Investigaciones de distintas entidades nacionales han determinado que los berries nativos poseen importantes atributos funcionales que permitirían a los consumidores mejorar la salud. (INIA). Por sus múltiples beneficios destaca la...
Investigaciones de distintas entidades nacionales han determinado que los berries nativos poseen importantes atributos funcionales que permitirían a los consumidores mejorar la salud. (INIA).
Por sus múltiples beneficios destaca la murtilla, especie nativa que crece mayoritariamente desde Cauquenes a la Isla grande de Chiloé. La murtilla ha sido tema de investigación por más de 20 años y es gracias a esto que hoy se le reconoce por sus atributos agronómicos, pero también funcionales, respaldado por estudios realizados por el INIA, la Universidad de La Frontera, la Universidad Austral de Chile, donde se suma últimamente la Universidad de Chile.
Este exquisito y aromático fruto, tradicionalmente utilizado en la preparación de mermeladas, jarabes, postres y licores como el “murtao” (mezcla de murtilla y aguardiente), ha cautivado también el interés de la pequeña y mediana agroindustria, quienes paulatinamente lo están incorporado con muy buenos resultados en sus procesos, permitiendo ampliar su uso a otros múltiples productos como: concentrados, deshidratados, jugos, pulpas, otros licores, productos cosméticos y homeopáticos, entre otros.
Actualmente existen dos variedades comerciales de murtilla, Red Pearl INIA y South Pearl INIA las que están siendo cultivadas en varias regiones del país, siendo éstas las que dieron origen a las primeras plantaciones comerciales de murtilla en Chile. Sin embargo, dado el interés manifestado por el mercado nacional e internacional, se continúa trabajando en el mejoramiento genético de esta especie tendiente a obtener en el corto plazo nuevas y mejores variedades, las que se espera sean liberadas al mercado el año 2020.
El interés manifestado por establecer nuevas plantaciones de murtilla se basa en los precios que hoy se pagan por un kilógramo de fruta a productor, los cuales van desde $3.000 a $5.000 dependiendo del destino de la fruta, si se trata para consumo fresco o procesado. Es por ello que el objetivo del Programa de Mejoramiento Genético de Murtilla INIA (PMG Murtilla), es lograr obtener nuevas variedades que mantengan las cualidades de la murtilla, por todos conocidas, pero que incorporen además como factor principal el aumento del rendimiento por planta y el aumento del calibre de fruto, entre otros atributos.
“Hoy existen líneas en evaluación que en su segunda temporada superaron los 2,5 kilogramos por planta, con frutos de calibre superiores a 1 cm de diámetro. Estas líneas que ya cuentan con tres temporadas de evaluación en INIA, fueron establecidas recientemente para su validación en tres localidades en busca de poder concretar la selección de las futuras variedades. Estos módulos se han establecido en la comuna de Carahue, Centro Experimental INIA Tranapuente; el segundo en la comuna de Chol Chol y el tercero en la comuna de Collipulli. La idea es validar junto con los productores los resultados obtenidos por INIA y Hortifrut en la evaluación de estas líneas superiores, inicialmente establecidas en el Centro Experimental INIA Tranapuente y en el predio de Hortifrut en Virquenco, lo anterior en el marco de un proyecto FIA que busca la obtención de nuevas variedades, pero que finaliza en agosto de 2018”, comentó Ivette Seguel.
Desafíos
El desafío de INIA es aumentar la superficie cultivada de murtilla y disponer de fruto para un mercado cada vez más demandante y creciente, tanto para consumo fresco pero también de materias primas dedicadas a la industria de los alimentos saludables, en todas sus posibilidades de industrialización. Para lograr este objetivo se requiere que los investigadores y equipos técnicos que han trabajado en este tema por más de dos décadas puedan difundir el conocimiento generado, principalmente lo que se refiere a la transferencia tecnológica del paquete agronómico de la murtilla (PTEC Murtilla INIA) y que ha contado con el apoyo de muchos especialistas del instituto en sus distintas disciplinas.
Cabe indicar que la murtilla en el sur de Chile se cosecha después del arándano, lo que desde el punto de vista de las necesidades de mano de obra no competiría con este fruto, pero sí daría la posibilidad de trabajo a familias en meses en donde la fruticultura en general está en retirada.
En la región
En la región de La Araucanía, INIA Carillanca cuenta con un Programa de Mejoramiento Genético (PMG Murtilla INIA) a cargo de la investigadora Ivette Seguel. Adicionalmente, en el año 2017 se conformó la Mesa Técnica de la Murtilla compuesta por profesionales de INIA, UFRO, Indap y municipios de 14 comunas de la región, cuya visión es “transformar la murtilla en un berry ampliamente cultivado, consumido de manera fresca y/o procesada mediante difusión y marketing, basado en el trabajo con pymes y equipos técnicos que poseen las competencias, los conocimientos y las redes para el cultivo y su transformación rentable, competitiva y sostenible de esta cadena de valor”. La mesa técnica se ha planteado entre sus metas conformar un GTT de murtilla el cual estaría dirigido a profesionales de INDAP y municipios de 12 comunas de La Araucanía.
Murtilla en Collipulli
Para el caso particular de Collipulli se cuenta con el apoyo de la municipalidad a través del PDTI e Indap de la comuna, quienes forman parte de la mesa técnica de murtilla. Aquí se estableció un módulo demostrativo de tipo comercial en el predio de Luis Sánchez, pequeño productor de la localidad de Caillin. “El INIA aportó con las plantas para cubrir una superficie que permita ser manejada por un grupo familiar, desde el establecimiento a la cosecha y la comercialización de sus frutos. Por su parte, el Municipio y el PDTI de Indap Collipulli apoyaron con los materiales para establecer el huerto, el cual contó con la ayuda de todos los profesionales de la mesa técnica al momento de hacer la plantación, transformando esta actividad en una capacitación”, acota Seguel.
Recientemente el Alcalde de Collipulli, Manuel Macaya, visitó el predio del agricultor, quien valoró la presencia de INIA en el territorio apoyando el trabajo de la pequeña agricultura. “Que INIA llegué a nuestra comuna, la tercera más pobre de Chile es una oportunidad. Vemos la alegría de nuestro agricultor, quien de las panderetas se reconvierte a la murtilla, recibe las plantas y el apoyo técnico para darle un nuevo sentido a su tierra. Esto servirá para motivar a otros vecinos y seguir con nuevos emprendimientos, pues ustedes son los especialistas y están capacitando a nuestros profesionales. Creo que el trabajo unido y bien hecho ayudará a avanzar comprometidos, como lo vemos en este módulo”, dijo.
Por su parte, Luis Cid, coordinador de los PDTI y Prodesal de Collipulli, destacó el trabajo previo desarrollado con INIA en la mesa técnica de la murtilla y que derivó en el módulo instalado. “Estamos buscando nuevas alternativas productivas y estableciendo este módulo sin dejar de apoyar cultivos tradicionales, pero sí buscando mejorar el desarrollo productivo de nuestros usuarios con rubros que sean más rentables, donde las BPA son relevantes y así crear instancias que se puedan replicar con agricultores comprometidos. Queremos asesorar bien a los usuarios para que los recursos escasos que llegan sean bien usados, donde la iniciativa y el compromiso de don Luis es un ejemplo para otros. La idea es aprender haciendo, asesorando y comprometiendo a los agricultores para que se sientan parte de sus emprendimientos. Participar de la mesa de la murtilla con INIA nos permitió conocer más del fruto y ver el compromiso de los profesionales nos impulsa a seguir trabajando”, puntualizó.
Según lo informado por la investigadora de INIA Carillanca, los módulos se establecerán en otras comunas de La Araucanía.