Pionera metodología permite analizar en detalle cómo nuestro cerebro metaboliza los ácidos grasos de origen vegetal.
Chile se consolida como un referente global en la investigación y producción de Omega-3, gracias a la búsqueda que realizan científicos nacionales en colaboración con un renombrado equipo de expertos pertenecientes a la Universidad de Toronto, Canadá. Este hito promete revolucionar nuestra comprensión sobre el metabolismo de los lípidos en el cerebro, y lograr grandes avances en nuestra comprensión de la ciencia en el ámbito de los ácidos grasos esenciales.
Para ello, los científicos utilizaron análisis de isótopos de compuestos específicos (CSIA), una técnica nunca antes aplicada en lípidos. Esta técnica permite identificar con precisión el metabolismo de ácidos grasos Omega-3 ALA/EPA/DHA.
A través de CSIA, los científicos pueden obtener información valiosa acerca del origen de un lípido y su transformación a lo largo de distintos procesos como ser la digestión, por ejemplo. Gracias a esta técnica vanguardista, será posible evidenciar cómo el consumo de ácido graso alfa-linolénico, Omega-3 de origen vegetal que puede encontrarse en la chía, es suficiente para cubrir los requerimientos totales de DHA del cerebro, y por lo tanto contribuir a la salud cerebral y funciones neurológicas.
El importante rol de Chile
Chile se posiciona como un líder mundial en la fabricación de Omega-3 de calidad. En Arica, Golden Omega y Benexia son actores de clase mundial en lo que respecta a la producción de Omega-3 de origen animal, pescado; y vegetal, de chía. Está científicamente comprobado que el aceite de chía es la mayor fuente de Omega-3 ALA disponible en el mundo vegetal,
Para Sandra Gillot, Fundadora y CEO de Benexia, empresa chilena, líder mundial en la producción y procesamiento de ingredientes a base de chía, “es clave ofrecer opciones de fuentes de ácidos grasos omega-3 que, además de ser nutritivas y fáciles de integrar a la dieta diaria, sean también sostenibles en su producción, contribuyendo a la reducción de emisiones de carbono y agua, minimizando en forma natural nuestro impacto en el planeta”.
La compañía nacional Benexia, ha apostado por una filosofía de sustentabilidad integrada: regando sus cultivos solo con agua de lluvias y aplicando la agricultura regenerativa, como ser barreras naturales que permiten cuidar la biodiversidad alrededor del cultivo. Además, sus prácticas de cero labranza mantienen la humedad, nutrientes y fertilidad de los suelos, minimizando la erosión de aguas y tierras, así como también las emisiones de CO2, fomentando al fortalecimiento natural de las comunidades agrícolas.