Cecinas Llanquihue y BioElements se unen para poder lanzar al mercado envases biodegradables, idea que surge en 2022 cuando ambas empresas hacen match en la red Endeavor Patagonia.
La búsqueda de una mirada estratégica con objetivos orientados hacia la sostenibilidad, fue el factor gatillante a través del cual Cecinas Llanquihue y BioElements se unen para poder lanzar al mercado envases biodegradables, idea que surge en 2022 cuando ambas empresas hacen match en la red Endeavor Patagonia.
En ese entonces, se vio que existían muchas sinergias para el desarrollo de esta Bio-tecnología para el contacto directo con alimentos cárnicos. De esta forma, BioElements presenta una innovación que radica en el uso de resinas del tipo “BioE-8” que son la base de todos sus productos. Así, el valor para Cecinas Llanquihue es que estos empaques logran biodegradarse en cualquier condición medioambiental -incluido el compostaje, vertederos, medio ambiente y ambiente marino- en un promedio de tiempo de entre tres y veinte meses.
Para el gerente general de Cecinas Llanquihue, Javier Gallardo, esta iniciativa tiene muchísima relevancia en la industria ya que “hoy en día los plásticos son una fuente contaminante y -como sabemos- la degradación se demora muchísimos años. Por este motivo, queremos ser pioneros y primeros en Chile en desarrollar empaques que sean realmente biodegradables como lo son los que desarrolla BioElements”. Agrega que los consumidores son cada vez más conscientes del impacto que generan las empresas en el medio ambiente y por tanto “son cada vez más exigentes a la hora de elegir las marcas, en donde prefieren aquellas que hacen acciones y transforman sus negocios con una mirada sustentable y de generar menos impacto en su entorno”.
Respecto a BioElements, esta empresa llegó a revolucionar el mercado de empaques a partir de 2014 para ser una alternativa sustentable al plástico convencional. Ignacio Parada da Fonseca, CEO y cofundador de Bioelements afirma que, “la búsqueda de la rentabilidad financiera debe ir de la mano con un impacto consciente en la dimensión social, económica y ambiental. Es un camino necesario, ineludible y beneficioso para todos”.