“La inocuidad es una característica importante de los alimentos y, en general, se ve constantemente amenazada por peligros microbiológicos y químicos.
La iniciativa evalúa diferentes aspectos del sistema de producción de ovinos, para proponer acciones de mejora que potencien la inocuidad ante el consumo masivo y a largo plazo de carnes sureñas.
Con la finalidad de potenciar la inocuidad en los alimentos de la industria agroalimentaria, el Área Nacional de Alimentos del Futuro del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), lleva a cabo un estudio en la región de Los Lagos, con el propósito de evaluar la concentración de contaminantes ambientales en la carne ovina en base a pastoreo, y así definir mejoras al sistema de producción que garanticen una mayor inocuidad tras su consumo.
“La inocuidad es una característica importante de los alimentos y, en general, se ve constantemente amenazada por peligros microbiológicos y químicos. En este caso, los contaminantes químicos pasan desapercibidos porque no alteran el sabor del producto y pueden generar daños tras su consumo crónico a largo plazo. Aun así, en Chile los controles son muy altos y estos peligros están bastante controlados, pero para nosotros es importante seguir generando conocimiento al respecto que pueda ser un valor agregado a los productos de la industria agroalimentaria local y seguridad a los consumidores, desde el punto de vista nutritivo, sensorial e inocuo”, detalló el especialista Nicolás Pizarro, de INIA Remehue, responsable de la iniciativa apoyada por ANID (2020).
Los contaminantes que serán evaluados son del tipo orgánicos persistentes y elementos traza que podrían producir efectos cancerígenos, disrupción endocrina, mutaciones genéticas e infertilidad entre otros efectos, si se consumen en el tiempo aún en pequeñas concentraciones. Estos son ingeridos por los animales al momento del pastoreo, ya que están depositados en el suelo y cuando el forraje es escaso esta situación podría exacerbarse. Al respecto, el investigador explicó que “en este estudio evaluaremos diversas prácticas agronómicas en términos de mejorar la utilización del forraje para evitar que consuman potenciales contaminantes del suelo, durante los periodos más complejos. Esperaremos ahora que las ovejas estén preñadas tengas sus crías para trasladarlas a los potreros donde tenemos los ensayos. En febrero deberíamos ya estar en proceso de faena y posteriormente de evaluación de los potenciales contaminantes”.
Con los datos científicos de base es posible evaluar la exposición humana, a través del consumo de estos productos, además de aplicar nuevos procesos productivos o modificaciones a lo ya realizado, considerando que INIA, a través del Centro Regional INIA Remehue, mantiene una estrecha relación con las productores de la zona de carne y leche. Por otro lado, el estudio puede también extrapolar la calidad de la producción cárnica de la región, arrojando baja o nula presencia de contaminantes, lo que puede concretarse en un sello de calidad, inocuidad y un valor agregado diferenciador importante para competir en nuevos mercados nacionales y extranjeros.
En esta línea, unas de las aspiraciones del equipo de Alimentos del Futuro de INIA en Osorno, es concretar un centro de inocuidad, trazabilidad y autenticidad en el mediano plazo, que garantice el valor de la producción local de leche y carne.
Sobre el estudio
La investigación se titula “Improvements on grazing lamb production system as a modulator of soil ingestion rate and their influence on the concentration of selected environmental pollutants and food safety in lamb meat produced in southern Chile”. Está financiada por el Proyecto Fondecyt de iniciación (N°11201280), y considera dos años de trabajo en terreno. Se ejecuta con la colaboración nacional de especialistas de la Universidad de Chile y la Universidad Austral de Chile, y en el plano internacional del Istituto Zooprofilattico Sperimentale Del Mezzogiorno, ubicado en Napoli, Italia.