Esta cooperativa asocia a quienes participan asociándose para mejorar las condiciones de venta, quienes compran la uva a un precio determinado y luego la venden a un precio algo mayor.
El proyecto iniciado hace cuatro temporadas con la venta asociada de la uva, necesita un importante apoyo agronómico y comercial en su desarrollo, buscando mejorar las condiciones sociales y económicas de los agricultores.
Profesionales de la Facultad de Agronomía y de la Escuela de Administración y Negocios de la UdeC, se encuentran trabajando en el levantamiento de datos para asistir a productores vitivinícolas del Valle del Itata que han conformado una cooperativa de segundo orden, que lleva trabajando en forma asociada 4 temporadas. Fernando Bórquez Lagos, profesor emérito de la Universidad de Concepción, es quien coordina el equipo que desde enero de 2022 se encuentra trabajando y definiendo el plan de acción junto con dirigentes de cooperativas.
“Esta idea nació cuando estaba de SEREMI de Agricultura del Bio Bío, y vimos que la situación era verdaderamente difícil para los viñateros, se habían formado algunas cooperativas, que no tenían mucho volumen y tenían dificultades para negociar y lograr buenos precios de venta de la uva. Es un mercado difícil, donde hay grandes viñas que fijan las condiciones, con muchos intermediarios, precios que también están influidos por el mercado internacional”, explicó el académico Fernando Bórquez. La asociatividad ha permitido importantes logros de esta cooperativa de productores, quienes necesitan apoyo para proyectarse en el mediano y largo plazo.
“En el fondo esta cooperativa asocia a algunas pequeñas cooperativas que quisieron participar asociándose para mejorar las condiciones de venta de su producción, que generalmente se hace a través de un intermediario, quienes compran la uva a un precio determinado y luego la venden a un precio algo mayor. Ese es su negocio, y la viña ya ha acordado con él un cierto precio, a eso se agrega que se les paga muchas veces con documentos a fecha, donde algunos terminan no recibiendo su dinero. A partir de la vendimia del 2019 con esta naciente asociatividad, es que siete agrupaciones vendieron en conjunto en ese momento 6,5 millones de kilos de uva, lo que significó qué toda estos viticultores tuvieran un precio final 20 a 30% mayor al precio que se estaba comprando en el Valle Itata y a los 15 días tenían depositada su plata”, explicó el académico.
De acuerdo a lo manifestado por el profesor Fernando Bórquez, el trabajo que se viene desarrollando desde el 2019 a la fecha, ha significado que la venta asociativa de uva se ha incrementado al doble, hasta unos 12 millones de kilos de uva, que representan aproximadamente el 20% de la producción del Valle de Itata, beneficiando a cerca de 1.300 pequeños agricultores, quienes han logrado mejores precios y recibido el pago a las dos semanas. Sumado a ello, se ha avanzado mucho en la elaboración y venta de vino a granel que ha pasado de 450.000 a 1,5 millones de litros. En todo este proceso ha sido muy importante el apoyo de INDAP, tanto en lo financiero como en lo tecnológico-técnico.
El avance y proyección sostenible de esta cooperativa requiere de mucho apoyo profesional en capacitación, modelos de negocios, elaboración y comercialización de productos. En estos y otros aspectos, están trabajando los agricultores, académicos y profesionales de la Universidad de Concepción que conocen de la materia desde el punto de vista agronómico y desde la óptica de factibilidad empresarial. “Como Universidad de Concepción, comprometida con el desarrollo regional, tenemos un compromiso social que debemos cumplir, y qué mejor forma de hacerlo que mediante esta idea en la que ya hemos avanzado bastante beneficiando a muchos pequeños agricultores”, puntualizó Fernando Bórquez.