En La Araucanía existen alrededor de 6.500 productores ovinos, de los cuales alrededor de 6.000 son de subsistencia y pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), cuyo sistema es extensivo...
En La Araucanía existen alrededor de 6.500 productores ovinos, de los cuales alrededor de 6.000 son de subsistencia y pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), cuyo sistema es extensivo y con un tamaño promedio del rebaño que no supera las 10 ovejas (Mundo Agropecuario).
Diversos temas fueron analizados en la Jornada de Actualización Ovina desarrollada por INIA Carillanca en La Araucanía y que reunió a más de un centenar de personas ligadas al rubro. Manejo sustentable de praderas en ovinos: recuperación de suelos y alternativas de fertilización; alimentación y balance forrajero; enfermedades emergentes y avance en sanidad de ovinos; manejo reproductivo; calidad e inocuidad de la carne ovina; opciones de negocio y factores clave en la producción de lana, manejo de esquila y mercado, fueron los grandes tópicos.
Temas de relevancia para la región, considerando que en La Araucanía existen alrededor de 6.500 productores ovinos, de los cuales alrededor de 6.000 son de subsistencia y pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), cuyo sistema es extensivo y con un tamaño promedio del rebaño que no supera las 10 ovejas. La producción ovina se desarrolla en suelos marginales, con praderas naturales de baja fertilidad que limita la producción de forraje tanto en cantidad como en calidad, incidiendo en la baja carga animal que es capaz de soportar este tipo de praderas. Debido a que en Chile la producción ovina se basa en el uso de praderas, el cambio tecnológico con mayor impacto en la productividad es el mejoramiento de las praderas naturales, lo que permite aumentar la carga animal (ovinos/hectárea) y la producción de corderos por oveja parida. La interacción de ambos parámetros incide fuertemente en la rentabilidad del sistema.
En este sentido, no se puede desconocer que una superficie dedicada a los ovinos se encuentra con algún grado de erosión, además que existe poca o nula información sobre la respuesta de distintos tipos de praderas a climas cambiantes, con eventos extremos; o con especies distintas de ballica-trébol blanco que considera los factores ecológicos, además de los productivos donde se involucra la salud del suelo. “Una pradera balanceada es nutritiva y medicinal, un ecosistema que suprime malezas puede soportar sequías y protege al suelo durante inundaciones. Es más resiliente”, comenta la Dra. Paulina Etcheverría de INIA Carillanca.
En el ámbito de la producción ovina la alimentación y reproducción son temas de interés, pero la sanidad del rebaño tiene un peso enorme. Así lo explicó Jorge Meyer, médico veterinario de la Universidad Católica de Temuco. Entre las enfermedades se cuenta aborto enzoótico ovino, fatiga y adelgazamiento (Maedi Visna), brucelosis ovina, estigma contagioso, alteraciones podales entre otros. Algunas de ellas son enfermedades de declaración obligatorias que no necesariamente se encuentran en los predios que tienen o atienden, pero es importante considerar “el manejo preventivo de las enfermedades es el costo más barato, que se debe efectuar a través de las vacunaciones y desparasitaciones estratégicas. Cuidado con el ingreso de animales provenientes de otros predios, asegurarse que no existan ciertas enfermedades. En este sentido, la alimentación juega un papel importante, como también la prevención y el manejo del rebaño relacionado con las condiciones climáticas es otro factor a considerar. Por otro lado, existen enfermedades en lana como piojos, sarna y falsa garrapata. En tal sentido es tomar en cuenta que algunos factores que predisponen enfermedades son ovejas en pre parto, animales jóvenes y en pleno crecimiento, fallas en el calostro, animales mal alimentados o deshidratados, stress y hacimiento”, explicó el experto.
Respecto a las condiciones para favorecer la fertilidad de un rebaño, es importante establecer un período de servicio óptimo que asegure que todas las hembras queden preñadas, 8 semanas (aproximadamente 3 ciclos); buena alimentación en las borregas para que tengan adecuado desarrollo y buena alimentación a las ovejas para que lleguen con buena condición corporal al encaste aumentando su fertilidad y prolificidad; revisión de dentición, ubres y examen físico, examen y selección de Machos. “Debe existir buen conocimiento de la reproducción de la oveja al para realizar cualquier manejo. En tal sentido, existen varias alternativas para mejorar la reproducción; tratamiento no farmacológicos y hormonales; que los productores deben considerar para avanzar en un cambio tecnológico de acuerdo a los recursos económicos disponibles y el mercado”, explicó Marcelo Ratto, Médico Veterinario de la Universidad Austral de Chile.
En este contexto general, la calidad e inocuidad de la carne ovina derivará de un buen manejo y alimentación del animal. “Animales con niveles de grasa intramuscular más altos producirán una carne de mayor aceptación. El rango preferido en cordero es entre 4 y 6% (puntaje de grasa de 2 o más). • El mayor impacto de la grasa intramuscular está en la jugosidad de la carne. • Praderas de buena calidad son tan efectivos como las dietas basadas en concentrados para producir carne de alta calidad”, comenta Rodrigo Arias, especialista de la Universidad Austral de Chile.
Pero más allá de la carne, el productor debe mirar y analizar opciones del negocio ovino. Fue Manuel Faúndez, especialista de la Universidad de Concepción, quien dio importantes consejos para seguir avanzando en este mercado. Aumentar la diferenciación de productos cárnicos bajo la lupa de diversos sellos, abrir mercados a la carne de cordero de la zona centro-sur de Chile y generar modelos productivos para incrementar producción primaria y secundaria a nivel predial (praderas y genética). Por otro lado, aumentar el consumo formal en zonas urbanas (caracterizar y dar a conocer las diferencias, campañas de promoción, formato de envases, cortes y refrigeración; presencia en los mercados minoristas, entre otros), revalorizar la lana y tejidos artesanales, potenciar la asociatividad. Esto será posible en la medida que se consideren sistemas de producción con alta carga animal por unidad de superficie (> 10 ovejas/ha); tener porcentajes de destete sobre 100% y usar genotipos carniceros.
Finalmente, el asesor Cristian Catalán, destacó algunos factores claves en la producción de la, manejo d esquila y su mercado, una real alternativa, considerando que en La Araucanía existen capacidades para formar esquiladores (cursos, talleres, entre otros.), mercados para la lana a granel a través de la asociatividad real, se cuenta con una alternativa racial para aumentar la producción. “Con buen manejo es posible aumentar más la producción de lana por oveja en alrededor de 1 a 1,5 kilos más, es un desafío y una apuesta al rubro”, puntualizó.