'Tenemos que lograr mejorar el consumo interno de productos lácteos, para lo que tenemos la campaña ‘Yo tomo, yo como' a través del apoyo directo de Promolac.
Marcos Winkler, nuevo presidente de Fedeleche, plantea que el desafío es llegar a 4 mil millones de litros, incentivar el consumo del producto local y exportar, bajo el paraguas de la marca sectorial Chile Milk. Ello se reflejará en un mejor precio a productor, aunque en un plazo de algunos años.
Aumentar la producción a los 4 mil millones de litros –hoy están en torno a los 2.400 millones, con un crecimiento del 4% anual– y elevar el consumo interno entre un 3% y un 5% anual para que el precio a productor sea acorde con la calidad de la leche chilena y, por lo mismo, se despegue de los valores internacionales, son los objetivos que se ha planteado Marcos Winkler para su gestión como presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche).
‘Tenemos que lograr mejorar el consumo interno de productos lácteos, para lo que tenemos la campaña ‘Yo tomo, yo como’ a través del apoyo directo de Promolac. A eso sumaremos un nuevo eslogan que podría llamarse ‘Chile compra local’, donde impulsemos a todos los chilenos…’ y agrega que en ese camino un avance es el lanzamiento de la marca Chile Milk como paraguas para el posicionamiento de la leche nacional en los mercados internacionales.
¿Buscar que se consuma local no es contradictorio con el desafío de posicionar la leche chilena en el mercado internacional, para lo que están lanzando la marca Chile Milk?
—Todo lo contrario, va absolutamente de la mano. Nuestro producto es de muy buena calidad a nivel internacional, es premium. El impulsar el comprar productos con leche local tiene relación con eso. Un producto premium, diferenciado, y queremos posicionarlo internamente —con el ‘Yo tomo, yo como’— y externamente con la marca sectorial Chile Milk, para que todo el mundo sepa que esta leche es premium, diferente, especial. Esto hace que el mercado se regule, porque vamos a sacar producto premium al extranjero, vamos a aumentar el consumo interno y con eso va a haber una mayor demanda, mejores precios pagados a productor y con eso va a haber un aumento en la producción nacional.
—Dentro de mis metas quisiera lograr que el aumento de la producción nacional sea sostenido y llegar a 4 mil millones de litros de producción. Eso es entre un 3% y un 5% de crecimiento permanente al año.
¿Cómo lo concretan, porque en la producción influyen factores como el clima y el agua?
—Esto tiene relación con el mercado. Si está funcionando y tiene precios pagados a productor que permiten que pueda hacer inversión, entonces va a crecer el número de hectáreas, la producción por vaca, va a mejorar las empastadas, va a poner riego o cultivos suplementarios que le mejoren la estacionalidad. Hay diversos factores, según la parte de Chile. Cada uno de ellos puede implementar medidas que permitan producir más, siempre al alero del bienestar animal y de las medidas agrícolas sustentables. Los buenos precios permiten al agricultor invertir.
—El precio de la leche depende de los precios internacionales. ¿Por qué va a mejorar el precio interno si afuera no está tan bueno?
—Porque nosotros no tenemos por qué depender del mercado internacional. Nosotros estamos dependiendo del consumo nacional. Exportamos productos premium y, por lo tanto, van con un valor agregado. Internamente, se produce un aumento de la demanda, por lo tanto, aumenta el precio.
¿Pero la demanda interna puede llegar a hacerse cargo de ese aumento?
—Hoy día, 2020-2021, subimos de 145 litros por persona de consumo al año a 155 y tenemos que seguirlo subiendo. Los países desarrollados consumen bastante más que eso. Y con esa demanda podemos aumentar nuestra producción.
—Lo importante no es exportar comodities… Tenemos que mejorar y sacar nuestro producto premium a los mercados que lo necesitan. Abastecernos internamente y sacar producto premium, con eso la demanda va a subir.
¿Qué hace tan especial o premium a la leche chilena?
—No producimos la misma leche que otros países, como Canadá o Estados Unidos. Tenemos una diferenciación en la calidad y eso se marca. Eso está dado por una composición química que es más favorable para la salud, como por ejemplo los ácidos linoleicos conjugados, como algún cierto tipo de vitaminas y minerales y tiene una composición mejor por la forma de producción nacional, respecto del resto del mundo. Chile Milk representa esta leche con mejores atributos, siendo mejor para la salud, siendo más rica y que es del 7% premium del mundo.
Proceso sin fecha
¿A qué plazo este proceso se va a reflejar en el precio al productor?
—Eso es muy difícil de responder, porque el proceso en general ha sido sistemático. No es algo que se genere de la noche a la mañana. Pero, hace un par de años la leche chilena estaba insípidamente colocada en el mundo y hoy ya todos los agregados comerciales de las oficinas de ProChile saben que existe una marca sectorial llamada Chile Milk y que Chile abastece proteína animal premium, además de fruta, salmones o vinos del país. Ha sido un proceso sistemático que tiene que seguir. Todavía nos falta mucho camino por recorrer.
—Este tipo de marcas sectoriales no son algo que se genere y se obtenga resultado en un año. Esto es lento. Llevamos tres años trabajando y nos quedan muchos años por delante. Pero así como tenemos otro tipo de productos chilenos premium que se colocan en el mundo, va a ocurrir lo mismo con la leche. No puedo vaticinar en qué minuto. Pero estamos sistemáticamente, mes a mes, trabajando para colocar la imagen de nuestra leche a nivel nacional y mundial.
¿El cooperativismo, del tipo que tiene Colun, es visto como un modelo a seguir?
—Creemos que las cooperativas son una herramienta que fue creada a nivel internacional para apoyar a los productores de materia prima, y nosotros somos parte de eso. Y nos impulsa no solo a producir, sino además a procesar el producto de forma de poder llegar al mercado. Es una herramienta creada para impulsar a los productores a procesar. Y como Federación creemos que así como tenemos que llegar a producir 4 mil millones de litros, también tenemos que procesar el 60% de esa leche, para darles un impulso a todos los productores, la familiar campesina, la mediana y la grande.
¿Significa que el productor verá los resultados de esto no antes de unos cinco años?
—Es muy difícil vaticinar un período de tiempo, porque son procesos lentos. Porque crear la cooperativa se demora. Consolidarla también se demora. Procesar se demora. Lo que es importantísimo es que sea un crecimiento sostenido. Que las cooperativas que ya se crearon avancen; que se creen las nuevas, que las que van a procesar procesen; que las que están procesando vendan. De forma que el proceso no se detenga. Entonces, va a depender en qué momento está cada cooperativa lo que se demoren los resultados. Nuestra labor como Federación es apoyar cada etapa para que nunca se detenga la generación de nuevas cooperativas y de nuevos emprendimientos.
—Entonces el productor está consciente de que no va a ser un Colun en el corto plazo…
—Los procesos son largos y siempre hay que pensar en procesos que tienen que traspasar a las generaciones.
Fuente: El Mercurio – Revista del Campo