Chile ya cuenta con su propia Carta de Compatibilidad de variedades, la que permitirá disminuir semillas en las mandarinas, hoy una exigencia para los mercados y consumidores donde se exporta...
Chile ya cuenta con su propia Carta de Compatibilidad de variedades, la que permitirá disminuir semillas en las mandarinas, hoy una exigencia para los mercados y consumidores donde se exporta esta fruta (Mundo Agropecuario).
El Comité de Cítricos de Chile ASOEX encargó a la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través del instrumento Contratos para la Innovación de CORFO, el proyecto “Diseño de una estrategia para reducir semillas en mandarinas de exportación” (15COTE-46285), el cual se desarrolló durante 2 años y de donde resultó -entre otros- la Carta de Compatibilidad de variedades de cítricos, la cual no existía para las condiciones chilenas.
Las cartas de compatibilidad de variedades son necesarias para el diseño de huertos eficientes desde el punto de vista de combinación varietal. Estas cartas existen a nivel internacional, sin embargo, la compatibilidad varía según las condiciones de las diferentes localidades donde se producen cítricos. Es decir, los resultados obtenidos en condiciones que no sean las chilenas, no serían aplicables para las regiones del país donde se producen estas variedades.
Por lo anterior, es muy relevante que Chile cuente con esta carta, ya que la presencia de semillas es un factor de calidad en los mercados y actualmente el consumidor, especialmente el norteamericano (EEUU recibe el 95% de nuestras mandarinas), está exigiendo esta fruta sin semillas.
La carta de compatibilidad encargada por el Comité de Cítricos a la Facultad de Agronomía de la PUC, está dividida en Zona Centro y Zona Norte -principales regiones de plantaciones de cítricos- y algunos resultados son: si el polinizante es W. Murcott en la zona norte, podría producir un promedio de 25,2 semillas por fruto en Clemenules, con un mínimo de 7 y un máximo de 37,5; en el caso supuesto que la variedad Orri fuera el polinizante, ésta podría llegar a producir 3,1 semillas en promedio por fruto en Clemenules (zona centro); y por ejemplo si el limón Eureka fuera la variedad polinizante podría llegar a producir sólo 0,3 semillas promedio por fruto en W. Murcott (zona centro), a diferencia de la zona norte en que el promedio sería de 1,1.
Esta carta de compatibilidad representa una alternativa complementaria al uso de mallas para evitar la polinización cruzada, en definitiva, un huerto bien planificado desde el punto de vista varietal y con la aislación correspondiente no debería presentar polinización cruzada. Otro método para evitar la polinización cruzada es utilizar mallas ya que impide que las abejas alcancen el polen y lo trasladen entre árboles. El sistema más tradicional de mallas es la denominada “túnel” que se instala sobre los árboles en la hilera durante el periodo de floración. El otro tipo es enmallar el huerto completo, para eso se utiliza una estructura de soporte y sobre ella se pone la malla, esta malla queda instalada todo el año.
Para la Dra. Johanna Martiz, académica de la PUC y directora de este proyecto, estima que “antes que se iniciara en Chile la instalación de mallas por parte de los productores más de un 35% de la fruta se rechazaba por semillas, pero no está claro a cuánta superficie corresponde, porque varía la cantidad de frutos y el grado de contaminación entre huertos”.
Para Martiz, las principales conclusiones de este proyecto fueron: “las clementinas son las más susceptibles a ser polinizadas y, por lo tanto, a presentar semillas, por lo que el enmallado debiera enfocarse en esta variedad debido a su susceptibilidad. Por otra parte, las mandarinas e híbridos de mandarinas presentan los pólenes más fértiles y, por ello, son las que causan la mayor contaminación en otras variedades y son responsables de la presencia de semillas. Los niveles de polinización y de presencia de semillas, depende de la zona debido a que la germinación del polen es termo dependiente. En el norte chico hay mayor polinización que en la zona central. Los limoneros pueden causar polinización en mandarinas y clementinas, pero es dependiente de la temperatura del momento de polinización, por lo que no se puede descartar como fuente generadora de polen en mandarinas”, finaliza.
Origen de las semillas
Las mandarinas, ya sea clementinas o híbridos, tienen la capacidad de fructificar mediante partenocarpia, lo que significa que su flor no necesita ser fecundada para que desarrolle el fruto y que no hay presencia de semillas, siempre que la plantación sea monovarietal.
Sin embargo, cuando existen plantaciones cercanas con otras especies de cítricos (híbridos de mandarinas, limoneros, naranjos de jugo por ejemplo) puede haber polinización cruzada, lo que genera semillas en las mandarinas. Esto se debe a que los pólenes son sexualmente compatibles y pueden fecundar, como consecuencia habrá producción de frutos con semillas, lo que no es viable desde el punto de vista comercial.
Este fenómeno se presentará en la medida que existan abejas.
Las únicas especies que en forma natural no generan semillas por polinización cruzada son las naranjas del grupo Navel y las mandarinas Satsumas. Esto porque presentan esterilidad gamética, es decir, presentan polen no funcional y su saco embrionario degenera.
También aquellas variedades que son triploides no son capaces de producir semillas ni tampoco de contaminar a otras especies de cítricos. Ejemplo de ello es la lima Tahití.