Sueño cumplido. Carlos Zúñiga Espinoza es un joven profesional que acaba de retornar de Estados Unidos tras culminar sus estudios de doctorado en Ingeniería Agrícola y Biológica en la Universidad...
Sueño cumplido. Carlos Zúñiga Espinoza es un joven profesional que acaba de retornar de Estados Unidos tras culminar sus estudios de doctorado en Ingeniería Agrícola y Biológica en la Universidad del Estado de Washington. (INIA).
Apenas llegó al aeropuerto, lo primero que hizo fue reunirse con el coordinador nacional de Frutales, Gabriel Sellés a quien saludó y con quien mantuvo un contacto permanente durante su estadía en Estados Unidos. En la reunión se encontraba presente Marta Alfaro, subdirectora de Investigación y Desarrollo y Raúl Ferreyra, experto en Riego y Drenaje, con quienes dialogó acerca de su doctorado, expectativas y posibilidades de levantar proyectos de investigación.
El trabajo de investigación del doctorado consistió en el análisis de imágenes para determinar cambios fisiológicos en las plantas causado por diferentes tipos de estrés. Especialmente a través del análisis de imágenes termales infrarrojas, multiespectrales e hiperespectrales para determinar estrés hídrico en uva vinífera, papa y quínoa como asimismo el uso de cámaras 3D para el análisis de la arquitectura foliar en uva vinífera.
Para capturar esta información, se utilizaron diferentes plataformas tales como vehículos terrestres y vehículos áereos no tripulados o drones.
Esta beca fue otorgada por el INIA y la Universidad del Estado de Washington a través de la realización de trabajos en el laboratorio “Crop Sensing and Phenotyping” de la Universidad.
Aquí formó parte de un grupo de investigación dedicado al estudio de la percepción de los cultivos y fenotipeo de las plantas. Su aporte al laboratorio consistió en el análisis de datos en terreno de la investigación sobre manejo de agua en riego subsuperficial en uva vinífera y fenotipeo de plantas en papas bajo estrés hídrico.
Trayectoria
Carlos Zúñiga nació en Peumo en la región de O’ Higgins. Recuerda sus travesías en bicicleta al colegio para estudiar en San Vicente de Tagua Tagua. Fue su infancia campestre sumado al camino que le mostró su familia (su padre es técnico agrícola) que lo llevó a inclinarse por la agricultura y el cuidado por la naturaleza.
Estudió agronomía en la Universidad de Chile y gracias a su interés y constancia, el profesional ingresó al INIA el 2006 para trabajar en el proyecto de investigación “Aumento de la productividad del palto a través del mejoramiento de las prácticas de riego y aireación del suelo en la zona central del país” dirigido por Raúl Ferreyra. Aquí fue asistente de investigación realizando mediciones en campo y análisis de datos como encargado de ensayos experimentales.
Después se integró a otro proyecto titulado “Aumento de la productividad y competitividad de la uva de mesa de las IV y V Regiones de Chile a través del uso de portainjertos tolerantes a suelos con limitaciones físicas y de técnicas de manejo agronómico que mejore las condiciones de aireación en la zona de raíces”, dirigido por Gabriel Sellés.
A través de estas experiencias, tuvo la oportunidad de conocer los problemas en terreno donde aprendió a realizar mediciones en campo, análisis de datos, montar ensayos y hacer seguimiento. En opinión de Carlos Zúñiga, “este proceso de aprendizaje fue fundamental para desarrollar proyectos futuros dirigidos hacia el desarrollo de una agricultura sustentable sin afectar el medioambiente”.
Gratitud
El especialista precisó que durante sus estudios se dedicó a escribir, logrando obtener siete publicaciones científicas en revistas WoS (Web Of Science o ex ISI).
“Toda mi gratitud hacia la Dra. Sindhuja Sankaran por la oportunidad y confianza que me entregó. Gracias a su guía pude llevar con éxito el desarrollo del doctorado. Siempre me motivó a desarrollar mi investigación y estuvo siempre abierta a compartir sus conocimientos conmigo y los otros integrantes del doctorado”.
Una retribución especial realizó al apoyo que le brindaron Raúl Ferreyra y Gabriel Sellés. “Sin el apoyo y la motivación de ellos tres, que me alentaron a seguir con el doctorado y me dieron la oportunidad de cumplir mis sueños”.
El trabajo en el uso eficiente del suelo y el agua que los investigadores Ferreyra y Sellés lideraron durante las dos últimas décadas han contribuido al desarrollo del potencial agrícola de la región en palto y uva de mesa. Recuerda Carlos Zúñiga. “En los inicios no había claridad respecto a los problemas fisiológicos que se presentaban en cultivos importantes de la región tales como el palto y uva de mesa principalmente asociados al decaimiento de los parrones y la disminución de la productividad en el palto”.
Considera que el análisis de la información de los proyectos que estos investigadores ejecutaron en la Región permitieron encontrar una solución a esos problemas haciendo una tremenda contribución a la región en temas, por ejemplo, de asfixiar radicular, clorosis férrica, uso de portainjertos en uva de mesa y postcosecha en palto.
INIA tuvo una gran incidencia en desarrollar el nivel tecnológico en las plantaciones de palto. Hoy, destaca Zúñiga, “esta información es pública y por ende, se conoce y aplica. Por lo tanto es más sencillo el manejo y se puede extrapolar a otros cultivos que también son importantes para la región tales como el nogal, chirimoyo y cítricos”.
Subrayó, “me gustaría replicar estas experiencias en la región. Lo he trabajado en escala de campo y creo que en frutales se puede adaptar esta tecnología y generar estrategias nuevas en manejo de riego, fertilizantes, arquitectura foliar y producción agrícola en general”.
Hoy, concluye el profesional, mi foco es hacer investigación. “Valió la pena vivir en Estados Unidos y potenciar mi formación profesional porque amplió mi visión académica. Fue difícil alejarme de mi familia, pero hoy al concluir el doctorado siento que todo valió la pena”, comentó emocionado.