Se presentaron parte de los resultados analíticos que se obtuvieron a partir de diferentes especies de hortalizas procedentes de varios predios productivos (Mundo Agropecuario). El primer taller de reflexión comunitario...
Se presentaron parte de los resultados analíticos que se obtuvieron a partir de diferentes especies de hortalizas procedentes de varios predios productivos (Mundo Agropecuario).
El primer taller de reflexión comunitario estuvo enfocado a la contaminación por plaguicidas químicos sintéticos en hortalizas y frutas. Dicho taller contó con la participación de la Dra. Lubia Guedes, la antropóloga Valentina Cisterna y el agrónomo Narciso Aguilera. También formó parte Carlos Orellana, jefe de área del Instituto de Desarrollo Agropecuario, además de productores y vecinos de la comunidad.
La comunidad de Santa Clara, mediante el productor de excelencia Robert Jara, desde hace varios años tiene tradición de contribuir a la formación de estudiantes de la carrera de Ingeniería en Biotecnología Vegetal de la Facultad de Ciencias Forestales UdeC, a través de la iniciativa “De la universidad del campo a la academia”. Por esa razón, la comunidad se involucró en el Proyecto UCO1795 desde sus inicios en el año 2018.
En esta iniciativa se presentaron parte de los resultados analíticos que se obtuvieron a partir de diferentes especies de hortalizas procedentes de varios predios productivos. Las transgresiones altamente significativas de algunos herbicidas, fungicidas e insecticidas pertenecientes a organofosforados o carbamatos en varias muestras de hortalizas, generó la necesidad de reflexionar a nivel comunitario sobre la contaminación química por dichos plaguicidas. La intención del taller fue dilucidar las causas, exponer alternativas menos contaminantes para el control de plagas y, lo más importante, crear conciencia individual y colectiva para revertir esta situación.
El tema fue debatido participativamente con gran profundidad. Todos y todas las participantes coincidieron en que es necesario implementar y articular acciones urgentes para transitar a modelos productivos inocuos que permitan contribuir a la alimentación sana.
En ese sentido, Carlos Orellana, quien expresó que es la primera vez que participa en una exposición de «datos duros» sobre la temática del taller y agradeció el hecho de que haya una buena acogida de la comunidad a iniciativas de esta naturaleza. Además, ofreció su apoyo para que talleres similares se puedan replicar en distintos escenarios donde se requiere reflexionar sobre este fenómeno que se presenta en la producción de alimentos. Con esa misma intención y por la relevancia del tema, las y los líderes comunitarios invitaron a los investigadores del proyecto a desarrollar un seminario en el mes de agosto, con el propósito de ampliar la participación a todos los estratos de la comunidad.