Un claro ejemplo se vive en la Región de Coquimbo, principal zona pisquera de Chile, donde se usan tecnologías de información y sensores proximales de suelo.
A la fecha, se han implementado 53 unidades piloto de gestión del riego basado en el uso de sensores de suelo (sondas de capacitancia), permitiendo reducir los volúmenes de agua entre un 20 a 40%.
La escasez de agua es uno de los principales problemas de la agronomía moderna, afectando diversas zonas productivas, lo cual constantemente lleva a los productores a buscar nuevas alternativas en el uso sustentable de los recursos. Un claro ejemplo se vive en la Región de Coquimbo, principal zona pisquera de Chile, donde se usan tecnologías de información y sensores proximales de suelo para el desarrollo de estrategias que permitirían, tras su correcta implementación, lograr un menor consumo para adaptarse a la escasez de agua.
La innovación, primera del país, consiste en un gestor colectivo online para la digitalización de la programación y control del riego y fertilización basado en la IoT permitiendo definir claramente el tiempo y frecuencia de riego por los productores. El proyecto está dirigido a agricultores con superficies menores a 5 ha asociados a la cooperativa CAPEL. Para lograrlo, miembros del equipo de UCHILECREA y de dicha organización, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, han implementado 53 unidades piloto de gestión del riego basado en el uso de sensores de suelo (sondas de capacitancia), permitiendo reducir los volúmenes de agua entre un 20 a 40%.
El coordinador del proyecto, Rodrigo Callejas, destacó que “lo que no se mide y registra no existe, y para enfrentar el cambio climático es fundamental ser extremadamente cuidadoso en la administración del recurso hídrico y es aquí donde la tecnología juega un rol central. Los productores reconocen los riesgos de la sequía, por lo que en temas de riego están dispuestos a aprender e incorporar las nuevas tecnologías para enfrentar la problemática. Por este motivo, estamos programando la primera plataforma de trabajo colectivo de una cooperativa, con el objetivo de fortalecer el conocimiento y manejos de las vides pisqueras a través del trabajo mancomunado de técnicos y productores. Es una zona con graves limitaciones del recurso hídrico y gran parte de las herramientas apuntan a la optimización del uso del agua de riego y la autocapacitación de los productores”.
La innovación en cuestión se encuentra en desarrollo y comenzará involucrando a 100 agricultores teniendo como meta incrementar constantemente el número de usuarios de la plataforma hasta alcanzar un potencial de 400 productores entre los valles de Limarí y Choapa.
En esa línea, la directora ejecutiva de FIA comentó que “el trabajo de pequeños productores y asociados es un ejemplo de organización y trabajo colaborativo donde los agricultores han dado paso a la innovación y el uso de tecnologías de información puestas al servicio de mejorar el potencial productivo de la región dando mejor gestión al recurso hídrico. A través de este sistema los usuarios obtendrán capacitación y ayuda en línea, disminuyendo la desigualdad en el acceso a la información, transformándose en autogestores del riego, sin la necesidad de depender de terceros, beneficiando a más 2.000 ha de parrones”.
Cooperativismo y cuidado del recurso hídrico
Finalmente, es importante considerar que el proyecto se sustenta en el cooperativismo y el uso de la información generada por un gran número de productores. Entre estos destaca un grupo que utiliza la tecnología y hace un uso racional y eficiente del agua de riego, lo que permite obtener parámetros de manejo del riego que se pueden extrapolar a los campos de productores cercanos. “Quienes no disponen de los dispositivos se agrupan en torno a un usuario con acceso a estos, conformando conglomerados o clusters de manejo. El líder del cluster, apoyado por el equipo técnico de la cooperativa, genera la información que permitirá entregar recomendaciones de riego a los cooperados agrupados”, agregó Callejas.