Los huertos permiten cultivar distintas hortalizas en un espacio reducido, como un patio pequeño o la terraza de un departamento (Mundo Agropecuario). Una exitosa e innovadora experiencia comercial está impulsando...
Los huertos permiten cultivar distintas hortalizas en un espacio reducido, como un patio pequeño o la terraza de un departamento (Mundo Agropecuario).
Una exitosa e innovadora experiencia comercial está impulsando un grupo de diez emprendedoras agrícolas de la Región de Los Lagos, quienes tras diversificar sus cultivos y formar la Cooperativa Campesina Agroecológica de Mujeres de Osorno, el 12 de agosto pasado, decidieron asociarse con la ingeniero agrónomo y consultora Denisse Endress para comercializar kits de huertos verticales de hortalizas.
Las socias de la agrupación son de diferentes sectores de la Provincia de Osorno, como Pichidamas, Ovejería, el camino a San Juan de la Costa, Purranque y San Pablo. La mitad de ellas egresó del Programa Mujeres Rurales INDAP-Prodemu y las demás todavía participan en esta iniciativa de formación personal y desarrollo productivo. Todas se dedican a la hortochacarería al aire libre y a los cultivos en invernadero.
Catherine Rojas, presidenta de la cooperativa, cuenta que el germen de la asociatividad surgió en una feria que realizaban hasta antes de la pandemia en el hall de Prodemu en Osorno: “Nos fue bien y llegaba mucha gente de los servicios públicos y vecinos a comprar. Se crearon lazos y después nos iban a visitar a los invernaderos. A raíz de esta experiencia nació la necesidad de formalizarnos y tener productos todo el año”.
Frente a la crisis sanitaria y los nuevos requerimientos de la comunidad por alimentarse de manera saludable, se asociaron con Denisse Endress, quien ha hecho estudios sobre huertos verticales para autoabastecimiento familiar. Así fue como comenzaron a diseñar un mueble con características de mini-invernadero que fuera funcional para cualquiera: niños, adultos mayores, embarazadas, etc.
El kit que ofrecen consta de una estructura de terciado marino impermeabilizado de tres niveles con una lámina plástica para generar el efecto invernadero, plantines a elección del cliente, sustrato de turba y perlita, fertilizante orgánico en base a algas, instalación y asesoría técnica a través de un grupo de Whatsapp. Hay de dos tamaños: de un metro cuadrado ($120 mil), para grupos familiares, y de medio metro cuadrado ($80 mil), para parejas y personas solas.
Catherine Rojas dice que pensaron en todo a la hora de construir el mueble: que el material fuera resistente a los cambios de temperatura, que tuviera a cierta distancia con el piso para que circule el aire, que la película plástica estuviera alejada del terciado para que no se produzcan hongos y que la tapa del frente fuera enrollable para mantener el invernadero descubierto durante el día y tapado por las noches, además de facilitar un buen drenaje.
“Los huertos permiten cultivar distintas hortalizas en un espacio reducido, como un patio pequeño o la terraza de un departamento. Son tres pisos de sustrato donde se pueden sembrar puerros, ajo, lechuga, acelga, cilantro, mizuna, perejil, chalota u otras hortalizas de fácil recambio. Además tiene una pestaña posterior para poner plantas guías de más altura, como habas, arvejas, tomate cherry o porotos”, dice Denisse Endress.
Según la consultora, los resultados las tienen muy contentas: “Ha sido un enorme acierto. Cuando surgió la idea de hacer huertos de agricultura urbana no imaginamos que íbamos a tener tan buenos resultados. Ya cruzamos la frontera de la provincia y no hemos parado. Recuperamos la inversión y el negocio ha sido rentable, ya que estamos instalando seis a siete por semana. Lo mejor de trabajar en forma asociativa es que nos articulamos con las socias para hacer plantines y cumplir con la demanda”.
Catherine Rojas cuenta que están entregando kits en toda la provincia de Osorno, pero ya tienen pedidos de Puerto Varas, Valdivia y Temuco, lo que las está obligando a adquirir una camioneta de reparto. Según dice, en este crecimiento ha sido fundamental el apoyo de INDAP, servicio con el que potenciarán su comercialización a través del Programa de Asociatividad Económica (PAE), y también de Sercotec.
En forma paralela, todas las integrantes de la cooperativa comercializan hortalizas en sus predios a sus carteras de clientes, mientras planifican sus próximos pasos: crear un kit especial para el cultivo de frutillas y comercializar canastas con verduras de temporada. “Nos picó fuerte el bichito de la innovación”, afirma la presidenta de la agrupación.