En seminario “Praderas adaptadas al Cambio Climático”, organizado por el INIA Remehue con el apoyo de la empresa SG 2000, especialistas analizaron la importancia de utilizar distintas especies y variedades...
En seminario “Praderas adaptadas al Cambio Climático”, organizado por el INIA Remehue con el apoyo de la empresa SG 2000, especialistas analizaron la importancia de utilizar distintas especies y variedades forrajeras (Mundo Agropecuario-INIA).
Bajo las actuales condiciones, los productores ganaderos están obligados a incorporar nuevas especies forrajeras que resistan mejor las altas temperaturas y el déficit hídrico. Esa fue la principal conclusión del seminario “Praderas adaptadas al Cambio Climático”, organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), con el apoyo de la empresa SG 2000.
La subdirectora regional de I+D de INIA Remehue, Ivette Acuña, se refirió a los estudios realizados por el INIA para evaluar el comportamiento de diferentes especies y también el desarrollo de variedades específicas como el bromo Póker-INIA.
“El aumento de las temperaturas y el déficit hídrico han impuesto un nuevo desafío para los productores ganaderos en el sur de Chile. Ante este escenario de Cambio Climático, el INIA ha realizado estudios que han demostrado que hay especies como pasto ovillo, bromo, festulolium y festuca, que muestran una mayor producción de verano -en algunos casos más del doble- y un mejor grado de resistencia a algunas plagas, en comparación con ballica perenne, la especie más utilizada en el sur de Chile. Adicionalmente, el INIA ha generado variedades adaptadas al cambio climático como Póker-INIA, una la mezcla forrajera derivada de las variedades Bronco-INIA y Bromino-INIA generadas en Chile en un trabajo realizado en INIA Carillanca”, indicó.
Fernando Ortega, mejorador genético de forrajeras y actual Coordinador Nacional de Cultivos y Recursos Genéticos del INIA, destacó las características del bromo Póker-INIA. “Esta mezcla forrajera se caracteriza por su mayor rendimiento de forraje tanto en condiciones normales como de estrés hídrico; una buena persistencia productiva, crecimiento relativamente uniforme a través del año y resistencia al ataque de gusanos blancos y otros insectos del suelo.
El experto dijo que esta mezcla debe ser pastoreada en forma intensa y frecuente y es ideal para sistemas de producción de carne bovina y ovina a pastoreo.
Alfredo Torres, investigador de INIA Remehue, especialista en praderas y cultivos forrajeros, dio a conocer los resultados de los trabajos de investigación realizados por el INIA. Explicó que “en los ensayos del proyecto Innova Corfo: Mejoramiento de la competitividad del sector lácteo en el sur de Chile, mediante la búsqueda de germoplasma forrajero para épocas críticas, ejecutado por el INIA con el apoyo del Consorcio Lechero, Aproleche Osorno y productores de la zona, quedó demostrada la importancia de incorporar otras especies en los sistemas productivos”.
Añadió que “en todas las localidades, la balllica perenne tuvo menos rendimiento que las otras especies evaluadas. En Pelchuquin, en las cercanías de San José de la Mariquina, que fue la localidad que presentó un mayor déficit hídrico de los 5 predios evaluados, el bromo logró más que el doble del rendimiento de verano que el que se obtuvo con ballica. En esta localidad, caracterizada por los veranos secos, el bromo obtuvo un 133 por ciento más de forraje, medido en toneladas de materia seca por hectárea, mientras que el pasto ovillo obtuvo un 100 por ciento, la festuca un 83 por ciento 5 y festulolium 50 por ciento más que la ballica perenne”.
De esta forma quedó demostrado que la ballica no siempre es la mejor alternativa a la hora de elegir una especie forrajera en las diferentes zonas agroclimáticas del sur de Chile.