A mediados de mayo comenzó, en la región de Los Lagos, la exportación de semilla de papa certificada, con un primer envío a Guatemala y los primeros envíos al mercado de Brasil.
“Estamos en una zona que es privilegiada y que tiene un potencial tremendo que no lo tienen los demás países de Latinoamérica y que tienen muy pocos países en el mundo para producir semilla de papa. La región de Los Lagos es una zona productora de semillas para el resto de Chile y Latinoamérica. En ese aspecto, es clave preservar la sanidad del suelo que es la base para el desarrollo de este cultivo, promover e insistir en el uso de semilla legal, y cuidar la relación que existe entre productores y el SAG para trabajar de manera colaborativa en los desafíos que implica garantizar a mercados de destino el cumplimiento de los requisitos que hacen posible la exportación”, destacó Fabiola Barredo.
“Pilar fundamental para concretar estas exportaciones en Latinoamérica es el sistema de certificación del SAG que va de la mano con las acciones de vigilancia en cultivos de papa y con las medidas de control y fiscalización que forman parte del Programa Nacional de Sanidad de la Papa, cuyo foco es conocer el universo de productores, controlar el uso legal de semilla, velar y exigir el cumplimiento de las regulaciones existentes para proteger la zona libre de plagas cuarentenarias de la papa”, agregó Barredo.
Por su parte, Rodrigo Cea, Gerente General de Semillas SZ, sostuvo que la temporada de exportación de semilla de papa comprende los meses de junio y julio, período donde Semillas SZ proyecta despachar 350 toneladas de la variedad Asterix al mercado de Brasil. El profesional anunció, además, que “este año se abre una oportunidad para exportar este producto al mercado de Uruguay, de tal manera que también durante el mes de junio, Semillas SZ concretará el despacho de las primeras 100 toneladas de semilla de papa (variedad Memphis y Red Scarlett) a ese mercado, resultado de muchos años de trabajo para homologar los protocolos técnicos y sanitarios entre ambos países”.
CEA fue enfático en destacar las ventajas competitivas que tiene el país en este rubro y en vislumbrar un mejor escenario, a corto plazo, lo cual estaría gatillado por algunos inconvenientes que afectan a productores de semilla de papa en Europa, quienes abastecen gran parte de la demanda mundial. “Este panorama auspicioso que se prevé para productores nacionales de semilla de papa es posible en la medida que las instituciones funcionen, tengamos suelos limpios y se mantenga la condición de área libre de plagas cuarentenarias de la papa que nos da garantías a todos para poder exportar”, subrayó.
El gerente general de Semillas SZ agregó que el uso de semilla certificada beneficia a toda la agricultura porque los rendimientos que se obtienen son mucho más altos. “Para el caso de la pequeña agricultura por supuesto que también porque tiene que ver con la condición especial que es la protección del suelo. Una semilla que está fiscalizada por el SAG le da garantías a un pequeño productor de que su suelo, que es su principal activo, no se va a contaminar y de esta forma puede seguir proyectando su negocio en el tiempo. Por lo tanto, el uso de semilla certificada, por sobre el uso de semilla corriente o de semilla de uso propio, o de la semilla intercambiada entre productores, tiene mucha más validez desde el punto de vista productivo y de la sanidad para el recurso suelo”, argumentó.
Cabe indicar que la región de Los Lagos es la principal productora de semilla de papa del país, con una superficie aproximada de 1.200 hectáreas de semilla certificada (88% de la superficie nacional). Existen varias empresas dedicadas a la certificación de semilla de papa, que abastecen la demanda nacional de semilla y 2 de éstas producen con destino a la exportación, principalmente a Latinoamérica, destacando Brasil, seguido de Guatemala y Uruguay.