiste en controlar rápidamente un incendio, enviando al lugar del siniestro importantes recursos aéreos y terrestres, a fin de contenerlo desde un inicio y así evitar que un foco, por muy pequeño que sea, se convierta en un gran incendio. Este método de trabajo, coordinado siempre con las empresas forestales, ya se había implementado la temporada pasada, pero el incremento de recursos disponibles para esta temporada permitió una mayor eficacia en su ejecución, con resultados hasta ahora muy satisfactorios.
Para ejecutar correctamente la táctica del “golpe único”, CONAF potenció las horas de vuelo de sus aviones menores -los Air Tractor- que tienen la facilidad de acceder más rápido a los focos más pequeños. Así se logró controlar con mayor rapidez la propagación de los incendios, en un trabajo siempre complementado con los helicópteros pesados (Chinook) y los semipesados (Súper Puma) y con el desempeño de los brigadistas quienes son los encargados de enfrentar los incendios en superficie.
Otro elemento que vale la pena destacar en la estrategia de CONAF para prevenir los incendios forestales es el programa “botón rojo”, un moderno sistema de reporte de datos que se actualiza constantemente y que pronostica las zonas susceptibles de incendios, considerando diversos factores como vegetación seca, temperatura, velocidad del viento y humedad.
El 25 de marzo pasado gracias al programa “botón rojo” se pudo pronosticar y controlar a tiempo un incendio en las cercanías de Dalcahue (Región de Los Lagos), donde existían condiciones ambientales adversas y muchas quemas no autorizadas. CONAF envió a tiempo un helicóptero a la zona y finalmente fueron afectadas sólo 2,3 hectáreas, en un incendio que se pudo controlar en tan sólo cuatro horas. La premisa del “botón rojo” es tener los recursos idóneos y suficientes allí donde existe más peligro, con el objetivo de controlar oportunamente aquellos focos que, con el estado del arte, era posible prever.
Entre los avances en tecnología, CONAF cuenta además con un sistema de modelación del comportamiento del fuego, que predice la dirección, altura, intensidad y velocidad de las llamas y qué sectores pueden verse afectados. Con esta información se distribuyen los recursos aéreos y terrestres para frenar la propagación del incendio y proteger a la ciudadanía, la infraestructura crítica, las áreas silvestres protegidas y la superficie boscosa.
Para combatir los incendios forestales durante la temporada 2020-2021, el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, a través de CONAF, demostró no sólo tener gran eficiencia en la utilización de sus recursos, sino que también mucha innovación y un correcto uso de las nuevas tecnologías. Junto al llamado a la prevención a la ciudadanía para evitar que ocurran más incendios, CONAF realizó durante esta temporada un especial trabajo de modernización de su estrategia de combate, para salvar las vidas de los chilenos, resguardar sus viviendas y preservar nuestros bosques y áreas silvestres protegidas.