Prendas terminadas y trazabilidad desde el origen son las novedades en quinta versión de la iniciativa impulsada por Indap, Tiendas Paris y Fundación Ona. (Mundo Agropecuario). Con un innovador hilado...
Prendas terminadas y trazabilidad desde el origen son las novedades en quinta versión de la iniciativa impulsada por Indap, Tiendas Paris y Fundación Ona. (Mundo Agropecuario).
Con un innovador hilado de llama, alpaca y oveja, mujeres de 24 localidades de las regiones de Antofagasta, Valparaíso y Los Ríos tejieron a palillo 1.300 artículos de vestir.
Un centenar de artesanas de 24 localidades rurales de las regiones de Antofagasta, Valparaíso y Los Ríos dieron vida a la quinta versión de “Volver a Tejer”, proyecto social y comercial creado por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Tiendas Paris y Fundación Ona que busca recuperar y poner en valor el oficio textil y que en esta ocasión llega al mercado con 1.300 artículos de vestuario para niños y niñas de 2 a 8 años.
En el lanzamiento de esta iniciativa público-privada, realizado en el Foyer de la Cineteca Nacional, en el Centro Cultural Palacio La Moneda, participaron la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez; el subsecretario de Agricultura, Alfonso Vargas; el director nacional de Indap, Carlos Recondo; la gerente de Negocios Infantil Paris, Jeanne Marie Delherbe, y tejedoras e hilanderas de la agrupación Wanaku de La Ligua.
La ejecución del proyecto estuvo a cargo de la Fundación Ona, que coordinó a las artesanas en talleres técnico-prácticos para cumplir con los estándares de calidad requeridos. El desafío de innovación estuvo en entregar por primera vez prendas terminadas -en años anteriores fueron ovillos- y en la creación y uso de una materia prima única en el mundo: un tripe hilado 100% natural y nacional compuesto por 40% de baby alpaca, 40% de llama y 20% de oveja.
Exitosa alianza público-privada
El subsecretario de Agricultura, Alfonso Vargas señaló que “como Ministerio de Agricultura valoramos profundamente iniciativas de este tipo, que generan sinergias en el sector rural porque, por un lado, potencian la asociatividad y el desarrollo de usuarias de Indap que tienen una vinculación con el oficio textil de tejeduría tradicional en palillo y crochet. Por otro lado, contribuyen a elevar los estándares de los ganaderos, al orientarlos y ayudarlos a producir una esquila para fibras de lujo, debidamente rotulada y en formatos que faciliten su venta”.
La autoridad del Agro puntualizó que otro “aspecto que deseo destacar, y que es promovido activamente por nuestro ministerio, es que en este proyecto lo económico productivo y lo identitario se refuerzan mutuamente”.
Por su parte, Carlos Recondo, director nacional de Indap, afirmó que esta alianza con Paris “busca ampliar los mercados para que las artesanas puedan comercializar en mejores condiciones sus productos y, por su parte, los consumidores accedan a prendas únicas y de gran calidad, 100% hechas a mano y con una materia prima única”.
Añadió que la iniciativa tiene un conjunto de virtudes, que comienzan en la producción ganadera, siguen en las manos de las artesanas y llegan con un valor agregado al mercado, “y nos muestra el camino que debe seguir Indap y que ha trazado el gobierno del Presidente Piñera, asociatividad y encadenamiento productivo, algo que vamos a seguir replicando”.
La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez, destacó en las tejedoras presentes la dignidad y la pasión del arte que llega del campo a la ciudad. “Ellas son parte de un trabajo que no es meramente testimonial, porque lo que aquí se teje se encuentra en las tiendas. Así, al tejer, cerramos un círculo y tejemos no solo prendas de ropa, sino destino: el destino de las artesanas que llegan a las grandes tiendas y el de los niños que visten un poco de su país, de su historia, de su leyenda”.
María Nury Esperguez, artesana de Wanaku La Ligua, destacó la importancia de esta experiencia para ella, sus compañeras de oficio y su comuna: “Al inicio partimos con mucha incertidumbre, pero llegar a esta meta común es algo que nos enorgullece. Hoy queremos que esta experiencia se vuelva a repetir”.
“Como empresa estamos emocionados. Creemos que este trabajo es maravilloso y esperamos que sea reconocido por nuestros clientes. Yo quería más productos, porque me parecían pocos, pero espero que sea el inicio de muchos proyectos más. Con estas nobles fibras de llama, alpaca y oveja, nuestros niños van a estar súper abrigados este invierno”, expresó la gerente de Negocios Infantil Paris, Jeanne Marie Delherbe.
Para la directora ejecutiva de Fundación Ona, Macarena Peña, esta quinta versión de “Volver a Tejer” fue una locura, porque la innovación es locura. “Hemos unido por primera vez el mundo del patrimonio cultural del tejido y el patrimonio natural de la fibra, que también es nuestra herencia. Este trabajo es con fibra del predio, lo que hasta hace unos años era técnicamente imposible. Otro salto es que entra la prenda final al punto de venta, por lo tanto, la cadena de la moda entera es local, trazable y sustentable. La tercera novedad es que Paris está comprando las prendas a través de su departamento comercial y esperamos que tenga una buena venta, porque así se abren más ventanas. Este es un proyecto replicable y es posible seguir sumando con apoyo público y privado. Es un proyecto de personas, es como una artesanía social. Aquí hay compromiso personal, trabajo profesional y pasión y amor por el tejido”, afirmó.
Hilado con identidad
Para crear este hilado, denominado “raza local”, que busca representar nuestra rica geografía, se adquirieron materias primas directamente con productores ganaderos de las zonas norte (llama), centro (alpaca) y sur (oveja) del país. Tanto el hilado como el teñido, con tintes biodegradables, se realizó en la granja Quintessence, de Llay-Llay. En total se usaron 600 kilos brutos de lana.
El proyecto también incorporó una matriz de trazabilidad desde el origen, que da cuenta de cada cadena del eslabón productivo, desde cuántos animales fueron esquilados y en qué predios hasta las fichas técnicas de los procesos, pasando por quienes confeccionaron los diferentes artículos, algo nuevo para el retail.
Las tejedoras, que trabajaron desde mayo con técnica de palillo, pertenecen a las localidades de Toconao y Ayquina, en la Región de Antofagasta; Panguipulli, Huerquehue, Tralcapulli, Dollico, Chauquen, Huellahue, Melefquen, Tralahuapi, Coihueco, Ñancul, Tallos Altos y Huitag, Región de Los Ríos; y La Ligua, Cabildo, Catapilco, Zapallar, Puchuncaví, Putaendo, Nogales, Papudo, La Calera y Pullally, Región de Valparaíso.
En esta versión destaca la participación por primera vez de la comunidad de artesanas Wanaku La Ligua. Se trata de mujeres con una larga historia textil, que han permanecido vinculadas al tejido con identidad por generaciones, aprendieron a trabajar en forma asociativa y están empeñadas en que su comuna recupere su tradición artesanal.
Las prendas, chalecos y gorros, se comercializarán a través de colecciones de las marcas Tribu y Umbrale Kids en las Tiendas Paris de Alto las Condes, Parque Arauco, Casa Costanera, Mall La Dehesa, Mall Marina Arauco, Mall Plaza El Trébol, Portal Temuco y Paris.cl.
En el lanzamiento de “Volver a Tejer” también estuvieron presentes representantes de Fundación Artesanías de Chile, ProChile, Fucoa y la empresa Sopraval.