El seremi de Agricultura de la Región de Ñuble, Fernando Bórquez, aclaró que “no se trata de reconvertir todo”, sino que diversificar la producción de los agricultores, de manera que...
El seremi de Agricultura de la Región de Ñuble, Fernando Bórquez, aclaró que “no se trata de reconvertir todo”, sino que diversificar la producción de los agricultores, de manera que introduzcan cultivos de mayor rentabilidad, como las frutas o las hortalizas, “de manera de incrementar sus ingresos y generar más empleos” (La Discusión).
Los agricultores de Ñuble recogieron el guante ayer, tras la invitación que hizo el Presidente Sebastián Piñera a dejar atrás los cultivos tradicionales y dar paso a la agricultura moderna de exportación. Los dirigentes del gremio coincidieron en que se requiere un plan de fomento para echar a andar la reconversión, sin embargo, también advirtieron que no es conveniente abandonar los cultivos “básicos”, como los granos, tanto por cuestiones técnicas y sociales, como también por razones de seguridad alimentaria.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Álvaro Gatica, afirmó que “estoy totalmente de acuerdo con la importancia de la reconversión, pero no podemos dejar de lado los cultivos básicos”, advirtiendo que estos cumplen un papel fundamental en la seguridad alimentaria y en la contención de la migración campo-ciudad.
Recordó que como gremio están solicitando una ley de fomento a la reconversión. “Me gustaría saber cuáles van a ser las medidas para poder reconvertirse, ya que se requiere mucha inversión y ahí faltan políticas de Estado”. Precisamente, entre las medidas planteadas está el mayor acceso a financiamiento a través de la banca, “con créditos a largo plazo, con tasas internacionales”.
Y es que instalar una hectárea de arándanos requiere una inversión de $10 millones, sin considerar el valor del suelo; y en los cerezos ese monto llega a $18 millones, que con un techo y control de heladas crece a $30 millones. A eso se debe sumar el hecho que recién a partir del tercer año los huertos comienzan a producir.
Asimismo, el vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos Smith, advirtió que no se puede pensar en una reconversión total, “pues no todos los suelos lo permiten, y no están las capacidades para convertir todo en fruta. Es importante que los agricultores se diversifiquen y busquen oportunidades para complementar su actividad económica, pero hay que generar oportunidades para todos los sectores”.
Smith subrayó que los esfuerzos por promover la reconversión deben considerar el mejoramiento de la infraestructura vial y elevar los “bajísimos niveles de productividad de los trabajadores”.
De igual manera, el reconocido productor triguero de San Carlos y director de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Fernando Jeldres, dijo que “al Presidente le falta un poquito de información. Todos los suelos no se pueden reconvertir, es imposible, también hay un tema climático. Además, a propósito del ejemplo de los cerezos, yo le quiero decir que para producir una hectárea de cerezos, del año uno al cinco, se necesitan desde $35 millones; entonces, hablar de reconversión me parece muy bien, pero se necesitan los instrumentos (…), yo le diría al Presidente que nos ayude, que la banca se ponga de verdad con todos los agricultores, particularmente con los medianos”.
Apoyo estatal
Por su parte, el seremi de Agricultura de la Región de Ñuble, Fernando Bórquez, aclaró que “no se trata de reconvertir todo”, sino que diversificar la producción de los agricultores, de manera que introduzcan cultivos de mayor rentabilidad, como las frutas o las hortalizas, “de manera de incrementar sus ingresos y generar más empleos”.
Bórquez comentó que le planteó al Jefe de Estado la necesidad de contar con créditos blandos de largo plazo para los medianos agricultores. De igual forma, detalló que a nivel regional el Indap está apuntando a la diversificación de los pequeños, por ejemplo, introduciendo el cultivo de hortalizas.