Los principales productos frutícolas exportados desde la región en los primeros cuatro meses del año fueron los arándanos frescos, seguidos por los arándanos congelados y las cerezas. (La Discusión). Una...
Los principales productos frutícolas exportados desde la región en los primeros cuatro meses del año fueron los arándanos frescos, seguidos por los arándanos congelados y las cerezas. (La Discusión).
Una temporada positiva cerró el sector frutícola en la región, con envíos por 95,2 millones de dólares FOB de fruta fresca entre enero y abril del presente año, lo que representó un incremento de 100% respecto de igual periodo del año pasado, en que totalizaron US$47,4 millones FOB, según informó Odepa, en base a estadísticas del Servicio de Aduanas.
El informe también dio cuenta del buen desempeño que también tuvo la fruta procesada o congelada, que entre enero y abril sumó envíos por US$60 millones FOB, anotando un aumento de 33% en comparación con igual periodo de 2017.
Las exportaciones de hortalizas procesadas, en tanto, registraron un alza de 2,7%, al sumar US$9 millones.
Lideran los arándanos
Los principales productos frutícolas exportados desde la región en los primeros cuatro meses del año fueron los arándanos frescos, seguidos por los arándanos congelados y las cerezas.
En arándanos frescos se observó un aumento de 108% en volumen, al sumar 14.549 toneladas; y de 106% en valor, al totalizar 70,3 millones de dólares, lo que equivale a un 74% del total de las exportaciones de fruta fresca.
Una fracción menor representaron los embarques de cerezas frescas, pero con una velocidad de crecimiento mucho mayor, pues en volumen se expandieron un 288% en la comparación interanual, al sumar 2.623 toneladas; y en valor aumentaron un 141%, totalizando US$12,4 millones en enero-abril del presente año.
De igual forma, los envíos de arándanos congelados aumentaron un 39% en volumen, con 5.967 toneladas; y un 29% en valor, al sumar US$16,9 millones.
Más atrás se ubicaron las frambuesas congeladas, que sumaron 4.124 toneladas y US$12,3 millones.
Evaluación gremial
Tanto el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Álvaro Gatica, como el presidente de Fedefruta, Luis Schmidt, coincidieron en que ésta fue una buena temporada para los envíos de fruta, en especial para los berries, sin embargo, advirtieron que se cometieron errores en materia de gestión comercial y en cuanto a la selección de la fruta, que llevaron los precios a la baja en las últimas semanas de la temporada.
Respecto de los arándanos y las cerezas, Gatica expuso que “no fue una temporada fácil”, pero advirtió que la fruta buena se pagó bien, vale decir, aquella de buen calibre y con las exigencias de calidad que el consumidor está demandando. En ese sentido, hizo hincapié en que “hay variedades que ya no gustan, que no se están vendiendo”.
Explicó que durante la temporada hubo productores que enviaron toda la fruta fresca que cosecharon pese a que el mercado castiga la de menor tamaño o inferior calidad, “lo que a la larga no hace rentable el envío”, pero además, contribuye a distorsionar el mercado y los precios, presionando la oferta.
Schmidt, por su parte, destacó el vertiginoso crecimiento registrado por los envíos de cerezas, un fenómeno que no solo se observa en la región, sino que en toda la zona central, y que responde a la progresiva demanda del mercado chino.
El presidente de Fedefruta explicó que, si bien en China se paga bien la fruta, dicho mercado exige una calidad superior, lo que se expresa, por ejemplo, en el calibre.
Similar opinión expresó el director de RConsulting, el agrónomo Felipe Rosas, quien recordó que debido a los buenos precios que se observaron para los arándanos entre noviembre y enero, los productores exportaron más de lo prudente y en febrero, marzo y abril los valores cayeron, y por otro lado, se le quitó volumen al mercado de congelados.
“Lo más prudente hubiese sido que en la última parte se hubiera privilegiado la calidad del arándano fresco y no se hubiera exportado tanto en fresco. Son decisiones que están tomando los productores y las exportadoras, y la verdad es que cada día hay mayor conciencia y está claro que calidad y precio van de la mano, y este año lo pagamos, y caro, en la segunda mitad de la temporada”, comentó el consultor.
Crecimiento
Las proyeccciones apuntan a que los volúmenes de las exportaciones de fruta fresca y congelada seguirán creciendo, de la mano del aumento de la demanda y de la entrada en producción de nuevos huertos, principalmente de arándanos, cerezas, nueces y avellanos, que son las cuatro especies que lideran actualmente la expansión de la superficie frutal en Ñuble.
“Existe mucho espacio para seguir creciendo, sobre todo, en la Región de Ñuble, Maule sur y la Provincia de Bío Bío”, afirmó el ex director regional de ProChile y director del CER Regional, Renato Segura, quien destacó que “estas cifras, sin duda, señalan un poderoso vector de desarrollo compartido”.
Sin embargo, el profesional advirtió sobre la vulnerabilidad que representa la escasa diversificación de los mercados de destino para arándanos y cerezas, pues mientras el 60% de los primeros se van a Estados Unidos, el 75-80% de la segundas viajan a China.
Misma situación se observa con las avellanas, cuyo único importador es la empresa italiana Ferrero.
Coincidió con esta preocupación Luis Schmidt, quien destacó que por ello es fundamental seguir trabajando en la apertura de nuevos mercados, tanto por la vía de nuevos acuerdos de libre comercio, como a través de la promoción comercial.
Otro de los desafíos del sector lo constituye el recambio varietal, según Schmidt, un proceso que si bien apunta a elevar la competitividad de los productores, supone una importante inversión, planteó Gatica, quien recordó que las nuevas variedades exigen el pago de un royalty, que bordea los 7 millones de pesos por hectárea en el caso de los arándanos.
Asimismo, ambos dirigentes coincidieron en que la escasez de mano de obra, y su elevado costo, representa un desafío no solo en materia de costos y gestión, sino que también desde el punto de vista de la tecnología, donde según Schmidt, hay bastante avance en materia de robótica para la cosecha de fruta delicada orientada al consumo fresco, como arándanos y cerezas.