Ante el déficit hídrico que amenaza las fuentes de riego en la producción agrícola, el Ministerio de Agricultura explora alternativas para ampliar la matriz de recursos hídricos.
Expertos nacionales e internacionales explicaron las ventajas y desafíos de la utilización del agua desalinizada en el sector agrícola, mientras que representantes de gremios y productores agrícolas expusieron distintas miradas sobre esta técnica y su aplicación en el agro.
Ante el déficit hídrico que amenaza las fuentes de riego en la producción agrícola, el Ministerio de Agricultura explora alternativas para ampliar la matriz de recursos hídricos, contexto en el que la desalación de agua de mar surge como una opción viable. Para analizar sus potencialidades, se realizó el seminario online “Desalación: la agricultura mirando al mar” en www.eficienciahidrica.cl, evento organizado por la Comisión Nacional de Riego (CNR), la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y la Fundación de Comunicaciones, Capacitación y Cultura del Agro (FUCOA), todos servicios del Minagri.
“Creemos que la búsqueda de nuevas fuentes de agua es fundamental para el sector agrícola. Una opción para nuestro país en esta materia, con más de 6 mil kilómetros de costa, es la desalación de agua de mar, así como otras medidas como la recuperación y reúso de aguas servidas. Estas soluciones se han implementado por el momento para el agua potable y la minería en la zona norte de nuestro país. Por ejemplo, con agua desalada se abastece al 85% de la población de Antofagasta y al 100% de la de Mejillones. Debido principalmente a sus altos costos, esta solución no se ha materializado para la agricultura, pero creemos que en un mediano plazo podría ser una alternativa”, señaló la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga.
Por su parte, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, explicó que “la Minería en Chile consume el 3% del agua a nivel nacional y está avanzando aceleradamente para reemplazar esa agua continental que ocupa hoy por agua desalada. Ya hay 15 plantas desaladoras operando en el sector minero y vamos a llegar a 26 en el año 2030, lo que permitirá liberar agua fresca para otros usos, como las comunidades y la agricultura. Una parte importante del costo de la impulsión del agua desde las plantas desaladoras en el mar hasta las faenas mineras es energía eléctrica. En la medida que ese costo de la electricidad baja, se hace más accesible el agua desalada para las faenas mineras. La Minería está construyendo plantas desaladoras de una escala muy grande, y las economías de escala en la desalación de agua son muy importantes. Por eso, en la medida que podamos encontrar usos combinados entre la minería, la agricultura y el consumo humano, podremos abaratar los costos coordinando los esfuerzos de los distintos sectores”.
Durante la actividad, tres expertos analizaron los alcances, impactos y desafíos de la desalación para la producción agrícola. El científico Pablo García-Chevesich desmitificó los impactos ambientales del proceso de desalación, mientras que el Dr. Domingo Zarzo, presidente de la red de desalación de España, presentó las soluciones de vanguardia que otros países están actualmente desarrollando. Finalmente, Damaris Orphanopulos, de Econnsa Chile, presentó la situación actual de la desalación en nuestro país.
“La situación hídrica es muy delicada. Si partimos de la información más reciente, el último balance hídrico que realizó el MOP con la Dirección Meteorológica de Chile señala que al mes de junio en la zona Centro Norte tenemos un déficit que llega al 90% en zonas como Atacama y Coquimbo. Entre Valparaíso y O’Higgins tenemos un déficit cercano al 65%, sin contar que son 12 años con un efecto acumulativo de sequía. Según los pronósticos de cambio climático al año 2050 o 2060, el actual escenario no se va a revertir. Por lo tanto, es muy importante tomar cartas en el asunto y hacerlo como una política de Estado”, explicó el secretario ejecutivo de la CNR, Federico Errázuriz.
Por su parte, Álvaro Eyzaguirre, director ejecutivo de FIA, comentó que frente a este escenario es fundamental que el país explore cómo acceder a nuevas fuentes de agua para asegurar el suministro para el consumo humano y actividades productivas. “El cambio climático llegó para quedarse y es algo que no solo afecta al norte y centro de Chile, sino que es un problema en el territorio completo. La desalación del agua de mar es una interesante alternativa que se presenta para hacer frente a la sequía, especialmente en el sector del agro, sin perjuicio de otras acciones”, explicó, añadiendo que Chile tiene condiciones inmejorables para ampliar el uso de esta tecnología, partiendo por una amplia costa, una geografía angosta que facilita el bombeo del agua hacia todos los rincones y cielos limpios que permiten operar en gran medida con energía solar.
El encuentro terminó con un conversatorio moderado por Patricia Vildósola, editora de la Revista del Campo de El Mercurio, en el que Cristián Allendes, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA); Ivo Radic, representante en Chile de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso (Aladyr); Loreto Manzano, gerente de Agrícola Tuqui; y Juan Manuel Roa, gerente de Agrícola El Jardín, expusieron distintas miradas, inquietudes y anhelos sobre la factibilidad de que el sector agrícola pueda acceder a agua desalada.
La directora ejecutiva de FUCOA, Francisca Martin, destacó que el seminario tuvo más de 2.500 espectadores online en el sitio web y más de 1.500 visualizaciones a través de redes sociales del Minagri, CNR, FIA y FUCOA. Asimismo, detalló que las presentaciones de las y los expositores estarán disponibles en www.eficienciahidrica.cl.