La variedad “Zorzal INIA”, poroto tipo tórtola, destaca por su alto nivel nutricional para el consumidor y por su menor tiempo de crecimiento en el campo.
Se estima que cada persona en el país come 1,8 kilogramos al año, entre variedades nacionales y extranjeras. De las nacionales, la gran mayoría corresponde a la variedad “Zorzal INIA”, poroto tipo tórtola generado en 2018 por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
“Más del 85 % de los productores nacionales siembran la variedad Zorzal INIA, poroto tipo tórtola que se consolida, como el más consumido en las mesas chilenas”, indicó Kianyon Tay, encargado del programa de mejoramiento genético de leguminosas de grano de INIA, única entidad generadora de variedades de legumbres en el país.
Entre las características nutricionales de esta variedad de poroto, el investigador sostuvo que se caracteriza por sus altos contenidos de fierro y zinc (85,7 y 31,3 mg/kg, respectivamente), y de proteína (por sobre el 25 %) alcanzando los mismos estándares que los porotos considerados biofortificados por organismos internacionales como el Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT.
Tay agregó que los porotos, al igual que todas las legumbres, cumplen un rol destacado en la nutrición humana, ya que “reducen el índice glucémico, son fuente importante de fibra dietética y no contienen gluten, por lo que son un alimento adecuado para celíacos”. El especialista de INIA Quilamapu enfatizó que también son ricos en minerales como el magnesio, potasio y fósforo (además de fierro y zinc) y en vitaminas del grupo B, ácido fólico, entre otros, y que “su consumo aumenta la producción de serotonina conocida como la hormona de la felicidad”.
Menor consumo de agua en la siembra
Desde el punto de vista agrícola, el ingeniero agrónomo Kianyon Tay dijo que la variedad Zorzal INIA resulta muy atractiva para agricultores y agricultoras, toda vez que tiene un ciclo de desarrollo que va de 100 a 105 días (desde la siembra a cosecha) comparado con los 120 días de las variedades antiguas, lo que se traduce en uno o dos riego menos por temporada. Explicó que dos riegos menos equivalen a 40 mil litros de agua por hectárea, volumen que se estaría ahorrando especialmente en enero y febrero, meses en los que hay menos disponibilidad hídrica. “Ese par de riegos menos son estratégicos y pueden hacer la diferencia entre una buena o mala cosecha, en especial si consideramos que solo entre un 15 a 20 % de los productores usan riegos tecnificados (de mayor eficiencia) mientras que la gran mayoría corresponde a la agricultura familiar campesina que usa riego tendido (o inundación) en superficies que no exceden las tres a cuatro hectáreas”, sentenció el investigador.
El especialista en legumbres detalló que Zorzal INIA destaca por su alto potencial de rendimiento, y que algunos productores han llegado a sobrepasar los 4.500 kilos por hectárea, muy por sobre el promedio nacional que llega entre 1.600 y 1.700 kilos por hectárea. Aclaró que el potencial de rendimiento se alcanza “si se hacen bien las cosas en el campo, lo que implica contar con el agua necesaria, sembrar en la fecha oportuna, fertilizar de buena manera y realizar un buen control de malezas”.
Finalmente, el único especialista en generar variedades de porotos en Chile, señaló que el INIA, en sus 58 años de historia, ha contribuido a la alimentación nacional mediante con la creación de 56 variedades de leguminosas de grano entre garbanzos, lentejas, porotos verdes, porotos granados, haba, arveja, chícharos, porotos pallar y poroto común.