Lo anterior, se complementa con la Plataforma Agrícola Satelital (PLAS), que corresponde a un sistema en línea donde es posible consultar el estado de desarrollo de cualquier cultivo ubicado entre las regiones de Coquimbo y Biobío.
La agricultura enfrenta un sinfín de desafíos, donde el cambio climático es una constante, además del hecho que el sector debe producir más alimentos, con la característica de frescos, nutritivos e inocuos. A ello se suma la menor disponibilidad de recursos hídricos y de tierra, siendo la tecnología e innovación la llave para encontrar la solución y así lograr un incremento productivo de menor impacto ambiental.
“Es por ello que en los últimos 10 años la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) ha apoyado un total de 162 iniciativas que entregan respuesta a los efectos del cambio climático, marcando tendencia desde cinco proyectos relacionados a la gestión de recursos hídricos, específicamente aquellos vinculados a la seguridad y tecnología con foco en la sustentabilidad”, dijo el director ejecutivo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Álvaro Eyzaguirre.
Tendencias tecnológicas
En primer lugar, existe la plataforma web ETo desarrollada por la Universidad de Talca. Esta herramienta que genera información detallada de la dinámica diaria de la evapotranspiración de referencia (ETo), dispone mapas continuos y dinámicos correspondiente a imágenes del satélite MODIS-TERRA (NASA) y la información climática de las estaciones de la Red Agrometeorológica Nacional (RAN).
Lo anterior, se complementa con la Plataforma Agrícola Satelital (PLAS), que corresponde a un sistema en línea donde es posible consultar el estado de desarrollo de cualquier cultivo ubicado entre las regiones de Coquimbo y Biobío. A partir de esta información es posible estimar de manera exacta – por primera vez en Chile – el consumo hídrico de los cultivos, entre estas regiones y, por tanto, de sus necesidades de riego.
En tanto, Captahydro, es una solución innovadora de monitoreo y control para mejorar la eficiencia en la distribución del agua a través de los canales de riego, utilizando equipos y software que permiten modernizar y digitalizar la gestión. La telemetría y automatización – que ya está en el mercado – de compuertas son una alternativa más económica para los productores que requieren disminuir sus costos.
Por otro lado, FIA apunta a contribuir al compromiso de Chile de ser carbono neutral en el año 2050. Si bien la agricultura sólo representa el 10,6% de emisión de gases del total país, la innovación permitiría tener más conocimiento hacia dónde debe avanzar el sector. Por ello, se realiza el primer balance de carbono en predios del sur de Chile con data y metodologías de las instituciones ejecutoras – INIA e INFOR – a fin de crear inventario que permitirá evaluar con certeza cuáles son los subsectores que requieren más modernización.
Una de los sistemas que ha dado bastante resultados y que permite evitar el daño de heladas y sol directo a los cultivos, es el uso de cobertores plásticos de baja densidad, entregando una ventilación favorable en la producción. Un caso ya fue aplicado en cerezos, específicamente en la región de Maule, a fin de hacer frente al cambio climático y mejorar calidad y valor agregado. La innovación, que desarrolló la empresa C. Abud & Cia, comprobó que esta fruta aumenta su calibre al usar dicha metodología.
Finalmente Christian Aravena, joven de 24 años, creó un sistema de riego automatizado, a través de robótica modular. La innovación, cuyo nombre es “Two Valve”, permite a los agricultores mecanizar los riegos de forma fácil, sencilla y sin intermediarios. Está pensado para las duras condiciones de la agricultura de la zona norte, como es la salinidad de la tierra y la alta radiación, más en estos tiempos.