Desde la antigüedad, las distintas culturas han buscado el poder sanador de las plantas para aliviar las distintas enfermedades. En la actualidad, la fitoterapia (uso de productos de origen vegetal...
Desde la antigüedad, las distintas culturas han buscado el poder sanador de las plantas para aliviar las distintas enfermedades. En la actualidad, la fitoterapia (uso de productos de origen vegetal con fines terapéuticos) continúa siendo una recurrida alternativa a la farmacéutica tradicional o un complemento de la medicina formal. (Indap).
Esto bien lo saben 14 emprendedoras de La Quebrada del Pobre, en la comuna de La Ligua, quienes llevan dos años dedicadas al cultivo de hierbas medicinales. Se trata de la Agrupación El Torrente, que entre sus filas cuenta con siete usuarias de Indap y dueñas de casa que decidieron producir y comercializar plantas que -como dicen- “curan todos los males”.
La historia de estas mujeres comienza en 2016, cuando a través de la Iglesia Católica son invitadas a participar de un grupo encabezado por la religiosa colombiana Ester Valencia, quien estudió y aprendió sobre la fitoterapia con los indígenas de su país.
Durante cuatro intensos meses, la hermana Ester les enseñó todo el potencial terapéutico de las plantas: su cultivo, preparación y cuidado, lo que ahora les permite elaborar desde té de hierbas hasta jarabes, cremas y lociones para el dolor de huesos.
“Ella tenía ese saber de la medicina antigua: sabía cómo se cultivaban las hierbas, para qué servían. Con ella aprendimos a cultivar y a separar las plantas dulces de las amargas, las rastreras, las que no tenían sabor. Fueron cuatro meses en que aprendimos mucho sobre la naturaleza. De ahí decidimos a organizarnos”, cuenta Elia Miranda, representante de la Agrupación El Torrente.
Sala de procesos
Algo que por estos días tiene felices y orgullosas a estas emprendedoras es la adjudicación, hace pocas semanas, de una sala de procesos totalmente equipada, lo que obtuvieron con el apoyo del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) -que ejecutan Indap y la Municipalidad de La Ligua-, al que pertenecen siete integrantes de la agrupación.
Ahora están entusiasmadas con el “Jardín Medicinal” que están cultivando en el entorno de la sala de procesos, el que poco a poco ha ido sumando plantas de lavanda, aloe vera y calanchoe, además de dos árboles de ginkgo biloba y un canelo, a lo que suman boldo, pata de vaca, salvia, romero, cola de caballo, malva, llantén, menta y otras hierbas que cultivan en los jardines de sus casas.
“Partimos por recolectar las plantas y luego las ponemos a secar a la sombra envueltas en papel kraft. También tenemos un deshidratador de fruta para el té y los jugos. Entre los productos que obtenemos con las hierbas hay jarabes para distintas dolencias, agua del carmen para el estrés, expectorantes, gotitas para el colon, gotitas para bajar el colesterol y lociones para los dolores de huesos”, explica Juana Olivares, otra de las socias del grupo.
Para cada tratamiento o dolencia hay una preparación distinta, puntualiza Olivares: “Hay plantas específicas para los jarabes. En el caso de las gotitas se deben macerar las hierbas y agregarles otros ingredientes, dependiendo para qué sea el tratamiento. Por ejemplo, las gotitas para el colon son a base de boldo y para friegas el ungüento que se prepara es a base de caléndula o matico”.
La emprendedora cuenta que dentro del grupo se especializaron en distintas áreas. Unas se dedican al cultivo, otras al secado, otras a las preparaciones. Lo más novedoso para el público -comenta- son los jarabes y la harina de plátano para combatir la anemia: “Esto también lo preparamos y se les da a las personas que están convalecientes y anémicas. La dosis es una cucharada en un vaso de jugo o leche. Lo vendemos en sobres”, explica.
Comercialización
Para la venta de sus productos, las mujeres aprovechan las ferias que realiza el Prodesal de Indap, que además les presta asesorías técnicas y apoyos para postular a proyectos. “Queremos darnos a conocer para que las comunidades cercanas vuelvan a lo natural y a usar esta medicina tradicional. Estamos felices con este trabajo, porque para muchas de nosotras ha sido una verdadera terapia”, asegura la representante de las productoras, Elia Miranda.
El director de Indap Valparaíso, Fernando Torregrosa, dijo que la institución “seguirá fortaleciendo las iniciativas de mujeres rurales, porque ellas son el motor de la Agricultura Familiar, tal como lo han demostrado estas emprendedoras de La Ligua, cuyo proyecto ha dado muy buenos resultados. Eso nos ha mandatado el Presidente Piñera: potenciar el trabajo de los pequeños productores para que puedan tener una mejor calidad de vida”.