Experiencia previa de Space AG con arándanos ha demostrado que la incorporación de esta tecnología puede aportar entre 1,3% y 14% por hectárea al margen de contribución.
La iniciativa de I&D, dirigida a la cadena agroexportadora de la Región de Coquimbo, es desarrollada en el marco del programa Red de Asistencia Digital Fortalece Pyme de Corfo.
El alza del dólar y de los costos de los insumos internacionales, junto con una menor disponibilidad de trabajadores, ha estrechado los márgenes en la agricultura, rubro que, además, se ha visto enfrentado al cambio climático y la sequía que está afectando al país hace ya más de 10 años.
Este escenario está forzando a las empresas agrícolas a buscar distintas alternativas para aumentar su eficiencia y productividad, siendo la incorporación de tecnología una de las medidas más efectivas.
En este contexto, la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile AG (ASOEX) está liderando la ejecución de un proyecto piloto para digitalizar el conteo de uva de mesa en la Región de Coquimbo. Una iniciativa que cuenta con la participación de empresas agrícolas proveedoras de Subsole, la Universidad Católica del Norte (UCN), y Space AG, un startup latinoamericano dedicada al desarrollo de soluciones basadas en inteligencia artificial que maximizan los rendimientos de los cultivos y optimizan el uso de recursos críticos como el agua, fertilizantes y pesticidas.
“La tecnología es el camino a seguir para impactar positivamente en la cadena completa de valor del sector agrícola, y en especial de la fruta, que está pasando por un escenario complejo, con márgenes muy estrechos”, comenta Cristian Sotomayor, Gerente del Programa, quien destaca que esta iniciativa tiene muy buenas perspectivas y posibilidades de ser replicada en otras regiones del país y con distintos tipos de fruta de exportación.
Más datos y mayor precisión
Este proyecto busca digitalizar el conteo de uva de mesa a través de la Inteligencia Artificial y mediante el uso de fotos y videos georreferenciales. La tecnología se sustenta en una aplicación llamada Raptor Fruit que digitaliza el proceso de recolección de datos en el campo, reemplazando el lápiz y papel.
Entre los objetivos del piloto están desarrollar una metodología replicable para contar los diferentes estadios; recolectar grandes cantidades de información en poco tiempo; simplificar el proceso de conteo reduciendo el uso de mano de obra; y aumentar el porcentaje de precisión en las proyecciones de cosecha.
“La digitalización de las labores del campo va a ser un atributo diferenciador y competitivo de las compañías agrícolas con vocación exportadora y la disrupción tecnológica en la producción de alimentos es el paso que tenemos que dar hacia una agricultura más eficiente y sustentable.”, dice Paula del Valle, country manager de Space AG en Chile, quien revela que esta tecnología ya ha sido utilizada exitosamente en otros países de la región, por lo que confía en el éxito de este proyecto, que tiene el potencial de ser escalable y replicable para otro tipo de cultivos, como arándanos, paltos y otras frutas.
La experiencia previa de esta tecnología con arándanos ha sido exitosa. Según la información procesada por el laboratorio de Space AG a partir de trabajos realizado en terreno con un cliente, las pérdidas al no usar este sistema podrían variar desde los US$ 600 a los US$ 10.000 por hectárea, dependiendo de diversos factores. Y han comprobado que, gracias a la digitalización del proceso de conteo, los márgenes de contribución en el cultivo de los arándanos pueden variar desde 1.3% a 14% por hectárea. Para las uvas, se esperan resultados similares.
Space AG fue elegida el 2020 como una de las diez mejores startups del rubro en América Latina y ya cuenta con 30 grandes empresas exportadoras como clientes -entre ellas Driscoll’s, Mission, Hortifrut, Beta y Sunfruits-, lo que se traduce en más de 1.000 usuarios de sus desarrollos tecnológico en Perú, Chile, Costa Rica, Colombia, México y República Dominicana.
Predecir, planificar y optimizar
Leonardo Corral, líder del proyecto que se desarrolla con productores agrícolas del Valle del Limarí, asegura que la tecnología está adquiriendo un rol cada vez más relevante, sobre todo en la toma de decisiones para una adecuada planificación y retroalimentación del proceso productivo.
“Decidimos participar en este proyecto a raíz de que sentíamos una necesidad de mejorar nuestra gestión técnica, cuantificando nuestros parámetros productivos. Esperamos que con los datos obtenidos podamos planificar de mejor forma nuestras labores y hacer mejor uso de nuestros recursos, especialmente del agua”.
Este proyecto, que es financiado por Corfo y que tiene una duración de un año ampliable a tres, busca promover la transformación digital en el sector frutícola chileno para enfrentar los desafíos del sector en el ámbito de calidad, agua, uso de recursos e implementación de los mejores estándares productivos.