Sondeo arrojó que por primera vez en cuatro temporadas no hay empresarios que declinaran realizar sus planes de inversión para el próximo período. Asimismo, cayó la cantidad de quienes decidieron...
Sondeo arrojó que por primera vez en cuatro temporadas no hay empresarios que declinaran realizar sus planes de inversión para el próximo período. Asimismo, cayó la cantidad de quienes decidieron postergarlos.(El Mercurio).
Pese al aumento de las turbulencias comerciales en los mercados externos, los agricultores locales tienen mejores perspectivas para su negocio. Según un sondeo de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) realizado durante el seminario «¿Cómo viene la temporada 2018-2019?», que fue organizado en junio por dicho gremio y «El Mercurio», 51% de los encuestados afirma que la próxima temporada será mejor que las anteriores y apenas 8% estima que será peor.
Los resultados del análisis reflejan un incremento de siete puntos porcentuales en el optimismo en comparación con igual medición del año pasado y una caída de dos puntos porcentuales en el pesimismo respecto del mismo sondeo de 2017.
Estas perspectivas positivas difieren entre los distintos subsectores agrícolas. Por ejemplo, los ligados a la agroindustria, a las viñas y a la fruticultura son los más ilusionados respecto al próximo período. Sin embargo, esto no ocurre en los productores de carne, leche y granos, áreas en que los pronósticos son más bien pesimistas.
En cuanto a las inversiones previstas, el sondeo arrojó que por primera vez en cuatro temporadas no hubo registro de agricultores que hayan declinado realizar planes de inversión en el próximo período. De hecho, 53% de los encuestados declara estar realizándolos con normalidad, lo que se traduce en 16 puntos porcentuales más que el año pasado. Además, la cantidad de quienes dicen haber postergado los planes cayó en 31 puntos porcentuales, alcanzando un 16%. De acuerdo con estos resultados, la SNA sostiene que esta temporada se refuerza la tendencia observada en la temporada anterior y difiere enormemente del período 2016-2017, cuando 57% de los consultados declaró postergar o no realizar sus inversiones.
Fondos suficientes
La encuesta reveló que 39% de los agricultores encuestados se financia con recursos propios y para el 28% su principal fuente externa de recursos es la banca comercial. El resto de los orígenes de financiamiento corresponde a proveedores de insumos y las empresas exportadoras. Según la SNA, esta estructura es consistente con la declarada en años anteriores.
En cuanto a la evaluación del financiamiento externo, los agricultores, en su mayoría, consideran suficiente el crédito conseguido en la banca y con los proveedores de insumos. Sin embargo, critican aquel que viene de las empresas a las que entregan sus productos -exportadoras y agroindustria- y del factoring . Por ejemplo, más de un cuarto de los encuestados califica el financiamiento de estas fuentes como «escaso y caro».
Respecto de la disponibilidad de mano de obra, la encuesta deja ver que un tercio de los encuestados opta por trabajadores permanentes para la próxima temporada, en circunstancias que un 25% de ellos incorpora mecanización. A su vez, otro 25% se propuso pagar más por la mano de obra, porcentaje que cayó 17 puntos porcentuales en comparación con la temporada previa.
El tipo de cambio es uno de los factores esenciales para los exportadores agrícolas. En este sentido, los consultados pronostican un dólar entre $606 y $624 hacia fines del año y un rango similar hacia marzo de 2019. En todo caso, el sondeo se realizó en forma previa a la volatilidad de la divisa tras el inicio de la llamada «guerra comercial».
Independiente de las positivas proyecciones, los agricultores también advierten ciertas preocupaciones, de cara a la próxima temporada. Por ejemplo, en términos macroeconómicos su principal inquietud es la modernización y simplificación del sistema tributario. Mientras que en cuanto al desarrollo agrícola, los encuestados señalaron como prioridad el fortalecimiento de la disponibilidad y certeza del agua. Respecto de los temas de infraestructura, los agricultores priorizaron los puertos.