Este año Copefrut no sólo compensó las emisiones del delivery de sus manzanas orgánicas, sino que quiso dar un paso más, iniciando el cálculo de las emisiones de todo el proceso productivo.
Por segundo año consecutivo Copefrut, obtuvo la certificación de carbono neutralidad para el delivery de sus manzanas orgánicas, renovando su compromiso con la acción climática y buscando ahora, conocer y gestionar la emisión del CO2 en la totalidad de la cadena productiva.
La huella de carbono nace como una medida para cuantificar y generar un indicador del impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático. Algunas empresas se han preocupado de medir y así poder compensar su consumo, pero en el mundo del agro no son muchas. Por segundo año consecutivo, Copefrut, con más de 65 años en el mercado de la producción y exportación de fruta fresca tradicional y orgánica, obtuvo la certificación de carbono neutralidad más reconocida a nivel internacional: CarbonNeutral® de Natural Capital Partners, por el delivery de sus manzanas orgánicas a los mercados de EE. UU. y Europa, demostrando su liderazgo en materia ambiental. El resultado de la medición del transporte marítimo y terrestre de las 3.885 toneladas exportadas equivale a la carga completa de más de 120 millones de celulares o más de 500.000 litros de gasolina consumida.
Una vez estimado el impacto, se realizó la compensación mediante la compra de bonos de carbono, correspondientes a los siguientes proyectos: la protección y conservación de la Selva Amazónica en Brasil, un parque eólico ubicado en Chile y una cartera global de diversos proyectos de energías renovables vitales para contribuir a reducir los gases de efecto invernadero.
Pero este año, Copefrut no sólo compensó las emisiones del delivery de sus manzanas orgánicas, sino que quiso dar un paso más, iniciando el cálculo de las emisiones de todo el proceso productivo, desde los campos al transporte, pasando por la operación en sus plantas. “La gestión de la huella de carbono a través de toda la cadena de suministro es el siguiente paso para empresas avanzadas que comprenden que el impacto de sus proveedores puede representar entre el 60 y 80% de la huella de carbono empresarial”, aclaran en Carboneutral, empresa pionera en Latinoamérica en el desarrollo de estrategias de cambio climático. Para esto, Copefrut ha trabajado colaborativamente con varios productores que se unieron a esta iniciativa.
Eduardo Holzapfel, subgerente de Orgánicos de Copefrut explica que “Estamos insertos en un mundo globalizado y muchos de los productores con los que trabajamos tenían ciertas inquietudes respecto al impacto medioambiental, entendiendo que a los mercados a los que vamos son principalmente Europa y Estados Unidos, donde hay bastante más restricciones, por lo que era un camino lógico avanzar hacia nuevas certificaciones y una agricultura cada vez más sustentable, lo cual es un pilar fundamental para la compañía”.
En ese sentido, Pilar Browne Salas, productora de Agrícola Maquihuano Ltda. comenta; “Crecimos creyendo que el agro alimentaba a la humanidad y a la vez consumía dióxido de carbono con nuestras siembras y plantaciones, pero no nos hemos dado cuenta de que asociado a cada alimento hay una red de emisiones de carbono que debemos considerar y neutralizar. Es un gran paso, esperanzador, que empresas como Copefrut hagan este tipo de iniciativas y tengan la disponibilidad de enseñarnos a los productores sus resultados e investigaciones”
Eduardo Holzapfel destaca también que no se trata sólo de gastar energía para luego compensar su uso, sino que el reto es saber dónde se encuentran los mayores impactos. “Queremos realizar un diagnóstico para ir trabajando no sólo en la compensación, sino también en la reducción, lo cual sólo se puede lograr si conocemos las emisiones de toda la cadena, permitiendo trascender y difundirlo al resto de la organización”, explica Holzapfel.
Esta rectificación y diagnóstico inicial de las emisiones en la cadena completa, son parte de una estrategia integral de sostenibilidad que la empresa viene desarrollando desde hace varios años, donde además se encuentran acciones de eficiencia energética y la creación del Índice de Reciclabilidad de los Materiales, desafíos que buscan contribuir responsablemente a los acuerdos de Kyoto, Paris y la Cumbre sobre Acción Climática del 2019.
Copefrut invita a más empresas de la industria a sumarse a este cambio, porque creen fehacientemente que el futuro del agro depende de los esfuerzos que se realicen hoy. “Debemos alinearnos a una mirada responsable sobre cómo hacemos las cosas y hacia dónde vamos. Medir nuestro impacto y conocer nuestras debilidades es el primer gran paso para la mejora sostenible de la industria frutícola en general”, finaliza Holzapfel.