Se recomienda comprar carne en lugares especializados, almacenarla lo más rápido posible en un refrigerador y mantener la cadena de frío cuando se traslade el alimento a un lugar determinado.
Durante la temporada de verano es de vital importancia tener diversos cuidados al momento de manipular carnes en un escenario de altas temperaturas.
Se recomienda comprar carne en lugares especializados, almacenarla lo más rápido posible en un refrigerador y mantener la cadena de frío cuando se traslade el alimento a un lugar determinado. Estas son acciones esenciales para evitar ser parte del porcentaje de afectados por enfermedades transmitidas por alimentos en épocas de calor o bien, debido a la contaminación cruzada.
Bajo este contexto, Jorge Escobar, gerente general de El Carnicero “Maestro en carnes” entrega diversos y prácticos consejos para consumir carne con tranquilidad y evitar pasar un mal rato:
Carnes al vacío: congelar la carne al vacío es una muy buena alternativa, porque puede durar de 90 a 120 días, es decir de 3 a 4 meses, desde la fecha de envasado. Dado que la carne al vacío implica que se le ha sacado el aire para detener su proceso de descomposición normal, es importante verificar que la bolsa no tenga, justamente, aire. Hay que fijarse que tenga solo líquido y no burbujas de oxígeno, porque eso quiere decir que perdió el vacío. Por último, al momento de abrirla, el producto no debe tener ningún olor a descomposición o que sea extraño para el consumidor, si lo hubiera, deje respirar unos 20-30 minutos antes de preparar o cambiar.
Mantener la carne en un ambiente frío: la carne en el refrigerador o cooler se conserva de 1 a 2 días y fuera de este no más de 2 horas. No refrigerada, se descompone rápidamente y es lugar de cultivo de bacterias patógenas. También es importante considerar que la carne congelada debe cocinarse dentro de las 12 horas a partir de su descongelamiento.
Seguridad en los tiempos de traslados de la carne: existen bolsas térmicas que mantienen los productos en buen estado y son fáciles de transportar (disponibles en los locales El Carnicero), que se suman a la oferta de cooler con barras congeladas que hay en el mercado. De no utilizarlas, se altera la calidad del producto y existe un mayor riesgo de intoxicaciones, por lo que es ideal que la temperatura donde se está almacenando la carne no supere los 5°C.
Cuidado en la cadena de frío: es importante guardar los productos en refrigeradores con temperaturas adecuadas, con tapas que protejan y separadores interiores, sobre todo en cortes de vacuno, cerdo, pollo o embutidos. Si va a congelar, esto debe ser lo más rápido posible. Al momento de consumir el producto, descongelar lo más lento posible para no alterar sabor y textura de la carne.
Evitar la contaminación cruzada: procurar que utensilios y superficies que tuvieron contacto con la carne cruda no sean utilizados para manipular otro tipo de alimentos como, por ejemplo, ensaladas. Además, es importante lavarse periódicamente las manos en este proceso.
¡Con estos simples consejos se pueden disminuir las probabilidades de sufrir intoxicaciones y lograr tener un excelente asado!