Trabajo de investigación incluyó a ocho apicultores pehuenches de las comunidades de Pitril, Malla Malla y Butalelbún y a más de 200 colmenas (Mundo Agropecuario). Un estudio realizado por el...
Trabajo de investigación incluyó a ocho apicultores pehuenches de las comunidades de Pitril, Malla Malla y Butalelbún y a más de 200 colmenas (Mundo Agropecuario).
Un estudio realizado por el Departamento de Ciencias y Tecnología Vegetal de la Universidad de Concepción- Campus Los Ángeles, en coordinación con INDAP y la Municipalidad de Alto Biobío, concluyó que la miel que se produce en esa zona cordillerana “es única en su tipo, de alta calidad, endémica y cumple con los más altos estándares chilenos y extranjeros”.
Así lo informó Max Troncoso, académico del Laboratorio de Palinología y Ecología Vegetal de esa casa de estudios superiores, quien lideró el trabajo de investigación, que incluyó a ocho apicultores pehuenches de las comunidades de Pitril, Malla Malla y Butalelbún y a más de 200 colmenas.
El objetivo del estudio, dijo Troncoso, fue caracterizar las mieles del territorio de Biobío Cordillera desde el punto de vista de la composición botánica, fisicoquímica y microbiológica, ya que no se conocía de qué estaba hecha la miel: “Ahora sabemos que el origen floral de la miel de Alto Biobío es en su mayoría monofloral, lo que significa que al menos el 45% del total de sus granos de polen corresponde a una misma especie vegetal”.
El investigador dijo que “a cada apicultor se le entregó un informe técnico acerca de la composición botánica, fisicoquímica y microbiológica de su miel, el que les servirá para conocer su producción y poder negociar un mejor precio ante sus compradores, ya que su producto ahora está analizado y cumple todo lo solicitado por las normas nacionales e internacionales de inocuidad”.
Troncoso añadió que “INDAP puede apoyar el trabajo que realiza la Universidad de Concepción a través de una estructura de capacitación técnica para los diversos tópicos que abarca la apicultura, de manera tal de educar y capacitar de manera óptima y sistemática a los apicultores. También sería importante generar una línea de financiamiento para estudios reales y validados que permitan obtener productos de calidad y con ello apuntar a que los apicultores puedan obtener un mayor valor agregado”.
La jefa del Área Alto Biobío de INDAP, Karen Valenzuela, destacó que estos resultados aportan mucho al trabajo que la institución está realizando con los agricultores del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI): “Actualmente la institución apoya a 1.080 usuarios en la zona, de los cuales más del 30% se dedican a la apicultura, junto a otros rubros, lo que reafirma el compromiso que tenemos de potenciar la apicultura y llegar a fin de año con al menos una sala de cosecha con resolución sanitaria”.
La apicultora María Cifuentes Vita, del sector Pitril, destacó en entrevista con el diario La Tribuna, que “este estudio me va a servir para seguir creciendo como productora, ya que me gusta trabajar con las abejas y la miel se vende bien”.
El alcalde de Alto Biobío, Nivaldo Piñaleo, afirmó en el portal Comunicaciones Interculturales de la comuna que “este estudio que coordinamos con la Universidad de Concepción e INDAP es una herramienta más para que nuestros apicultores puedan fortalecer su trabajo, generar mayores ingresos y mejorar la calidad de vida de sus familias y comunidades, beneficiando a la naturaleza en el proceso”.