Los desafíos climáticos y escasez hídrica no sólo azotan a Chile, sino que constituyen una situación de emergencia que está abarcando a relevantes zonas del mundo.
El Gobierno trasandino autorizó la comercialización del primer trigo HB4, desarrollado por la empresa de biotecnología agrícola Bioceres, cuya principal característica es ser resistente a la sequía.
Esta autorización permitirá comercializar la semilla y los productos y subproductos derivados de este cereal en el mercado local. Todo lo anterior se suma las aprobaciones recientes para su uso en la producción de alimentos en Australia y Nueva Zelanda, además de la autorización de Brasil para producir harina con este trigo transgénico.
Los desafíos climáticos y escasez hídrica no sólo azotan a Chile, sino que constituyen una situación de emergencia que está abarcando a relevantes zonas del mundo. En la línea de afrontar esta realidad, desde hace 18 años el trabajo que desarrolla la empresa biotecnológica argentina Bioceres está dando resultados con una variedad de trigo transgénico tolerante a la sequía (trigo HB4) aprobado esta semana para su comercialización sin restricciones en el país vecino. Este desarrollo 100% argentino, es producto de una colaboración público-privada junto al grupo de investigación del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (CONICET-UNL) liderado por la Dra. Raquel Chan, responsable del estudio aplicado que da lugar a este importante desarrollo.
“La autoridad local autorizó la comercialización de la semilla, y a los productos y subproductos derivados de ésta” señaló el comunicado emitido a nivel oficial. «Se podrán comercializar variedades de trigo con el evento con posterioridad a su correspondiente registro en el Instituto Nacional de Semillas, INASE, organismo que regula la comercialización de semillas” agrega.
Desde Chile
Desde Chile se mira con atención al desarrollo que está alcanzando el país trasandino en estas materias. “Tenemos que estar atentos a esta noticias porque se trata un tremendo aporte al desafío de la seguridad alimentaria, un problema que además de incrementarse por el cambio climático hoy está más vigente que nunca como una de las grandes consecuencias de la pandemia y la guerra en Ucrania”, comenta Miguel Ángel Sánchez, doctor en Ciencias Biológicas y director ejecutivo de ChileBIO.
“Pero no sólo el ejemplo de Argentina es relevante; en Australia se está autorizando el uso de este trigo transgénico para su uso en la industria alimentaria. También hay que recordar que a principios de este año el gobierno de Brasil emitió una resolución a favor de esta nueva tecnología. En ese sentido, avaló el trigo HB4 para la producción de harina”, agregó.
Cómo es el nuevo trigo
Una de las principales características de las variedades de este trigo HB4 es que tiene incorporado un gen del girasol que incrementa la tolerancia a condiciones de sequía, reduciendo las pérdidas de rendimiento frente al déficit hídrico como el que ocurre actualmente. Desde Bioceres sostienen que la aprobación en Australia, Nueva Zelanda, Brasil y Colombia confirma lo que estudios preliminares habían dictado: el trigo HB4 es seguro para el medio ambiente y para la salud humana y animal.
Esta tecnología es cada vez más necesaria y solicitada por el mundo. En un contexto en el que los efectos adversos del cambio climático son cada vez más frecuentes, se están requiriendo soluciones urgentes y concretas provenientes de la ciencia.
“No sólo Argentina está en el camino del desarrollo de trigo tolerante a la sequía: Egipto está desarrollando su propio grano para adaptarse a suelo salino; Bélgica aprobó realizar estudios de campo en esta misma área y China por su parte, aprobó la incorporación de una soja transgénica tolerante a la sequía, todos con el mismo afán: aportar a la seguridad alimentaria. Nuestro país debería seguir este ejemplo y no quedarse atrás mirando con escepticismo la seguridad y el aporte que pueden aportar estas herramientas biotecnológicas”, concluye Miguel Ángel Sánchez.