Esta aplicación ha contribuido a mejorar los procesos de desinfección del equipamiento de las bodegas, asegurando que los ambientes tratados con ozono queden libres de contaminantes. (Mundo Agropecuario). La principal...
Esta aplicación ha contribuido a mejorar los procesos de desinfección del equipamiento de las bodegas, asegurando que los ambientes tratados con ozono queden libres de contaminantes. (Mundo Agropecuario).
La principal ventaja para los vinos que se elaboran en bodegas que utilizan este gas en sus procesos es que son capaces de resguardar la calidad en el tiempo y la inexistencia de contaminaciones como Brettanonyces.
Tal vez menos conocida pero igual de relevante que otras aplicaciones en la industria vitivinícola, es la del gas ozono. El uso de este gas está enfocado, principalmente, en la desinfección de superficies de bodega, líneas de envasado y contenedores que están en contacto con el vino durante su producción -como cubas y barricas-, con la finalidad de eliminar y prevenir la contaminación del vino con levaduras, hongos u otros focos de contaminación.
Claudia Sánchez, subgerente de Negocio Vitivinícola de Indura, explica que “es un punto muy relevante ya que, al no contar con un sistema óptimo de desinfección en los procesos productivos del vino, podríamos presenciar disminución en su calidad o pérdida total por el crecimiento de microorganismos contaminantes”. En este contexto, la ejecutiva agrega que el resultado del uso de ozono en la producción de vinos se ve reflejado en la no contaminación de éstos con microrganismos indeseados como Brettanomyces, una levadura presente en diversas instancias de esta industria, que puede afectar el aroma o el sabor del vino elaborado.
Beneficios y proceso de aplicación
El principal beneficio del uso de ozono en viñas es que, al ser un compuesto altamente oxidante y reactivo, es capaz de realizar una acción desinfectante en un corto plazo y sin dejar residuos indeseados en las superficies aplicadas. Esto porque “el ozono se transforma en oxígeno luego de ejercer su efecto de sanitización; es decir, no tendremos incorporaciones de aromas ni restos de materia indeseados que afecten a la calidad original del vino, como es en el caso de algunos desinfectantes químicos”, explica Sánchez.
En relación al proceso de aplicación, la ejecutiva de Indura señala que se debe realizar previo a la producción o contacto del vino con la barrica, proceso de lavado de botellas, equipos de vendimia o cubas. “De esta forma, nos aseguraremos de contar con ambientes y superficies inocuas para el vino, este proceso consiste en poner en contacto la superficie que deseamos desinfectar con ozono ya sea en forma de gas o disuelta en agua por algunos minutos”, detalla.
Nuevos usos
En este contexto, Indura cuenta con dos tipos de equipos para aplicar ozono: primero, equipos que tienen la capacidad de generar una mezcla de gas ozono/oxígeno de alto poder oxidativo capaz de eliminar contaminaciones existentes en barricas, cubas y espacios cerrados, en un breve periodo de aplicación. Y, en segundo lugar, equipos que generan una mezcla de ozono disuelto en una corriente de agua para ser aplicado en superficies y en lavado de barricas o cubas con la finalidad de prevenir contaminaciones.
Adicional a las aplicaciones existentes, la ejecutiva de Indura comenta que se está trabajando en crear una solución que apunte al uso de ozono en pre-tratamiento de RILES -residuos industriales líquidos- utilizando la capacidad oxidante de este gas, para disminuir la carga orgánica presente en los RILES agroindustriales y vitivinícolas, que además tienen estacionalidades que generan un peak en vendimia.
Sánchez agrega que “para ellos se ha diseñado y probado esta temporada, junto a algunos clientes, el uso de ozono gas inyectando este directamente al RIL y los resultados obtenidos a la fecha nos indican que es una alternativa viable y económica para este tipo de tratamientos”.