Actividad reunió a más de 50 profesionales y técnicos que regularmente asesoran a pequeños productores de hortalizas de la Región del Maule. Énfasis estuvo puesto en el control biológico mediante...
Actividad reunió a más de 50 profesionales y técnicos que regularmente asesoran a pequeños productores de hortalizas de la Región del Maule. Énfasis estuvo puesto en el control biológico mediante el uso de hongos benéficos conocidos como endófitos. (Mundo Agropecuario).
Durante 2017, la superficie nacional de hortalizas, tanto para consumo fresco como para la agroindustria, alcanzó las 70 mil 707 hectáreas, siendo la Región Metropolitana la más importante con 21 mil 894 hectáreas (30,9%) seguido de O’Higgins con 10 mil 135 ha (14,3%) y de la Región del Maule con 10 mil 042 ha equivalentes al 14,2%.
Este tercer lugar en la superficie hortícola nacional, se traduce en que la Región del Maule es la principal abastecedora de verduras de la zona sur, agrupando a un importante número de pequeños productores.
Sin embargo, es la producción bajo plástico la que ha experimentado un gran crecimiento en las dos últimas décadas en la Región, alcanzando una superficie que oscila en torno a las 250 hectáreas, la segunda a nivel nacional tras Valparaíso. Para ello, los agricultores han debido desarrollar sistemas altamente intensivos en la producción de tomate, pepino, pimiento, ají y lechuga, controlando plagas y enfermedades, en su gran mayoría, con ayuda de plaguicidas químicos altamente tóxicos.
Agricultura limpia con hongos endófitos
Considerando la relevancia del sector, más de 50 profesionales y técnicos vinculados a la agricultura familiar campesina provenientes de las cuatro provincias de la Región del Maule se capacitaron en el uso de hongos endófitos para el control de plagas y enfermedades en hortalizas. La actividad, realizada en INIA Raihuén (Villa Alegre), contó con la presencia de 10 profesionales y técnicos de INIA que montaron un taller con actividades teóricas y prácticas, para explicar de mejor manera esta herramienta del control biológico de plagas y enfermedades agrícolas.
En términos generales, los hongos endófitos son hongos microscópicos que viven en los tejidos de las plantas, generándole grandes beneficios como estimular su crecimiento y hacerlas más resistentes al ataque de plagas y enfermedades.
Tres fueron las charlas dictadas por las investigadoras Paz Millas (fitopatóloga) y Lorena Barra (especialista en hongos endófitos), ambas del INIA Quilamapu de Chillán. Las presentaciones tuvieron por finalidad orientar a los productores acerca de las problemáticas ambientales, sociales y económicas que generan el abuso de plaguicidas químicos regularmente usados por ellos, en comparación con el uso del control biológico, específicamente hongos endófitos para contrarrestar la acción de Botrytis y mosquita blanca, entre otros.
Desde el punto de vista práctico, se montaron tres estaciones tendientes a identificar correctamente las enfermedades que más afectan a la producción hortícola regional. Ayudados por microscopios y lupas, los asesores pudieron observar aspectos invisibles a simple vista como las estructuras de los patógenos, la forma en como enferman a las plantas y los síntomas de las enfermedades más importantes que las afectan como “pudrición blanda”, “pudrición gris”, “tizón tardío” y “pudrición del tallo”.
También se indicó la forma correcta de usar los hongos endófitos, haciendo énfasis en el momento de aplicación, su modo de acción y persistencia. Finalmente, se mostró la forma en que INIA desarrolla protocolos de masificación industrial de hongos endófitos, así como los pilotos de dos formulaciones que mejoran la efectividad del endófito y facilitan su uso por parte de los pequeños agricultores.
Tras la jornada de capacitación, los asistentes manifestaron su conformidad, ya que vincula a INIA con la pequeña agricultura para trabajar en conjunto en la disminución de los plaguicidas químicos en la producción de hortalizas.
Este primer taller destinado a asesores técnicos vinculados a la AFC se desarrolló en el marco del proyecto “Endófitos nativos para el control de plagas y enfermedades” que financia el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) de la Región del Maule y que ejecuta INIA en alianza con la empresas de investigación y desarrollo (I+D) Agroecología Ltda. y Nutrifert, además del Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de INDAP y la Municipalidad de Maule.