La buena crianza de los terneros es un tema de bienestar animal y eficiencia productiva. La coordinadora de Producción Primaria del Consorcio Lechero, Alejandra Viedma, explica que el bienestar animal...
La buena crianza de los terneros es un tema de bienestar animal y eficiencia productiva. La coordinadora de Producción Primaria del Consorcio Lechero, Alejandra Viedma, explica que el bienestar animal es un tema prioritario dentro de la institución y, sobre todo, de la Agenda de Desarrollo Sustentable del Sector Lácteo de Chile al 2021. (Consorcio Lechero).
Esto se debe no sólo a un tema ético sobre el manejo de los animales y creciente exigencia por parte de los consumidores hoy en día, sino además por el positivo impacto que tiene realizar buenas prácticas en la productividad y longevidad del rebaño.
Dentro del Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero explicaron que una ternera sana, bien criada, va a ser mucho más rentable. Estos conceptos los compartimos en un reportaje en revista Campo Sureño, el cual reproducimos.
La crianza es clave, porque es el punto de partida. La sanidad, la alimentación, la salud, las condiciones de manejo, todo impactará en la formación de una vaca más productiva, de mayor permanencia en el rebaño.
“Dentro del Comité de Bienestar Animal ha trabajado el Grupo de Crianza quienes han desarrollado indicadores de BA que llevan a una respuesta positiva dentro del rebaño. Estos se reúnen bajo un protocolo de evaluación que podrá ser aplicado por personas del predio o externas entregando un diagnóstico predial que presente brechas y recomendaciones para poder dar también soluciones.”
El director de INIA Remehue y miembro del Comité de Bienestar Animal del Consorcio Lechero, Sergio Iraira, sostiene que el Protocolo de Bienestar Animal en Crianza del Consorcio Lechero aborda la alimentación, infraestructura y sanidad, que son los 3 pilares para el desarrollo del ternero. “Muchas veces nos hemos enfocado sólo a la alimentación, pero imaginémonos un ternero en condiciones de hacinamiento, con una cama húmeda, mal ventilado, difícilmente va a presentar la ganancia de peso requerido para tener crecimiento y que pueda expresar su potencial genético. Muchas veces hacemos cruzamientos y gastamos energía en buscar un toro que nos permita aumentar la producción de leche y la ternera que sale de ahí la criamos en forma paupérrima. Cuando pare, no da la leche que quisiéramos y le echan la culpa al toro”.
Hay investigaciones que correlacionan la crianza, el peso al destete y la producción lechera en la primera y segunda lactancia. “Eso nos ha permitido como técnicos del área contribuir a cambiar la imagen sobre la crianza de terneros vista como un problema, a una inversión. Eso es relevante. Pasar de 500 a 600 gramos de ganancia diaria al destete permite tener entre 900 y 1200 litros más de leche en su primera lactancia. Esa diferencia puede ser entre 180-200 mil pesos”.
No es sólo alimentación, reitera. Es ambiente y sanidad. Pero, con la salvedad que esto no puede centrarse en los primeros 60-90 días. Hay que ir más allá, no sacarla a potrero y recordar que a los 6 meses tiene que encastarla. Hay que preocuparse en la recría.
Aplicar el protocolo, explican, podrá ayudar mucho y contribuir a mejorar. Y sin necesidad de hacer grandes inversiones.
Más eficiencia
El manejo de la crianza ha ido mejorando, dice Paulina Campos, médico veterinario de Cooprinsem. De a poco ha ido viendo mejores ternereras. También que se ve mayor aceptación de la necesidad de aumentar los gramos de sustituto lácteo en la ración. “La típica alimentación de 4 litros al día no es suficiente para el crecimiento del ternero. Hemos visto cambios. Y seguimos concientizando al productor en que las terneras son las futuras vacas. No son un “cacho”.
La crianza no es una etapa donde no se ve lo invertido. Sí se puede ir viendo pequeños avances. “Una buena nutrición en los primeros 3 meses devuelve en kilos de peso al final del proceso. Y ese excedente permite disminuir los costos, acortar los plazos y ayuda a llegar a un encaste a los 14 meses, para llegar a un parto ideal a los 24 meses”, resume.
Dentro de la pauta de evaluación se incluye al calostro, al cual tampoco se le da toda la importancia que merece. Es relevante en la salud del ternero, sobre todo por la ayuda a la inmunidad. Un ternero con malas defensas parte en desventaja, por eso dice Paulina Campos, hay que aportar calostro en la calidad, cantidad y en el tiempo que corresponde. “Es un seguro de vida del 60% del crecimiento y desarrollo del ternero”.
“Hay estudios que indican que si le das 4 litros de calostro en el tiempo que corresponde, hace que la tasa de descarte de vaquillas baje a la mitad. Un ternero que no toma calostro tiene más prevalencia de enfermedades y el productor se acostumbra a medicar, lo que no es barato. Eso es evitable si se hace una buena ingesta de calostro”, agrega Sergio Iraira.
¿Leche o agua? Es frecuente escuchar que toda el agua que el ternero necesita la tiene a través de la leche. No. Uno de los pilares del bienestar animal es que el animal esté libre de sed y lo ideal es que se les ofrezca agua desde el comienzo. Eso impacta su desarrollo ligado al consumo de concentrado hasta un 31% menos y la ganancia de peso bajará en un 38%, sólo por este concepto. “Un animal con sed no va a consumir concentrado y esa brecha hemos tratado de identificarla en la pauta. Agua de buena calidad, fresca y acceso a partir del tercer día de vida, en buenos bebederos”.
El protocolo también recomienda hacer una buena preparación y entrega del sustituto lácteo, que también impacta en la fisiología y crecimiento del ternero. También es importante hacer el cambio tecnológico y pasar de la alimentación con balde a sistemas con chupete, así se toma la leche en el tiempo adecuado y apoyando su proceso digestivo.
Estas herramientas impactan productivamente. Inversiones como bebederos o alimentadores no son altas. “El tema es cuánto dejo de ganar –agrega la investigadora de la Universidad Austral de Chile, Ana Strappini – son cálculos que a veces el productor no realiza. Agrego que el factor humano en la crianza es clave”.
Manejos
Una buena relación de los operarios con los terneros es fundamental, dice. Por eso hay que compartir y reiterar que existen manejos prohibidos por ley, como tomar a los terneros por las orejas o la cola y agrega que la primera relación de las personas en esta primera etapa determinará sus respuestas en la vida adulta ante el acercamiento e interrelación. “Será determinante, tienen muy buena memoria, pueden recordar lo que sucedió hasta 3 años atrás”, explica Ana Strappini.
El buen trato hacia los terneros contribuirá a criar animales más dóciles. Eso impactará en la facilidad de manejo para los operarios del predio, ayudando a evitar accidentes. “Trabajar en bienestar animal ayudará al bienestar de las personas. Un animal dócil y fácil de manejar será menos complicado para el ordeño. El bienestar animal es una herramienta que nos permite mejorar la producción, no es traba ni moda, entregando una condición ideal de manejo de alimentación y trato para que el animal no esté estresado”, resume Sergio Iraira.
Manejos como el corte de cola no se recomiendan. Hay estudios que dicen que no hay diferencias y que con cola no hay mayor ocurrencia de mastitis en la vaca.
Se sugiere la remoción del botón córneo antes del mes de edad, usando analgesia y anestesia. Esto ayudará a que los animales no se lastimen entre ellos y facilitará el trabajo de los operadores, evitando riesgos. Manejos como éstos, por ley, pueden ser realizados por personal debidamente entrenado y bajo la responsabilidad del encargado de los animales del establecimiento utilizando analgesia o anestesia según sea necesario.
Alojamiento
Es fácil saber si hay que hacer o no cambios en la ternerera. Por ejemplo, la ventilación, que es vital en un buen ambiente. Ana Strappini recomienda que sea a partir del metro y medio de altura de la pared de la ternerera y sin corrientes de aire, lo cual se puede revisar con la “prueba del humo”, viendo el recorrido del humo.
Otra manera de verificar la ventilación estará en la presencia de telarañas en el techo, que indicará que es nula o reducida.
La humedad se apreciará en el óxido en las latas, lo que demostrará que hay alta condensación en la ternerera.
Salud
El protocolo también entrega recomendaciones para reconocer cuándo el ternero está enfermo. Una de ellas es hacer correr a los terneros y escuchar si tosen o no, a la vez que se puede revisar si hay o no cojeras.
Paulina Campos agrega que observar la actitud de los terneros, sus orejas, zonas con alopecia o sin pelos, indicarán si hay presencia o no de enfermedades.
Volviendo a la ternerera, camas húmedas contribuirán a las neumonías. Estos tratamientos son caros e inciden en el crecimiento del ternero. Por eso es ideal prevenir. Para ver la humedad de las camas se recomienda la “prueba de la rodilla”, en la cual se ingresa al corral y la persona se deja caer con la rodilla por un minuto. Si está mojada, la cama no es suficientemente seca. Si la persona siente dolor al caer, claramente la cama no es confortable para las terneras, acota.
Por cada día de neumonía, son 250 litros menos los que producirá la vaca. También hay diarreas alimentarias, donde hay que apuntar mucho a la higiene de los baldes y preparación de la leche. El ternero pierde mucho peso y va a ir a la cola en lo productivo.
Es importante recalcar que enfermedades a edad temprana impactarán en la vida productiva del ternero. Por eso se recomienda mucha prevención.
Factor humano
Una buena crianza de terneros no puede ser imaginada sin un buen recurso humano, capacitado y motivado.
Se recomienda capacitar a los ternereros para tener una visión compartida de los objetivos de crianza. Para el productor será una inversión que redundará en más eficiencia, menos tratamientos y más longevidad de las vacas lecheras.
Cuando el ternerero comprende por qué hace las cosas –resume Alejandra Viedma- además de sentirse motivado con su labor comprende que es parte de la cadena productiva y esto es algo de lo que debe ser consciente todo el equipo de trabajo ya que a su vez otros operarios ven también la crianza como algo aislado del proceso productivo. La crianza se inserta en un ciclo productivo donde la partida debe ser bien hecha. Si se mejora la crianza de terneros, se incrementará la producción de leche en el futuro y desarrollará su potencial genético, sin olvidar que tras la crianza la recría impactará. Es una cadena en la cual cada eslabón cuenta.
Algunas recomendaciones
-Ventilación, iluminación, drenaje y buen uso de pajas, sumado a una cama seca, contribuirán mucho. En las camas se recomienda que sean de sobre 15 cm de espesor. Evitar bolones para drenajes, ya que endurecen las camas.
-A partir de los 5 días de vida, recomendable poner mínimo de a 2 terneros por alojamiento. Se ha comprobado que terneros criados de a 2, se desarrollan mejor, aprenden más rápido, que terneros alojados en forma individual. Eso ayudará a la facilidad de manejo en la etapa adulta, por ejemplo, en sala de ordeña. Son animales que sociabilizan más rápidamente. Por imitación, comerán más.
-Criar ternero solo, versus el acompañado, generará una diferencia de 800 gramos más de consumo al destete que aquel que está en conjunto. Mucho más desarrollado y se acostumbrarán a comer harto.
-Llevar registros de tratamientos, kilos de concentrado, manejos, pesajes. Y, sobre todo, usar esos registros.
-El Comité de Bienestar Animal está preparando un protocolo de crianza. Si requiere más información, puede revisar el Manual de Crianza de Terneros en Lechería en Crianza de Terneros en Lechería.