Una mirada diferente es la que realiza el director regional del INIA La Cruz, Patricio Fuenzalida para quien la desalinización ofrece una gran oportunidad para nuestro país.
Una de las evidencias que enfrenta el desarrollo sustentable de la agricultura es la escasez prolongada y considerable de precipitaciones, la desertificación, la poca eficiencia en la gestión del recurso, el cambio climático y el crecimiento de la población.
Lamentablemente, la falta del agua está generando un problema no sólo ambiental y económico sino además social, toda vez que se obstaculiza el normal desarrollo de la vida humana, impidiendo una óptima ocupación del territorio nacional.
Estos elementos llevan a replantear la importancia de contar con una mirada diferente frente a los enormes desafíos de la humanidad.
De qué forma se puede contribuir a mitigar el fenómeno de la falta de recursos hídricos, que termina afectando a la producción de alimentos, el avance de la desertificación y al empleo es la interrogante a plantear.
Una mirada diferente es la que realiza el director regional del INIA La Cruz, Patricio Fuenzalida para quien la desalinización ofrece una gran oportunidad para nuestro país y que aún no hemos empezado a viabilizar para el agro. “Tenemos 6 mil 500 kilómetros de costa frente a la masa de agua más grande del mundo a lo largo de toda nuestra geografía”. Hoy, destaca, “tenemos el conocimiento y la tecnología, contamos con estaciones de monitoreo, unidades hidrológicas, coberturas cartográficas, modelos predictivos; y mucha más información que ya se encuentra sistematizada”. Además, agregó Fuenzalida, “esta tecnología se utiliza de manera exitosa en diferentes partes del mundo que poseen menos condiciones estructurales que nuestro país”.
Como Ministerio de Agricultura y como Instituto de Investigación, dijo, “estamos trabajando junto a los agricultores y a la Comisión Nacional de Riego para aportar a la solución, desde nuestras propias competencias”. Tenemos, destacó, “suelos disponibles y el mejor clima del mundo para la producción de alimentos. Sólo nos falta incorporar más agua al sistema, ya que continuar con los sistemas convencionales de enfrentar el problema, no nos alcanza”.
Recordemos, dijo, “que las condiciones del desierto de Atacama, el más árido de mundo, es a su vez el más eficiente en la generación de energía solar, insumo éste que representa el 40% de los costos de inversión de las plantas desalinizadoras, por lo que ésta tecnología de osmosis inversa, permite conformar el triángulo virtuoso de Energía- Agua- Alimentos, que es lo que el aumento de la población mundial nos seguirá demandando de manera creciente”.
Patricio Fuenzalida dijo “nuestras expectativas están centradas y esperamos con muchas expectativas, que la Subsecretaría de Recursos Hídricos, propuesta por la Mesa Nacional del Agua, pueda impulsar la tecnología de la desalinización en nuestro país para garantizar el acceso al agua a todas las personas y así evitar el éxodo del campo a la ciudad”.
De acuerdo a las estadísticas del INE se está produciendo, sobretodo en áreas como la Provincia de Petorca, donde el agua es escasa y la gente más joven están emigrando a la ciudad en busca de mejores posibilidades laborales”.
Tal y como plantea el director regional del INIA La Cruz, la Región de Valparaíso está pasando por la década más seca desde que se tiene registro. “En los últimos 12 años, la región ha sufrido disminuciones de caudales y precipitaciones que se han venido agudizando cada vez con mayor preocupación para nuestros agricultores”.
Otra arista que se observa al resentirse la producción agrícola es que se deja de capturar el carbono atmosférico, que ocurre a través del proceso de fotosíntesis, lo que, por sí, no es una buena noticia para nuestro país.
Tenemos la esperanza que el uso de la tecnología de desalinización sea vista como una de las soluciones de mediano y largo plazo para contribuir a mitigar la escasez hídrica que afecta a nuestro ecosistema. “La tecnología de la desalinización está probada en todo el mundo hace casi 50 años”. La Política Hídrica Nacional habla de “aguas nuevas” y la Estrategia Regional de Innovación también, por lo que creemos que esta debe ser una alternativa a considerar, lo antes posible”.