La especie constituye una mejora genética más resiliente al cambio climático y con mayor potencial productivo.
La notable capacidad del roble para adaptarse a diversas condiciones, y el crecimiento y calidad de la madera del raulí, son la mezcla perfecta que busca el proyecto “Generación de una nueva opción de forestación utilizando híbridos de roble-raulí como alternativa de alta productividad y adaptación sustentable frente a escenarios de cambio climático”, apoyado por la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria) y financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Los Ríos y su Consejo Regional.
Los avances del proyecto Gloni, como se denomina al desarrollo de un árbol híbrido que combina las mejores características de dos especies arbóreas con el fin de un resultado específico, se presentaron -tras diez años de trabajo- en un seminario y visitas técnicas a terreno. Las actividades fueron lideradas por un equipo de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile, con la colaboración de la Cooperativa de Mejoramiento Genético, diversas empresas y socios involucrados en la iniciativa.
Híbrido de roble-raulí
El equipo de la UACh a cargo de la generación de híbridos raulí-roble ha sido liderado por el Dr. Fernando Droppelmann, académico del Instituto de Bosques y Sociedad de esta casa de estudios. El académico se refirió a la importancia del apoyo a un proyecto de investigación a largo plazo de esta envergadura, añadiendo que la base para estos estudios es la experiencia previa en propagación de pino radiata y eucalipto, además de un proyecto Fondef de propagación de raulí.
Explicó que lo que se busca con esta hibridación es combinar en un árbol los mejores atributos de las especies roble y raulí. En este caso, se refirió a la alta adaptabilidad del roble, presente en el valle central, a distintas condiciones. En cuanto al raulí -de distribución más restringida- destacó su crecimiento y las excelentes propiedades de la madera, debido a su aplicabilidad y proyección industrial.
Por otra parte, el representante regional de FIA en Los Ríos y Los Lagos, Patricio Cantos, destacó el compromiso que tiene la fundación para fortalecer la competitividad y la sostenibilidad del sector agroalimentario y forestal, potenciando oportunidades para pequeños y medianos productores, clave en los procesos de transformación.
“Para FIA es un orgullo apoyar iniciativas de mejoramiento genético que combinan ciencia, tecnología y colaboración público-privada para impulsar el desarrollo sostenible del sector forestal en nuestro país. Estos avances representan un gran paso hacia una producción más resiliente y adaptada a los desafíos del cambio climático”, según dijo.
Una oportunidad para la innovación forestal
El decano de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Dr. Óscar Thiers, recalcó la importancia de explorar las oportunidades que las tecnologías avanzadas ofrecen para revolucionar la generación de variedades de especies forestales, tanto nativas como exóticas, y promover el desarrollo sostenible en nuestras comunidades y regiones.
“Las pequeñas y medianas empresas agroforestales cumplen un rol esencial como motores de producción, generación de empleo y adopción de innovaciones tecnológicas. En este marco, el mejoramiento genético forestal, fruto de años de dedicación e investigación, adquiere una relevancia especial”.
Experiencia exitosa
Claudio Herrera, del vivero Agromén y socio de ambos programas donde se han desarrollado las especies híbridas, manifestó que esta experiencia es «buena porque es una curva de aprendizaje. No tenemos las capacidades económicas o el tiempo para tener profesionales dedicadas a la investigación, pero sí somos buenos en producción y masificación. Nos interesa tener la posibilidad de contar con material genético que puedan llevar a sus campos”, expresó.
Desde el vivero Piedra del Águila, Mauricio Leonelli reflexiona sobre la complejidad del sector forestal actual y la importancia de contar con innovaciones que les permitan proyectarse. En cuanto a los híbridos roble-raulí, comentó que los produce hace aproximadamente 10 años y que es una de las especies nativas que más vende. “El hecho de haber trabajado en el proyecto nos dio la posibilidad de tener plantas, puesto que no ha habido semillas prácticamente en los últimos 10 años”, enfatizó.
La actividad continuó en el Centro de Desarrollo Genético y Propagación de Especies Nativas, donde se observó el desarrollo clonal de raulí y de híbridos de raulí-roble. En terreno, se visitó el ensayo y plantación de Gloni en un sector de San José de la Mariquina, mientras que ensayos clonales de híbridos de roble-raulí se visitaron en los alrededores de Lanco.