A través de charlas y prácticas en laboratorio adquirieron los conocimientos necesarios para desarrollar sus labores de fiscalización de Laboratorios de Ensayo registrados ante el SAG en el marco de...
A través de charlas y prácticas en laboratorio adquirieron los conocimientos necesarios para desarrollar sus labores de fiscalización de Laboratorios de Ensayo registrados ante el SAG en el marco de la Ley 20.656, también conocida como Ley de Muestra y Contramuestra (Mundo Agropecuario).
Durante 3 intensas jornadas, profesionales del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), provenientes de todo Chile participaron de las Jornadas de Capacitación sobre métodos de análisis de calidad del trigo que por primera vez dictó el equipo técnico del Laboratorio Calidad de Trigos de INIA Carillanca en La Araucanía. Se trata de fiscalizadores del SAG, quienes a través de charlas y prácticas en laboratorio adquirieron los conocimientos necesarios para desarrollar sus labores de fiscalización de Laboratorios de Ensayo registrados ante el SAG en el marco de la Ley 20.656, también conocida como Ley de Muestra y Contramuestra.
“La capacitación se produce en el marco de un convenio de colaboración recientemente firmado entre el INIA y el SAG, que busca coordinar esfuerzos para fortalecer y mejorar la implementación de la Ley de Muestra y Contramuestra. Durante estas jornadas se capacitó a 24 fiscalizadores, quienes tuvieron la posibilidad de realizar los nueve análisis oficiales regulados por el Reglamento Especial para el Trigo, dictado por el Ministerio de Agricultura”, explicó Javier Zúñiga, especialista de INIA Carillanca y coordinador de la actividad.
Cabe indicar que la Ley 20.656 es relevante para el mundo agrícola, considerando que establece un mecanismo que permite transparentar los procedimientos de toma y análisis de las muestras de productos agropecuarios, cuando el precio de ellos esté subordinado a características de calidad medidas por el comprador. Con la entrada en vigencia de esta ley el año 2013, y del Reglamento Especial para el Trigo en 2014, se cumple uno de los principales objetivos del Ministerio de Agricultura en su agenda legislativa, en miras a perfeccionar y transparentar la comercialización de productos agrícolas, lo que beneficia especialmente a los pequeños y medianos productores.
Esta ley se aplica directamente al mercado de los granos y cereales, que son justamente aquellos en los cuales se observa con más frecuencia, prácticas que deterioran las confianzas de quienes participan de este mercado. Por lo mismo, se fija una obligación para los agroindustriales e intermediarios de mantener a la vista del público los precios de referencia, fijados en relación a cantidad, masa, volumen o características de calidad del producto.
La ley permitió crear un sistema de laboratorios registrados, que considera tres categorías: laboratorios de ensayo, laboratorios de ensayo arbitradores y laboratorios de calibración. Los laboratorios de ensayo son los encargados de analizar la muestra del producto, para establecer sus características y, en función de ello, determinar el precio pagado a los agricultores.
En este sentido, la importancia de capacitar a los fiscalizadores del SAG apunta a mejorar su labor profesional, toda vez que es necesario tener el nivel adecuado de conocimientos para evaluar si la aplicación de las metodologías de medición por parte de los laboratorios de ensayo es correcta.