Con gira técnica comenzó proceso de capacitación a beneficiarios del proyecto “Incremento de la productividad del cultivo de la papa” que ejecuta el INIA Quilamapu, con el apoyo del Gobierno...
Con gira técnica comenzó proceso de capacitación a beneficiarios del proyecto “Incremento de la productividad del cultivo de la papa” que ejecuta el INIA Quilamapu, con el apoyo del Gobierno Regional del Biobío, el Programa de Gestión Territorial de Zona Rezagadas y municipios de la provincia (Mundo Agropecuario).
Dieciocho agricultores productores de semillas de cuatro comunas de la provincia de Arauco viajaron hasta Osorno, para capacitarse, con investigadores del programa de mejoramiento genético de papa de INIA Remehue, en manejo de enfermedades. La finalidad estuvo en adquirir conocimientos técnicos fitosanitarios, que les permita transformarse en productores de semillas certificadas de papa, para lo cual resulta esencial saber manejar eventuales enfermedades que las pudieran afectar.
Mario Saavedra, ingeniero agrónomo y encargado de la oficina técnica de INIA Quilamapu en la provincia de Arauco, explicó que es importante crear consciencia en los agricultores en la rigurosidad de producir semillas certificadas, ya que hay que cumplir con características fitosanitarias en un territorio, como el de la provincia, que está libre de enfermedades cuarentenarias.
Saavedra agregó que esta situación permitirá a los semilleristas dejar de producir solo semilla para consumo y transformarse en productores de semilla certificada de papa. Explicó que producir papa semilla tiene un valor agregado, porque su producción solo es posible en zonas libres de enfermedades cuarentenarias, lo que la hace ser un nicho localizado.
Esta instancia de capacitación a productores se realiza en el marco del proyecto “Incremento de la productividad del cultivo de la papa” de cuatro años de duración, y que ya ha arrojado buenos resultados en las comunas de Los Álamos, Arauco, Cañete y Tirúa. En efecto, existen ocho semilleros en proceso de certificación que han arrojado rendimientos de 38 toneladas por hectárea, de las cuales 25 toneladas corresponden a papa semilla.
Alfonso Valenzuela, profesional de apoyo de INIA Quilamapu comentó que “uno de los principales errores de los agricultores, es que usan papa consumo y no certificada, lo que significa que hay posibilidades de ingresar enfermedades cuarentenarias y que además son de bajo rendimiento”.
Respecto a lo mismo, Ivette Acuña, subdirectora de investigación y desarrollo de INIA Remehue mencionó que la única semilla que puede garantizar que se está cumpliendo la tolerancia indicadas en las normativas es la semilla certificada, ya que muchas veces se utilizan materiales contaminados como semillas. Ello ha significado la existencia de algunos focos de enfermedades cuarentenarias en el área libre, como Ralstonia solanacearum, nemátodos dorado y pálido, carbón de la papa, entre otros.
Acuña, fitopatóloga de especialidad, afirmó que hay más de mil hectáreas que están cuarentenadas por la presencia de enfermedades y que la forma de evitar que sigan diseminándose en el área libre, es la utilización de una semilla certificada que garantice estar sana.
Finalmente, explicó que la solución a las problemáticas es la producción de papa semilla, razón por la cual el INIA está trabajando con agricultores para fomentar el uso y la producción de semilla certificada.
Durante la visita, junto con conocer los programas de mejoramiento genético y manejo de enfermedades de la papa de INIA Remehue, los productores conocieron la experiencia de la empresa Agrícola Avilés, dedicada a la producción y comercialización de papa consumo y semilla. Así, los semilleristas pudieron conocer los procesos de mecanización del cultivo y la tecnología implementada en los distintos procesos de producción de la empresa.