Las proteínas están compuestas por aminoácidos que son necesarias para el organismo debido a que cumplen funciones estructurales y enzimáticas. Una alimentación balanceada es aquella que incluye alimentos de diferentes...
Las proteínas están compuestas por aminoácidos que son necesarias para el organismo debido a que cumplen funciones estructurales y enzimáticas.
Una alimentación balanceada es aquella que incluye alimentos de diferentes grupos y aporta los nutrientes y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Estos nutrientes incluyen proteínas, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas, minerales y agua. Bajo este contexto, es importante considerar que nuestra dieta sea lo más variada posible, incorporando alimentos que contengan proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
“No debemos olvidar que las proteínas cumplen variadas funciones estructurales. Dentro de las estas funciones se encuentran proteínas como el colágeno y la queratina. El colágeno forma el tejido conectivo de músculos, huesos, tendones, piel y cartílago. La queratina es el principal componente estructural del cabello, uñas, dientes y piel. Por otro lado, ayudan a mantener y aumentar la masa muscular, además de participar en procesos hormonales, razón por la que es tan importante incluirlas en nuestra alimentación”, explica Daniela Gomez, académica disciplinar del Centro de Atención Nutricional Escuela Nutrición y Dietética UDLA.
La profesional añade que “las proteínas las encontramos en alimentos de origen animal y es recomendable preferir cortes magros de carnes rojas y blancas como pollo, pavo y pescado. En el caso de los alimentos de origen vegetal, las proteínas se encuentran en legumbres (porotos, lentejas, garbanzos), frutos secos, algunos cereales como quinoa, poroto de soya, seitán (no apto para celiacos) y tofu.”
Por su parte, Miguel Serrucho Valenzuela, chef de El Carnicero “Maestro en carnes”, explica que “las carnes, sean rojas o blancas, aportan a la masa muscular, siempre y cuando combinemos su consumo con una dieta saludable y ejercicio físico. También hay que evitar el exceso en la ingesta de aquellas carnes que tienen un mayor porcentaje de grasa”.
En el caso de los carbohidratos, es fundamental tener en cuenta que entregan energía inmediata y ayudan a nuestro cuerpo a realizar las actividades de la vida diaria, además son esenciales para el correcto funcionamiento de las acciones cerebrales. “No debemos tenerle miedo al consumo de carbohidratos, lo importante es considerar la selección y cantidad que ingerimos diariamente. Debemos incorporar aquellos que sean de preferencia complejos, debido a que su absorción es más lenta y evita alzas bruscas de insulina y glucosa en sangre. Lo anterior lo encontramos en frutas, verduras, avena, arroz y fideos integrales y legumbres frescas. Asimismo, se deben evitar aquellos carbohidratos simples y procesados, ya que su alto consumo se asocia al desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como DM2, dislipidemia, sobrepeso y obesidad”, comenta la experta de UDLA.