Hija del agricultor Segundo Cayul y de la artesana María Estela Tranamil, Amelia nació y se crió en la comuna de Cholchol, Región de La Araucanía.
Compartir la gastronomía, la cultura y la lengua de su pueblo y dictar clases “para enseñar a vivir con poco y en armonía con la naturaleza”, dejando así un legado de su paso por esta tierra, es el principal anhelo de la pequeña agricultora, chef mapuche, monitora de telar witral, maestra de mapudungun y poeta Amelia Carmen Cayul Tranamil (42), quien protagonizó el último capítulo de esta temporada de “Agente de Cambio”, serie transmitida por las redes sociales de INDAP.
Con un total de ocho entregas, este espacio testimonial exhibió las historias de emprendedores campesinos de distintos puntos del país que, con iniciativas ejemplares, nuevos estilos de vida y la recuperación de prácticas ancestrales, trabajan para reducir los impactos de la producción agrícola en el medio ambiente y trazar un camino ante los desafíos que plantea el cambio climático.
Hija del agricultor Segundo Cayul y de la artesana María Estela Tranamil, Amelia nació y se crió en la comuna de Cholchol, Región de La Araucanía, y con 17 años emigró a Santiago para emplearse en una casa particular cuidando niños. En la capital también tuvo a su única hija, Carla (22), estudió banquetería, se capacitó en forma permanente y trabajó en eventos culinarios.
En un viaje al sector Dadinco de la comuna agroecológica de San Nicolás, Región de Ñuble, conoció a quien hoy es su esposo, Álex González, y se enamoró de él y de las labores agrícolas que realizaba. En 2012 se radicó en la zona y comenzó a trabajar la huerta para producir pastas de albahaca y ají, mermeladas y otras conservas que luego vendía en Santiago y en ferias campesinas, al tiempo que recolectaba semillas ancestrales. Con el esfuerzo familiar pudieron tener su primer auto y su casa.
Desde ese instante, Amelia se dedicó a su gran pasión, la cocina, y comenzó a trabajar con diversas municipalidades. Su gran anhelo era tener una ruka mapuche, “para dar a conocer nuestra cultura”, y para eso fue recolectando objetos de sus padres y abuelos que estaban en Cholchol, junto con aumentar sus cultivos de hortalizas, frutas y hierbas medicinales para sus recetas y productos, como concentrado de arándanos, jugo de durazno betarraga y vinagre de maqui con mora.
En 2018 se hizo usuaria de INDAP, donde participa en los programas Prodesal y de Turismo Rural, y al año siguiente pudo ver cumplido su sueño de contar con una ruka, la que bautizó con el nombre Kuyfi Koru, que en madupungun tiene tres significados: “comida mapuche”, “cocina ancestral” y “receta antigua”. Ahí ofrece degustaciones de guisante de liebre y conejo ahumados, pan de papa y mousse de harina tostada y maqui, entre otras recetas, además de llevar a los visitantes a recorrer sus cultivos y mostrarles su trabajo en telar.
Hoy, en esta ventana de normalidad que se ha abierto tras un año y medio de pandemia, Amelia espera poder comenzar a recibir visitantes para continuar divulgando los saberes de su pueblo: “Yo siempre sueño las cosas que van a ocurrir… Hace unos días me visitó un sapito en la entrada de mi casa y eso significa éxito en la vida”.
Junto con anunciar una nueva temporada de la serie “Agente de Cambio”, el director nacional de INDAP, Carlos Recondo, dijo que el deseo de la institución es que casos como el de Amelia Cayul “sirvan de ejemplo y de inspiración para que otros pequeños productores tomen conciencia de lo importante que es realizar una agricultura sustentable para el cuidado de nuestro planeta”.
Para ver todos los capítulos de “Agente de Cambio” pinche aquí.