Científicos de la Universidad de Concepción estudian crear ecotableros para la industria de la construcción a base de desechos agroindustriales.
Su uso es versátil: desde paneles aislantes hasta pisos flotantes y revestimiento de exterior para construcciones.
Científicos de la Universidad de Concepción estudian crear ecotableros para la industria de la construcción a base de desechos agroindustriales. La innovación, apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), permitirá entregar una oferta más económica de materia prima; comparada con el aserrín, elemento base para los tableros de partículas que el último tiempo ha sufrido un incremento en su precio debido a la masificación de pellet.
“Con el proyecto que contempla la etapa I+D proponemos elaborar tableros del futuro o ecotableros, utilizando mezclas de residuos como escobajo, chala de maíz, coronta de maíz y piel de castaña. Sin la incorporación de aditivos extras, debido a que contarán con la presencia de un alto contenido de taninos reactivos y autocondensables presentes en el escobajo”, afirma Juan Pedro Elissetche, director del proyecto y docente de la Facultad de Ciencias Forestales y asociado al Centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción.
La función de estos productos es tener una gama diferenciada que puede ser desde revestimientos de exteriores – con valor estético – con resistencia al fuego o a la humedad, hasta pisos flotantes y de uso para la aislación térmica. “Uno de los grandes temas que se nos vienen en el país es la construcción en madera, donde este tipo de revestimiento podría servir para complementar la estructura de los sistemas constructivos”, añade Elissetche.
Innovación
La agroindustria, debido a su crecimiento de los últimos años, ha tenido un incremento en la generación de residuos, los que en su mayoría son quemados como biomasa afectando gravemente el medio ambiente. Otra alternativa es su utilización en compost y como ingrediente para la fabricación de pellets, pero no es suficiente.
En esa línea, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) decide apoyar esta iniciativa y tendencia de reutilización y valorización de elementos que podrían ser una alternativa para evitar, además, la emisión de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales gases de efecto invernadero que se produce en el mundo.
“El sector vitivinícola nacional genera al año aproximadamente 500 mil toneladas de residuos entre orujo, escobajo y sarmiento. En cuanto a los productores de castañas hablamos de 1.200 toneladas de residuos de piel del fruto; por lo tanto, las cifras son una realidad que como Fundación debemos rescatar como una oportunidad de avance y desarrollo en el ecosistema de innovación. Si bien es una iniciativa que está recién comenzando es importante relevar el interés de quienes siguen desarrollando propuestas y soluciones a temas país”, dice el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre.
Economía circular
Además, Elissetche comenta que se encuentran trabajando con 4 empresas, entre ellas VSPT Wine Group, quienes aportarán con los residuos de escobajo provenientes de los racimos de uvas. Con la semillera Curimapu, quienes realizan la entrega de las corontas de choclo y sus hojas (chala). Por otra parte, colaborará la empresa Oxiquim, que proporcionará las diferentes resinas para evaluar cómo adherir el material particulado para elaborar dichos tableros. Y finalmente, con Easy Supply, quienes desarrollarán y utilizarán los tableros.
“La idea es que no se tengan que cortar árboles para hacer algunos productos, como los tableros, sino que podamos reutilizar estos residuos que hoy no tienen un valor comercial y actualmente se desechan o se queman, y que a su vez son económicos. Ya que en el último tiempo el aserrín, elemento base para los tableros de partículas, ha sufrido un incremento en su precio debido a la masificación de pellet por el uso de estufas”, puntualiza Juan Pedro Elissetche.
Por su parte, Bárbara Wolff, gerenta de Asuntos Corporativos e Innovación de VSPT Wine Group, sostiene que “la innovación y sustentabilidad son parte de nuestro ADN y es en esta línea que estamos comprometidos con la gestión responsable de todos los residuos que generamos, tanto industriales como post-consumo. Ejemplos de ello es que fuimos reconocidos con el Sello Cero Residuos nivel avanzado, por el MMA y el lanzamiento de una Política de Ecodiseño el 2020. Este inspirador proyecto colaborativo de economía circular se suma a otros como nuestra planta de Biogás y nuestro sistema de compostaje en Isla de Maipo, que nos permite aportar con nuestro granito de arena a la I+D+i nacional y se enmarca en nuestra vocación local y exportadora como viña.
A la fecha, el equipo del proyecto se encuentra en la fase de desarrollar los prototipos utilizando los distintos residuos agrícolas, validando las condiciones técnicas de los tableros, definiendo la densidad y espesor para cada uno de los productos.